Sus ojos comenzaron a pesar, y nuevamente se sumió en un profundo sueño.
¿Dónde estoy?...
-No Puedes escapar de mi Ana, no puedes.-¿Nuevamente esa voz?...
¡¿Por qué me persigues?!...-Grite lo más fuerte que pude. No podía ver nada, estaba tan oscuro que ni el suelo se podía ver.
-No Puedes escapar de mi Ana, no puedes- Repetía
Unos ojos brillaron alumbrando el lugar. Me encontraba atada una cama, mientras sentía como esa cosa se acercaba a mi. Comenzó a besar mis talones, subiendo por mis piernas y muslos, su lengua afilada se paseaba por mis piernas, y luego subía a mi estómago.
-¡SUÉLTAME! - grito Ana despertando
-Dios Ana, estás desquiciada-Dijo Dani a su lado, quien la había despertado.-Tranquila, ha Sido una pesadilla- se preocupó al ver el rostro de Ana.