Latte -Terminada-

Dalias y Crisantemos

El funeral de Kacchan fue privado, solo familiares y amigos cercanos asistieron, Deku al no estar presente en la mayor parte de su vida no pudo asistir, más que nada fue por decisión de Kirishima, necesitaba salud mental después de todo lo que tuvo que encargarse y tener al ''amante'' de su ex prometido sentado a unos cuantos metros de el seria devastador.
Para ambos el suicidio de Bakugo habia sido catastrofico, cambiando su vida profundamente lo suficiente como para dejar meses fuera del trabajo a Eijirou y a Izuku renunciar a su puesto. De nuevo un sueño truncado en el cual Katsuki había tomado mucha participación.
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Como cada año el día de su muerte se hacía un pequeño homenaje a Dynamight, nunca usaban la mala imagen que había dado los últimos meses de su vida, y mucho menos mencionaban la supuesta infidelidad, siempre mostraban todo lo bueno y su contribución a la sociedad de héroes, gracias a aquel accidente la salud mental fue tomada muchísimo más en serio, dándole privacidad a los proheros cuando pasaban por momentos difíciles, se hicieron leyes en los cuales la prensa tenía que respetar la intimidad de estos y cada año otorgaban una disculpa publica por todo el daño causado a familiares y amigos.
Red Riot pasó tres años de su vida yendo a terapia, con tratamientos psiquiátrico para poder superar su pérdida mucho más rápido, vendió el departamento y se compró una casa en un lugar poco poblado cerca de la ciudad, seguía siendo un héroe pero gracias a todo este accidente decidió alejarse de la fama y entrevistas, Eraser fue un buen mentor para enseñarle como escapar y evadir con formalidad.
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Para Izuku fue solo un poco más difícil, al ser el que acabó con el número uno la culpa siempre lo consumió, dejando su trabajo por obvias razones, el Deku de escuela media volvió a el hundiendolo en la depresión más grande de su vida, podía pasar días enteros sin ver la luz del sol o siquiera consumir algún alimento, los últimos momentos que compartió con Bakugo habían sido desgarradores, él quería encargarse del cuerpo de su amigo pero los médicos al no saber qué relación tenía con el optaron por llamar a Eijirou, desde entonces no pudo hacer nada, ni siquiera se le había permitido asistir al funeral, así que la única imagen de tenia de Katsuki era de sus muñecas ensangrentadas y mirada perdida. En las noches no dormia y su cuerpo que de por si era delgado empezó a empeorar.
Inko le imploró que por favor regresara a la casa con el miedo de que su hijo compartiera el mismo destino, por lo menos ella lo iba a mantener vigilado de que no hiciera algo estúpido, le dolia a ver a su niño tan triste y abatido, ella hacia las comidas favoritas para levantarle el animo sin resultados notables. Deku con suerte salia a bañarse o tomar un poco de agua, siempre procurando que Inko no lo viera, aunque esta vez fue inevitable.
''Izuku, por favor reconsidera lo que te dije, no puedo verte de esta manera''
Días antes habían hablado acerca de buscar ayuda profesional que esto no era para nada normal, era algo que necesitaba urgentemente y aunque Zuku lo sabía no se sentía lo suficientemente listo como para contarle sus problemas a un desconocido, un desconocido que probablemente se había enterado de todo, era humillante pensarlo, ni en un millón años podría superar esto.
Pero ahí estaba su madre de rodillas implorando al cabello verde que por favor aceptara la ayuda.
''No quiero que hagas algo tonto, por favor, deja de preocuparme''. Una ola de culpa golpeó a Izuku, no era la primera vez que el pensamiento de dejar sufriendo a su madre lo hacía cambiar de parecer.
''Ok'' fue lo único que pudo salir de sus labios después de estar ignorando sus problemas tanto tiempo.
Recobrar autoestima y valor fue más complicado que aceptar que necesitaba ayuda, sin Inko jamás hubiera salido adelante solo, poco a poco la ausencia de Kacchan parecía más una leyenda urbana que una pesadilla constante.
Nadie se esperaba que en el aniversario de su muerte harían un pequeño homenaje, esto preocupaba a Inko, no sabía cómo podría reaccionar Izuku, trató por todos los medios que no se enterara fracasando evidentemente, no es como si pudiera apagar la tele y ya, las redes sociales estaban llenas de ello, inclusive su terapista le llamó ese día solo para comprobar que su paciente no tuviera una recaída, afortunadamente para Deku esto era más liberacional que perjudicante, que le hicieran un homenaje significaba que la sociedad lo seguía reconociendo como héroe, que habían olvidado sus fallas.
El homenaje terminó con una disculpa de la prensa, lamentando que las cosas se hayan de salido de control que nadie merecía ser tratado de esa manera, haber orillado a un héroe de ese reconocimiento a ese terrible final marcaba un punto y aparte en la sociedad, era algo de qué avergonzarse, pero el daño ya estaba hecho, nada podía hacer que Kacchan volviera a la vida, que tuviera un desenlace distinto, nuevamente se le vino a la mente esa frase ''Quizás en otra vida, cierto?''
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Cada cumpleaños y aniversario de muerte Eijirou iba a visitar la tumba y siempre antes de que él llegase un pequeño ramo se le adelantaba, al igual que él esta persona veía a Katsuki en estos días. Pero hoy después de tres años no había ningún rastro de otra flor. En la mente de Kirishima era obvio quien podría ser, pudo haberle dicho a los encargados del cementerio que no lo dejaran entrar, que solo determinadas personas podrían visitarlo, sin embargo nunca lo hizo, ver los crisantemos cada año antes que sus Dalias se había convertido en un hábito, pero lo se le hacía más divertido era que estas dos flores se parecían tanto, quizás nunca podría desaparecer de la sombra de aquel amante.
Eijirou estaba enfrente de la tumba de Kats cuando sus pensamientos se vieron interrumpidos por un chico pelo verde, pecas y ojos grandes color esmeralda, al bajar su mirada para ver que sostenía un ramo de Crisantemos blancos llamó su atención.
''P-perdón, me voy''
''No, no, quédate aquí, ya casi me voy''
Izuku se acercó lentamente dejando el ramo y haciendo una oración corta, era incómodo, por fin después de tantos años se había vuelto a encontrar con Red Riot pero no en las circunstancias que él deseaba.
''Tu nombre... cual es tu nombre?'' Que el pelirrojo le hablara era repentino, y más aún preguntar su nombre, pensó que ya lo sabía, pensó que había investigado cada parte de su vida, al parecer no fue así.
''Midoriya Izuku''
Eijirou a enfocar más su vista pudo reconocerlo, era aquel entrevistador del evento de Crimson y el nombre, por dios como pudo haberlo olvidado, fue el mismo que se explayo tanto en esa tesis sobre los puntos débiles de Katsuki. Pequeños celos burbujeaban en sus adentros, lo conocía, y lo hacía muy bien, pero era tonto preguntar o si quiera interrogar como se conocieron que relación tenian y el por qué? Su terapeuta estaría decepcionado y el avance se iría a la mierda con cada pregunta.
''Siento no haberte dejado asistir al funeral''
''.... No importa''
El silencio era terrible y las ganas de obtener respuestas eran abismales, sin embargo no sería muy educado hacerlo frente a un muerto en medio de un cementerio.
''Así que, eras su amigo de la infancia?'' preguntó Kirishima sin mucho ánimo. Recibiendo una respuesta de igual calibre. ''Si''
''Nunca me dijo que tenía alguno...aunque bueno Katsuki nunca me dijo muchas cosas'' El estómago de Deku se revolvía, todo lo que ocurrió esa noche con Kacchan le pasó enfrente de sus ojos.
''Lo siento mucho''
''Está bien hombre, tranquilo'' No, no estaba bien, quería llorar, quería gritar, quería preguntarle tantas cosas, quería respuestas desesperadas, estaba harto de pretender, harto de tener esa maldita incertidumbre que tuvo por tres largos años. Cuando agarró valor, antes de siquiera abrir la boca fue interrumpido por la alarma del peliverde.
''Disculpa, tengo que irme'' ofreció una reverencia pequeña y se fue lo más rápido que pudo dejando a Kirishima con las palabras en la boca.