✓ | 𝐖𝐫𝐨𝐧𝐠 𝐏𝐚𝐭𝐡¹ ─ Dean Winchester

Cap. 18

¿Adivinen qué? Son las putas 9 en punto de la maldita mañana y hace media hora que salimos de Lawrence porque Dean decidió salir como hora y media antes de lo acordado y ni tan siquiera he desayunado porque estuvo toda la mañana jode y jode apurándome para irnos disque para no coger tanto tráfico. Lo odio, se los juro.

—Voy a decirte una sola cosa, si no paramos en un maldito lugar para comer, vas a tener que dejarme a mitad de camino porque me voy a poner de tan mal humor que no vas a aguantar estar 6 horas conmigo en el carro— le dije

—Okay, relájate un poco, mira el celular dice que en 15 minutos hay diferentes lugares para comer— dijo —Tú decides dónde comemos, bebé—

—Por supuesto que voy a decidir yo— asentí —Y no trates de flirtear conmigo en este estado— lo señalé y él rió

*vamos a poner a narrar a Dean un rato*

15 minutos después, llegamos a un McDonalds porque Nora se antojó de comer ahí así que aquí estamos. Pedimos la comida y nos fuimos a sentar a una mesa a comer.

—¿Te dieron bacon?— me preguntó acercándose a ver mi plato

—Aléjate, no voy a darte de mi bacon—

—Pero que egoísta eres, ¡tienes 5!— me dijo

—Nadie te mandó a pedir salchicha en vez de bacon—

—¡Dean!— chasqueó su lengua —Hay mucha fila y no voy a ir a pedirles que me cambien la salchicha por el bacon—

—Problema tuyo— me encogí de hombros mientras metía el sorbeto en el vaso de refresco

—¡Dean!— se quejó mientras se cruzaba de brazos

—Ay toma llorona— le di uno de mis bacon —No me pidas más ninguno—

—No me digas llorona— frunció sus cejas

—Ya, ponte a comer— le di el tenedor —Llorona— le dije y ella me miró mal

Nos pusimos a comer y cuando terminamos, Nora se compró un helado así que todavía estamos aquí esperando que se lo coma.

—¿Ya estás de buen humor?— dije viendo como se metía la cuchara a la boca mientras hacía un pequeño bailecito al ritmo de la canción que estaban pasando por los altavoces

—Mhmm— asintió y yo reí —¿Quieres?— me ofreció del helado

—Un poco, sí— dije y me pasó el vaso

—¿Qué hora es?— me preguntó y yo miré mi reloj

—9:42— le dije mientras comía del helado

—Salimos demasiado de temprano— hizo una mueca y yo la miré

—Salimos bien, lo que pasa es que eres una dramática— le devolví el helado

—El viernes quedamos en irnos a las 10 de la mañana y cuando salimos de casa no eran ni las 8:30—

—Pero vinimos a comprar desayuno y tú pudiste elegir dónde— le dije —Tuvimos un date—

—No fue un date— rodó sus ojos riendo

—Cuando comimos pizza sí fue un date—

—Tampoco— dijo riendo

—¿Por qué tratas de negarlo?— me eché hacia al frente en la mesa y ella se empezó a reír

—¿Acaso has tenido un date antes?—

—Te llegué a mencionar que tal vez tuve uno una vez— asentí —¿Por qué? ¿Crees que no sé qué es un date?— rodé mis ojos y ella rió