Gianluca Lapadula, la medicina a nuestros males, la solución a nuestros problemas, la llama de nuestros corazones, la luz que nos guía y que nos impulsa a seguir adelante.
Christian Cueva, trujillano de sangre, el bromista, motivo de nuestras aleg...
- En serio te lo digo, mano a la firme ni borracho te me abalanzaría, ni aunque tomara tanto como tú -
- Cagonazo eres, ¿no? -
Christian Cueva y André Carrillo, quien había regresado el domingo, se encontraban discutiendo por videollamada.
- Es la verdad, antes me daría un coma etílico que verte guapo -
- Encima que ya no te jodo con tu peinado de trapeador ctmr -
- Habla bien Cuevita, que todavía no llega tu macho para defenderte -
- ¿Qué chucha tiene que ver Gianluca en esto? -
- Uyuyuy, yo no he dicho nombres -
- Ah... -
André comenzó a reír.
El motivo por el cual Christian quería cambiarse el look era sorprender a Gianluca, quien llegaría al día siguiente. En una situación normal, él ni siquiera pediría la opinión de su amigo, sin embargo, esta vez era diferente, estaba desesperado.
Necesitaba una respuesta rápida y sincera.
- Ya deja de reírte pe, tamare - dijo Cueva, avergonzado.
- El pez por su boca muere -
- Ponte serio pe mierda -
- Bueno, yaya, me calmo -
André inhaló profundamente y dejo escapar unas leves sonrisas. La verdad es que a pesar de ser bastante chacotero también podía ser alguien confiable y sensato si se lo proponía y fue por ello que Christian había recurrido a él en primer lugar, de entre el resto de sus compañeros.
Lo hizo sin dudar y el que André se pusiera serio, lo hacía sentir aliviado.
- Christian, no necesitas un cambio de look, ya estas bien como estás -
- Oh... - no era la respuesta que esperaba, pero le hizo sentir confianza en sí mismo - Graci... -
- Osea, con o sin cambio de look vas a seguir siendo la misma webada, los que te conocemos te queremos por tus sentimientos, tú no necesitas belleza exterior ya que te sobra belleza interior -
Conforme Carrillo dejaba salir una a una las palabras de su boca, la expresión en el rostro de Cueva se iba deformando cada vez más, aquella humilde sonrisa había desaparecido completamente y, mientras apretaba los dientes, el odio ocupaba sus ojos.
- ¡¡¡AHORA SI TE CAGASTE CONCHATUMARE!!! - colgando la llamada.
André estalló de risa. Aquella noche sus carcajadas se escucharon en toda la ciudad.
A la mañana siguiente el entrenamiento se realizó como de costumbre salvo por un pequeño detalle.
- Ya pe Cuevita, ¿Hasta cuando vas a estar ardido? -
- No me hables conchetumare, toy asao -
- No te pongas en ese plan, te vas a arrugar más de lo que ya estas -
- Y tú sigues por la... -
- Ya mira, mañana después del partido yo les invito unas bien heladitas a ti a tu novio -
- Oe André a la firme me llegas al.. -
- Ya ya, sí, me pasé, lo siento, tamare, encima que les voy a pagar las chelas tengo que disculparme -
Estos dos siempre se jodían, pero Carrillo tenía miedo de haberse excedido esta ocasión y ver a su amigo comportarse de esa manera le preocupaba.
Ambos se miraron y comenzaron a reir.
- Mínimo serán dos cajas, SUPONGO - dijo Christian.
- Tampoco te pases de alcohólico pe -
Esa noche Gianluca volvió al Perú.
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