Parte 2. Capítulo 4

219 16 2
                                    

T/n comenzó sus entrenamientos de los cuales siempre acababa completamente destrozada, no se comparaba con los métodos de Shu. Recordaba el primero de todos ellos donde iba de sobrada hasta que un veterano contratado por Shaw le dio una paliza de la que logró salir a duras penas. Ahí fue donde abrió los ojos, por muchos años que hubiese entrenado no era tan buena como ella creía. Aprendió a usar armas que apenas ella misma conocía, fue sometida al frío y al calor extremo hasta el punto de caer desmayada en el suelo. En las primeras tres semanas no podía apenas tenerse en pie, pero consiguió habituarse y a mejorar durante dos meses.

Caminaba por los pasillos de aquel edificio, aquel era el día en el que recibiría el primer trabajo después de aquellos dos meses, entró al despacho de Shaw. El contrario no mencionó palabra alguna y le extendió una carpeta, se apresuró a leer por encima la información e hizo una expresión de asombro.

Wow... Me gusta este trabajo —respondió con una sonrisa.

Sabía que te gustaría, tienes toda la información en esa carpeta —Habló y bebió de una copa de whisky que había sobre su mesa de despacho.

No he hecho ningún trabajo semejante a este, aunque debo decir que estoy entusiasmada, no se detiene una red de narcotráfico así como así se lleva bastante tiempo en hacerlo.

Cerró la carpeta y se despidió de Shaw haciendo una leve reverencia con su cabeza, subió al ascensor y pulsó el botón que le llevaba al garaje, quería comenzar cuanto antes. Nunca le habían entregado un trabajo como aquel, si había matado a algún que otro camello pero nunca parar una red de narcotráfico. Subió al coche que siempre la llevaba y traía, estaba deseosa de leer con detenimiento aquella carpeta aparte de recopilar algo de información ella misma. Una vez llegó a su mansión subió corriendo las escaleras, no sin antes saludar a su amada dama de llaves que se había convertido en una segunda madre para ella.

Entró en una de las habitaciones de la gran casa, era una especie de estudio provisto de un par de estanterías repletas de libros, una mesa de escritorio con un ordenador y un par de sillones al lado de un ventanal. Tomó asiento y comenzó a leer el contenido de aquella carpeta, le llevó un rato leer aquel tocho de papeles y una vez terminó dio un suspiro bastante largo.

Caminó hasta el escritorio y extendió todos y cada uno de los papeles, los ojeó y fue colocándolos en una gran pizarra blanca que había colgada sobre la pared, justo en el centro de esta colocó las fotografías de varios integrantes de aquella red de narcotráfico, si acababa con aquellas personas la red caería por su propio peso. 

Extendió sobre el escritorio un gran mapa de la ciudad y sus alrededores, cogió un papel y comenzó a localizar cada uno de los puntos de recogida de cargamento junto con las fechas y horas de cada uno de ello. Después de estar por unas dos horas absorbiendo toda aquella información, logró conseguir la ubicación del próximo punto de recogida y la fecha de este gracias a que había cierta secuencia entre aquellos días.

Sonrió ampliamente y marcó el lugar en el mapa con una "X". 

Por fin tendré algo de acción... —Murmuró para si misma.

Según sus cálculos, la próxima recogida era aquella misma noche en el antiguo puerto de carga de la ciudad, si lo pensaba bien, aquel era el lugar perfecto para una entrega de cargamento. Estudió los planos del puerto y marcó los posibles lugares donde podría ocultarse, eran bastantes debido a las grandes pilas de contenedores.

Todavía quedaban varias horas, no dudó en tomar un descanso y bajar a comer, una vez terminó, caminó hasta el sótano para seleccionar las armas que llevaría, de primeras quería llevar armas de asalto pero cambió de opinión cuando su mirada fue a parar a una vitrina. Caminó hacia aquella vitrina y sacó el arma que contenía, era un fusil de francotirador de color negro. A T/n le fascinaban aquellas armas, entonces cambió la estrategia de su plan y guardó el fusil en una funda junto con todas las balas de este, cogió un pequeño revólver y un cuchillo por si la cosa se torcía o había algún percance. Guardó el fusil en un coche que Shaw dejó en su garaje para que pudiera realizar aquel trabajo.

