Amor En Invierno: Relatos Familiares [Libro 2]

Boda.

Zeldris terminaba de atar el moño del cinturón de tela situado en la espalda baja del vestido de Celine mientras que Amélie, sentada en la cama de su habitación, se terminaba de atar las correas de sus sandalias de color violeta.

-Listo, te ves muy dulce Amélie.-le dijo Zeldris a su hija.

-Papa, soy Celine pero gracias.-dijo la gemela menor mientras que el pelinegro se golpeó la frente con la mano, ¿Cuándo iba a aprender a diferenciar a las gemelas? ¿Cómo lo hacia Gelda?

Celine se contemplaba en el espejo, estaba vestida con un lindo vestido color blanco con tirantes y largo hasta las rodillas con un cinturón de tela atado a moño color naranja con sandalias del mismo color. Su largo cabello negro lacio caía suelto y perfectamente peinado en su espalda, su madre la habia peinado tan maravillosamente. Amélie estaba vestida igual solo que el color de su hermana era el violeta.

Las gemelas lucían hermosas a sus trece años de edad.

-¿Mama ya habrá terminado de vestir a Cedric?-pregunto Amélie parándose de la cama.

-Más bien la pregunta sería si ya dejo de llorar.-dijo Celine-.pareciera más que Alexander se murió en vez de que se va a casar en unas horas-

-Niñas, esto es muy emotivo para ella. Imagínense que tuvieron un hijo, lo dieron a luz, lo criaron, lo vieron crecer y llega un día en que ya es adulto, conoció al amor de su vida y se casan.-les dijo Zeldris para que las gemelas intenten imaginar el sentir de Gelda.

-Papa, seamos sinceros, dudo que quieras imaginarte a nosotras teniendo hijos porque los tres aquí sabemos muy bien cómo se hacen los bebes y nos querrás imaginarnos a nosotras en... como decirlo para que no te afecte... haciendo eso.-dijo Amélie cruzándose de brazos y sonriéndole a su padre-.pero tienes razón, no somos madres así que no entendemos cómo se siente-

-Sabes, a veces eres tan madura y seria que me das miedo.-dijo Zeldris, se acercó a Amélie y le dio un beso en la frente-.te pareces a mi cuando tenía tu edad-

-Ay papa, tu eres así de serio hasta hoy en día aunque a veces eres algo pendejo.-dijo Celine provocando la risa de su padre.

En ese momento un Cedric de siete años entro a la habitación vestido de traje y con una mueca de hartazgo.

-¿Por qué tengo que vestir así? Parezco una versión en miniatura de papa.-se quejó el niño.

-Porque en esta clases de eventos debes vestir así.-le dijo su padre revolviendo sus cabellos-¿Y tu madre?-

-Con Alexander en la cocina aun llorando.-le contesto.

-De acuerdo, niñas terminen de alistarse. Yo iré con su madre y hermano a la cocina.-dijo Zeldris.

-Si.-contestaron las gemelas al unísono y Zeldris se retiró a la cocina.

Al llegar vio a Gelda llorando limpiándose con un pañuelo, su rímel estaba todo corrido, tenía líneas negras por las mejillas, llevaba un hermoso vestido color ciruela con tirantes y escote corazón, en la parte de arriba era ajustado pero luego la falda se ampliaba y caía lisamente hasta el suelo, tenía puesto un cinturón de tela con moño en la espalda del mismo color que el vestido. Llevaba su cabello en su clásica trenza cayendo por su hombro derecho y tenía puesto el collar de oro con un rubí en forma de corazón que Zeldris le había regalado hacía más de diez años atrás.

Alexander trataba de calmarla.

-No puedo creer que te vas a casar.-dijo Gelda sollozando-.no se en que momento creciste tanto, pareciera ayer que solo éramos tu y yo viviendo aquí en la casa-