Miércoles

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A la mañana siguiente Todoroki se despertó nuevamente gracias a la voz de Sero, aunque de forma muy diferente a como había sido ayer.

-Debe ser una puta broma- decía la voz del pelinegro en lo que supuso que era español.

-¿Qué dices?- se sentó en su cama y miró a su compañero mientras se tallaba un ojo.

-Está lloviendo- respondió volteándose hacia él.

-Sero estamos en la playa es imposible que...- se calló al escuchar el sonido constante de golpeteo que resonaba por toda la habitación- No puede ser- dijo mientras se levantaba para acercarse a la ventana.

Grandes nubes negras acaparaban la extensión del cielo y gotas de agua caían de forma violenta sobre toda la ciudad.

Estaba lloviendo. Estaban en la playa, durante el jodido verano y estaba lloviendo.

-Esto es una broma cruel del destino- dijo Todoroki mientras volvía a tirarse en su cama- ¿No se supone que harían como treinta grados hoy?

-Por lo visto no- Sero lo miró- ¿Qué piensas hacer?

-No saldré a buscar un resfriado que me arruine el viaje- respondió estirándose aún recostado en la cama- Supongo que me quedo aquí.

-Pensamos igual- Hanta agarró su teléfono y lo miró- ¿Quieres bajar o pedir servicio al cuarto? 

Todoroki pensó. Si llovía significaba que más personas se quedarían en el hotel y estarían en el comedor desayunando. No se sentía precisamente ansioso para ir a chocarse con desconocidos y oír cientos de voces al tiempo que intentaba convencerse de comer.

-Servicio al cuarto.

-Okay, aquí dice que hay café, leche, té...

Mientras el pelinegro leía la carta Todoroki se lo quedó mirando. Ayer se habían quedado en el balcón hasta altas horas de la noche bailando distintas canciones, como Everybody Wants To Rule The World y una en español que Sero dijo que le llamaba Chachachá. Se había sentido increíble, con las estrellas sobre su cabeza y el calor de Sero envolviéndolo, por un momento se olvidó por completo de sus miedos.

El pelinegro le había prometido apoyarlo tanto como pudiera a cambio de una cosa: Todoroki debía ser honesto y decirle lo que sentía o quería.

Tocaron la puerta y Hanta se levantó para recibir una bandeja con sus desayunos. Se sentaron juntos en una de las camas y empezaron a comer, estando todavía los dos en pijama y despeinados.

En realidad, incluso después de desayunar y cuando cada uno empezó a hacer lo suyo no parecían tener intenciones de ponerse ropa decente ese día. Era día de lluvia y pijamas.

-Oye Sero- preguntó Todoroki levantando la vista de su cuaderno.

-Dime.

- Tu familia es de Latinoamérica ¿No?

-Si, de México ¿Por qué?

-¿Sabes español?- preguntó por mera curiosidad- Acabo de recordar que no entendí lo que dijiste cuando desperté.

-Claro que si, soy un bilingüe perfecto- contestó hablando en español y sin despegar la mirada de su consola portátil- Pero nunca veo oportunidad para usarlo así que solo lo hablo en mi casa o cuando se me escapa- explicó de nuevo en japonés.

Todoroki sintió como su corazón se aceleró de golpe y su rostro se coloreó en cuestión de segundos. No era una persona fácil de provocar, vamos que llevaba dos días viendo a chicas en bikinis jugando voleibol y untándose bloqueador solar sin que se le moviera un pelo de nada. Pero nada más oír esas palabras sintió como toda su cara se sobrecalentaba de forma violenta.

A Week ~ |Seroroki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora