Dieciocho

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Ambas desnudas sobre la cama de Ana. El ambiente perfecto y la temperatura perfecta.

No había ningún contacto entre los cuerpos aún, así que al ver que Verónica no hacía mucho, Ana aventuró por tomar sus labios entre los suyos.

El beso se volvió más salvaje en cuestión de segundos.

Algo comenzó a crecer en el vientre de Ana, la cual se separó un poco para comprobar que era, y se sorprendió.

–¿Un pene?–preguntó

–Puedo tomar la forma que quiera.–Dijo Vero, volviendo a besarla. Ana era adictiva.

–Momento, momento.–Se separó.–Yo no quiero un pene. Quiero un cuerpo femenino de pies a cabeza

–Aqui las decisiones las tomo yo.–Y sin previo aviso se introdujo en Ana.

Devil is a ♀️👠 -VerAna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora