¿Zeldris tiene una amante?

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Zeldris despertó al escuchar su alarma, estiro su brazo y apago su reloj despertador. Sintió a Gelda removerse al lado suyo, la rubia paso su brazo derecho por su cuello y apoyo la cabeza en su pecho.

-Zel… aún es temprano.-dijo algo dormida aun-¿Por qué insistes en salir a correr por las mañanas?-

-Porque es bueno para la salud y me mantiene en forma, aparte para no perder la costumbre.-

-Aunque tuvieras unos kilos de más te seguiría amando, más Zeldris para amar.-

-Lo mismo te dije cuando diste a luz a las gemelas y a Cedric pero aun así insististe en volver a tu peso habitual.-

-No me gusta ser gorda.-

-Entonces ahora me entiendes.-

Gelda se aferró más a su esposo. Zeldris rio ligeramente.

-Pásalo por alto por hoy.-

Zeldris le dio un beso en la frente a la rubia.

-De acuerdo.-

-¿Hoy llegaras temprano para la cena?- pregunto Gelda de repente.

Hoy era miércoles y desde el lunes Zeldris llegaba tarde, llegaba después de la cena. Y el día anterior había llegado cuando ella y los niños ya estaban dormidos, el lunes le había dicho que tuvo cena con los socios de la empresa y la noche anterior le dijo había pasado a hablar con Meliodas en el bar de este y no se dio cuenta que era casi medianoche cuando vio el reloj.

Pero no estaba muy convencida ya que Zeldris le había dicho las razones con un tono nervioso y eso lo hacía cuando mentía.

Estaba preocupada, ¿Por qué Zeldris tenía la necesidad de mentirle sobre dónde estaba?

-Hoy llego temprano, lo prometo.-le dijo.

-¿Vas a decirme en donde estabas el lunes y ayer?-

-Ya te lo dije.-

Gelda suspiro y se separó de Zeldris, se levantó de la cama y se colocó la bata de salida de cama.

-Voy a preparar el desayuno, los niños no tardan en despertar.-

-Gelda…-la llamo Zeldris.

-Está bien, solo llega para la cena esta noche.-

Gelda abrió la puerta y salió de la habitación, Zeldris suspiro y se levantó de la cama para comenzar el día.

El desayuno transcurrió sin problemas, aunque el día siempre comenzaba con la ocurrencia de alguna de las gemelas.

-¡Me uniré al club de jardinería!-exclamo Celine.

-Claro, porque te gusta tanto la naturaleza.-le dijo sarcástica Amélie.

Zeldris y Alexander reprimieron una risa, el verano pasado habían ido de campamento por un fin de semana junto con Meliodas y Tristán, Elizabeth no los había acompañado ya que Elías era muy pequeño para ir.

Celine no la había pasado para nada bien, se había aburrido todo el tiempo, lloro desconsolada cuando la batería de su celular se terminó y no había llevado cargador portátil ya que pensó que el bosque existía los tomacorrientes y se quejó por no tener que ir al baño entre los arbustos cuando habían ido a dar una caminata para llegar a un arroyo.

Aunque en un momento se perdió en el bosque al ver a un mapache, pensar que era un oso y salir corriendo. Tardaron tres horas en encontrarla, la encontraron llorando arriba de un árbol.

Tuvieron que regresar antes por que Celine ya está muy aterrada del bosque y las burlas de Alexander durante el camino de regreso no la ayudaban a sentirse mejor. Zeldris tuvo que detenerse en plena carretera ya que Amélie se lanzó a golpear a su hermano mayor en defensa de su hermana. A Zeldris y Gelda le tomaron tiempo separar a la gemela mayor de Alexander, lo lograron con trabajo pero Amélie antes le arranco un mechón de cabello a su hermano con las manos.

Amor En Invierno: Relatos Familiares [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora