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Como cayendo del cielo, pero con las noticias del infierno.


La extraña situación no tardó en ponerse incómoda.

Después de que Taehyung se esforzó por explicarle a Jimin que, aunque si necesitaba un abrazo, no era porque de repente sufrió una epifanía y se moría por volver a los brazos de Hoseok, Jimin se encargó de ser cálido y empalagoso desde entonces.

Es decir, más de lo que normalmente ya lo es. Y esto era recogerlo de su departamento y luego ir juntos a la parada de autobuses, desviándose sólo por cinco minutos, y haciendo nuevas actividades por la tarde. No estudiaban juntos porque Jimin no podía entender todos los temas de Taehyung, y era lo mismo de viceversa.

El único momento donde no pudo protegerlo fue naturalmente el almuerzo. Jimin no podía actuar como un repelente, porque sería ser grosero con uno de sus amigos.

Después de que comenzaron a salir, los amigos de Hoseok y Taehyung comenzaron a frecuentarse hasta que fusionaron ambos grupos. Antes, sólo tenía a Namjoon y Jimin, y ahora no podía no preocuparse por el bienestar de Jungkook, Jin y Yoongi.

Y por el de Hoseok.

La primera semana que pasó, fueron hábiles para no cruzarse ni encontrarse en los lugares donde por lo general se planeaban. Ahora, sin embargo, al notar como había rastros de incomodidad en sus caras, Taehyung no pudo evitar decir:

—No tienen que disolver el grupo sólo porque Hoseok y yo terminamos. Incluso si comenzamos a ser siete sólo después de que comenzamos a salir, no tenemos que separarnos porque él y yo ya no estamos juntos.

—Sólo está ocupado —Yoongi dijo, tratando de aparentar que esa era la razón por la cual Hoseok ya no almorzaba con todos.

Eso era lógico. Pero no explicaba porqué Jin tampoco iba. Taehyung sabía que, cuando uno terminaba una relación, era sano alejarse de la otra persona; pero después de todos ellos eran amigos, tan buenos amigos entre todos como para permitir que su rompimiento pusiera en duda su grupo.

—Mentira. Es sólo que no queremos que estén ambos aquí, porque entonces será más incómodo que cuando alguno de los dos no está. Ustedes estarán ignorándose e inevitablemente la charla se colapsará entre dos grupos y así no funcionamos.

No pudieron ocultar el ceño fruncido ante el tono agresivo de Jungkook, pero Tae no podía culparlo. Después de todo, siempre se ha sabido lo sensible que es el menor de todos cuando hablaban de sus amigos, en especial sobre su fibra sensible que era Hoseok. Cuando se enteró del rompimiento, unos días más tarde de lo que sucedió, no pudo evitar refunfuñar sobre lo incómodo que comenzaría a ser todo ahora, y el niño no podía dejar de enojarse cuando comenzó a ver la mesa incompleta.

Aunque todavía era una fortuna que Namjoon pudiera controlar su ira irracional cuando trató de culpar a Tae o a Hoseok, sin recordar que todos eran amigos gracias a estos dos.

—Lo siento Jungkook.

—No importa —gruñó el voz baja, picoteando entre su comida. —Pero si alguno de los dos falta a mi fiesta de cumpleaños, ¡no duden que los golpeare tan duro que no querrán verme la cara en días!

Uno no debía de tomarse a la ligera su amenaza, pero debido a que mientras lo hacía fruncía su nariz con molestia y sus ojos eran inocentes, provocativos a la desesperación, nadie se atrevió a detenerlo.

Así, tres o cuatro días más tarde, sin contar el fin de semana, Taehyung al fin volvía a ver la cara de Hoseok. Aunque se sentaron en lados opuestos, y el resto se encargaba por poner pláticas entretenidas, no podían no apartarse algunos para asegurarse de que todo estuviera en orden.

Dejar ir, lo que no se quiere ir [HopeV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora