Cuando acepté ser la novia de Ben hace seis meses, jamás imaginé todo lo que eso conllevaría.
Sí, tenía claro que los ojos de todos estarían sobre nosotros, pero no pensé que las cosas pudieran llegar tan lejos.
¿Y por qué no lo hice a pesar de to...
Ben's POV: La luz del día ya se coloba a través de las cortinas del dormitorio. Abrí mis párpados lentamente, tratando de despertarme. Sentía una leve presión en la cabeza. Me llevé una mano a los ojos. Mal y yo no nos emborrachamos anoche, pero igualmente fue más alcohol del que estoy acostumbrado. Aunque bueno, no hay nada que un buen café no alivie.
Traté de levantar mi otro brazo pero sentía que algo lo aplastaba. Al bajar mi vista me encontré con el rostro de mi hermosa novia. Tiene los labios entreabiertos y duerme profundamente. Su cabello morado me hizo cosquillas en la punta de mi nariz cuando besé su coronilla.
-¿Amor? - la agité suavemente, no queriendo ser brusco.
Ella balbuceó algo dormida. Esperé unos segundos hasta que empezó a reaccionar.
-Princesa, ¿podrías dejar que me levante por favor? Puedes descansar todo lo que quieras mientras que me doy un baño.
-Está bien- dijo adormilada.
Se removió un poco y rodó hacia el otro lado, liberando mi brazo. Lo estiré y me levanté. Ella se acurrucó en mi almohada y volvió a cerrar los ojos. Sonreí por lo tierna que se ve. Subí las sábanas y la cobija, arropándola para que no le de frío.
Recogí el desastre que dejamos en el suelo con nuestros disfraces y entré al baño, terminando de destensar mis músculos. Abrí la llave del agua y esperé a que estuviera lo suficientemente caliente para entrar.
Luego de unos minutos salí seco, con la toalla alrededor de mi cintura. Mal aún sigue durmiendo, así que hice el menor ruido posible para no molestarla. Me coloqué una camiseta azul marino con franjas amarillas y unos jeans. Terminé de ponerme los zapatos y le dejé una nota en la mesa de noche avisándole que iría a buscar nuestro desayuno y regresaría.
Cerré la puerta silenciosamente y caminé por los pasillos de la preparatoria. No me sorprendió no ver a casi nadie dado a que es sábado y muchos fueron a fiestas.
Sé que pasamos mucho tiempo juntos anoche, pero apenas nos vimos estos días así que quiero darle algo especial. Lamentablemente ella no tuvo mucho de niña, y me encanta poder darle detalles, aunque sean pequeños. Caminé unos minutos hasta el café que está a unos minutos de la escuela.