Gianluca Lapadula, la medicina a nuestros males, la solución a nuestros problemas, la llama de nuestros corazones, la luz que nos guía y que nos impulsa a seguir adelante.
Christian Cueva, trujillano de sangre, el bromista, motivo de nuestras aleg...
Habían pasado ya casi 2 meses y durante todo ese tiempo, Christian no había dejado de pensar en su compañero, su amigo, su ¿qué?...
No habían podido concretar nada y durante las pocas veces que se comunicaron, evadieron el tema, como si nunca hubiese sucedido. Como si hubiese sido un sueño y ellos prefiriesen dejarlo así, un amor platónico.
Esto no le gustaba para nada a Cueva, pero si Gianluca creía que era lo correcto, entonces lo aceptaría. Después de todo confiaba en él, probablemente más que en cualquier otra persona.
... Algo más que amistad
Ambos sabían qué era aquello que sentían, así que no hubo necesidad de decirlo en ese momento. Las palabras no eran necesarias, ya que solo estaban ellos y...
- ¡¡¡ANDRÉ!!! - gritó Christian en pleno aeropuerto, fue lo primero que dijo al volver al Perú.
Si hubiese tardado unos segundos más en llegar o incluso si no los hubiera detenido, si se hubiese quedado callado durante un momento, un instante al menos, todo sería diferente.
¡¿Por qué tuviste que venir negra, tamaaaare?!, se repetía Cueva para sus adentros.
Ese era su momento, solo Gianluca y él, dos amantes a punto de saltar por el acantilado de la vida para terminar consumando sus sentimientos en un beso.
Un beso que no pudo ser.
André les había arrebatado ese momento, se los había negado y ellos no sabían la verdad.
Mientras Christian pensaba en lo que pudo ser, recibió una llamada del profe Gareca que lo devolvió a la tierra.
- Profe, ¿Que tal? -
- Ah, Christian, ¿Qué tal el viaje? -
- Ya sabe profe, lo mismo de siempre, cansado ¿y usted? -
- Mejor ni me preguntes eso, mañana te quiero temprano para comenzar los entrenamientos -
- Pero profe, ¿pasa algo? -
- ¿No te enteraste?, algunas ligas europeas se negaban a dejar que sus futbolistas jueguen los partidos que vienen -
- No joda, ¿enserio? -
- Y bueno, ya sabes como son esos pelotudos, siempre buscando romper las bolas y poniendo excusas de mierda -
- Creo que esta un poquito estresado, un poquito namás -
- Sí, bueno, al final solo aquellos que juegan en Inglaterra no podrán viajar -
- Pero, ¿eso no nos beneficia? -
- Pues sí, contaremos con nuestros mejores jugadores, mientras Brasil pierde a 9 de los suyos -
Christian se dio cuenta del punto. Lo que estaba sucediendo no era justo, pero no podía hacer nada por cambiarlo.
Y si hubiese sido Perú el que no hubiera podido convocar a sus mejores jugadores.
Y si Gianluca no pudiera volver al Perú. No podrían hablar en persona sobre lo ocurrido. Todo seguiría igual, en un punto muerto.
- Si le ganamos a Brasil en ese estado, ¿realmente sería una victoria? - el tigre dejó caer esa pregunta y comenzó a despedirse - Bueno, descansa bien para los entrenamientos, debo atender unos asuntos -
- Sí profe, entiendo, mañana lo veo -
Christian intentó pensar en ello, pero estaba demasiado agotado.
- Será mejor que duerma pronto y ya mañana me intentaré poner guapo para cuando vuelva el bambino -
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Vuelven los partidos de la selección y vuelvo io B)