Todavía quedaban alrededor de tres horas, le dio tiempo a tomar un baño y preparar su ropa y cabello. Se vistió con unos pantalones ajustados de color negro y en la parte superior un top negro el cual cubrió con un chaleco antibalas ajustado a su torso, terminó de vestirse calzándose unas botas militares con algo de tacón. Peinó su cabello en una cola de caballo. Ya era de noche cuando salió de la casa, según había previsto uno de los objetivos estaría hoy en la recogida del cargamento y aquella era la oportunidad de oro para acabar con él, pasó todo el trayecto concentrada repasando de memoria los planos del puerto, recordó que había un edificio que apenas se usaba y que sería el lugar adecuado para quedarse y usar el fusil. Quería acabarle con un solo disparo y aquel era el lugar idóneo para lograrlo, estacionó el coche un tanto lejos, lo suficiente para no levantar sospechas y poder escapar si la cosa se torcía. Bajó del coche y cogió todas sus cosas, era la hora del cambio de guardia por lo que le sería fácil entrar en el muelle, ocultándose entre las sombras, pasó la valla y entró en aquel edificio que vio en los planos. Era un antiguo almacén de mercancías que solo se usaba para guardar chatarras y viejos contenedores oxidados, subió las escaleras hasta el segundo piso y seleccionó una de las múltiples ventanas viejas, la cual tenía mejor perspectiva que las demás. Todavía era pronto y se apoyo en la ventana contemplando las vistas que le ofrecía esta hacia el mar, completamente embravecido y azotando los antiguos pilares del puerto, dio un suspiro prolongado, su mente se inundó de innumerables recuerdos de cuando era niña, su madre intentó hacer un esfuerzo por llevarla a pasar un día en la playa. Aquel día fue inolvidable para T/n, de tan solo unos cinco años de edad quedó fascinada por la gran masa de agua de un azul turquesa brillante que se imponía ante ella. 

Volvió en sí y se preparó, a lo lejos se veía un pequeño barco pesquero, que se acercaba con varias cajas y justo a tiempo llegó una camioneta negra que se camuflaba medianamente bien entre la penumbra. Se quedó pendiente de como conversaban varios hombres los cuales cargaban las múltiples cajas en la camioneta, hasta que visualizó su objetivo, presionó lentamente el gatillo pero se detuvo al escuchar voces un tanto familiares que se escuchaban por aquel almacén. Se sobresaltó y asomó por la barandilla del segundo piso logrando ver a MinGi y YeoSang, se quedó en estado de shock y se echó hacia atrás cuando un disparo rozó el lugar de la barandilla donde estaba.

¿Quién hay ahí? —Preguntó YeoSang alzando la voz.

No respondió, rápidamente cogió sus cosas y bajó las escaleras ocultándose entre varios contenedores, los contrarios dispararon varias veces llamando la atención de sus otros seis compañeros.

¿Qué demonios estáis haciendo? —Preguntó su líder, con un tono de enfado— Se han escapado y vosotros aquí pegándole tiros a la nada.

Hyung hemos visto a alguien —Replicó Min.

T/n comenzó a caminar lentamente en dirección a la salida, pero por accidente acabó tirando una barra de metal que había en uno de los montones al quedársele enganchada a la ropa.

Mierda... —Murmuró para ella misma.

No tardaron en escucharse disparos que rebotaban sobre el metal y dejaban marcas en los contenedores, sin más remedio tuvo que alejarse de la salida y echar a correr buscando otra salida. Vio una ventana abierta y no dudó en correr hacia ella a toda velocidad, no contó en que uno de ellos se pararía justo enfrente de ella. No logró frenar a tiempo, acabó chocando con el contrario, quedando tirados en el suelo. T/n se levantó adolorida e hizo contacto visual con Min.

¿T/N? —Preguntó algo conmocionado.

Rápidamente salió por la ventana y echó a correr fuera del muelle, no paró hasta llegar a su vehículo y estar lejos de aquel lugar.




La Sombra Escarlata - (ATEEZ Y TÚ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora