Epílogo

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La gran boda del primogénito de Lucian Stracci estaba por realizarse en cuestión de horas, el magno evento que estaba en la boca de todos los medios de Italia, se celebraría en Sicilia, en una de las catedrales más hermosas de ese lugar, la recepc...

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La gran boda del primogénito de Lucian Stracci estaba por realizarse en cuestión de horas, el magno evento que estaba en la boca de todos los medios de Italia, se celebraría en Sicilia, en una de las catedrales más hermosas de ese lugar, la recepción se llevaría a cabo en uno de los hoteles de Salvatore en donde estarían hospedadas casi las 600 personas que celebrarían la boda.

El novio ya estaba terminando de arreglar su traje con ayuda de su padrino y hermano del alma, Bartolomeo estaba a su lado con los estilistas acomodando el traje de su hermano de corazón; Salvatore estaba a punto de hacerse en los pantalones de los nervios que sentía, quería que este día fuera perfecto para la mujer de su vida y que su mente solo recordara con felicidad esta fecha.

-Debes relajarte ya debemos irnos para la iglesia- dijo Bartolomeo acomodando la camisa de su traje color caoba, Salvatore había rechazado llevar corbata por el clima en el que estarían celebrando su matrimonio, quería algo más fresco y relajado, como se lo había pedido Gia- quédate quieto debo acomodar el ramillete en tu bolsillo- dijo acomodando la flor favorita de su ya casi esposa en su traje.

-Dios voy a vomitar- dijo el novio pasando las manos por su rostro, en compañía de su mejor amigo llego a la iglesia en donde ya lo estaban esperando todos sus familiares incluido sus padres, su hermano, sus amigos más cercanos; espero pacientemente frente al altar la llegada de su ángel, ella debia estar terminando de ultimar detalles en su aspecto.

No estaba muy alejado de la realidad ya que Gia estaba terminando de ser retocada por todos los estilistas que habían contratado para ella, en compañía suya estaba Reginaldo como su testigo y padrino, Isabella como su dama de honor, junto con Elena y Annie la mujer de su cuñado.

-Estas hermosa mi niña- dijo Reginaldo quien sería el encargado de entregarla en el altar, se subieron a la limosina contratada por Salvatore para ir hasta la iglesia, la marcha nupcial inicio llamando la atención de los invitados y del novio, la ansiedad ataco a Salvatore al no poder ver a Gia; Isabella ingreso al frente seguida por Annie y Elena, ellas caminaban con delicadeza hasta el altar lanzando flores en su camino.

-Dios que entre ya- susurro Salvatore con desesperación viendo como las puertas de la iglesia se abrían dejando ver a una pareja, Gia estaba vestida como lo que era, un ángel, la boca del novio se abrió dejando ver el impacto que le había causado ver a su mujer de esa forma.

-Eres un bastardo con suerte- susurro Bartolomeo detrás suyo, la hermosa Gia estaba con su cabello recogido en un fino arreglo, muy sencillo y elegante, tenía un velo que llegaba hasta más allá de sus pies con encaje en cada uno de sus bordes; su vestido era ceñido a su cuerpo con un corte de sirena, su escote era en la forma de un corazón dejando libre sus hombros, sus brazos estaban cubiertos por un mallado similar al de un encaje fino y delicado.

-No me dejes caer por favor- suplico Gia hacia su mejor amigo que le susurro que siempre estaría a su lado sin importar que, para sostenerla y apoyarla, entre ellos habían sucedido tantas cosas, habían enfrentado discusiones, miedos y a la misma muerte para llegar a este punto en que ambos estaban construyendo su familia; al llegar frente al novio, Gia vio como un par de lágrimas descendían del rostro del amor de su vida.

Vidas Entrelazadas (#2 trilogía distintos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora