Capítulo XII

1.3K 56 16
                                    

Estaba revisando los planos de los edificios que estaban construyéndose en España, la expansión de mis hoteles fuera de Italia me tenia con el trabajo por los cielos, afortunadamente Gia como lo dijo se tomo un descanso de su carrera como bailarin...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba revisando los planos de los edificios que estaban construyéndose en España, la expansión de mis hoteles fuera de Italia me tenia con el trabajo por los cielos, afortunadamente Gia como lo dijo se tomo un descanso de su carrera como bailarina y estaba enfocada en ayudarme, eso me alivio de maneras garrafales mi trabajo.

-Siga- dije al escuchar como la puerta era tocada, Bartolomeo ingreso por el lugar con su rostro con  mas de color, su relación con Reginaldo mejoro considerablemente y ahora eran tan cercanos que estaba seguro que pronto volverían a estar juntos- hermano ¿Qué tal? - le pregunte a mi mejor amigo levantándome para abrazarlo.

-Bien, algo cansado por el trabajo del hospital ¿y tú? - me pregunto- ¿Qué tal las cosas? - me cuestiono, le sonreí emocionado hablándole de todos los planes que tenía para mi empresa, para mi vida y la sorpresa que estaba planeando para Gia, quería reformar su academia y trasladarla a una nueva sede con mucho más espacio y más infraestructura para que creciera.

-Bartolomeo ¿me estas escuchando? – dije hacia mi mejor amigo que parecía perdido en sus pensamientos, agito su cabeza y se giró hacia mí, lo observé con una mueca de preocupación en mi rostro, odiaba sentirlo tan distraído y me asustaba que nuevamente sufriera de depresión como en las épocas en las que Reginaldo tuvo que irse a vivir a Rusia- ¿en qué mundo estabas hermano? - lo observe fijamente- ¿sigues pensando en él? - le pregunte a mi amigo y el asintió nostálgico- ¿no han avanzado ni un poco? – lo cuestione.

-Claro que hemos avanzado- dijo con seguridad- yame permite darle regalos, salimos y pasamos tardes juntos como cuando éramosamigos con beneficios- me explico- él me ha demostrado que está dispuesto a intentarlo nuevamente.

-Entonces ¿Qué pasa? – dije apoyando mis codos en la mesa de mi escritorio- ¿por qué no le has pedido que regresen? – lo cuestione, él suspiro apretando sus manos con nerviosismo- ¿por qué me mandaste a hacer un anillo de compromiso?

-Estoy lleno de terror- dijo mirando otro punto en la habitación- ¿Qué pasa si son ideas mías y él ya no siente lo mismo por mí? - confeso sus verdaderas inseguridades, lo observe con burla por la idiotez que estaba diciendo- ¿Qué? ¿por qué me miras de ese modo? - dijo ofendido.

- ¿Desde cuándo estas inseguro de algo como aquello? - dije riéndome de su absurdo comportamiento- eres Bartolomeo Ricci, el genio de la familia, el hombre más seguro y decidido que he conocido desde que tengo uso de razón- le recordé, él me enseño a ser lo que hoy era, fue casi como un hermano mayor para mí, no iba a permitir que se volviera inseguro a estas alturas del partido- si él no siente lo mismo, lo enamoras y es todo- afirme- ¿vas a perder a tu gatito por esta estupidez? – le pregunte y negó más tranquilo.

-Tienes razón no lo perderé, no después de todo lo que he hecho para recuperarlo- dijo, la puerta se abrió dando paso a mi hermosa prometida, mi corazón salto en el pecho al verla caminar en mi dirección, estaba vestida con un pantalón negro ceñido a su cuerpo, una camisa de tirantes grises que tenía un escote suelto en su pecho, lo combinaba con un blazer rosado y zapatos de tacón del mismo color.

Vidas Entrelazadas (#2 trilogía distintos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora