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-Entendido señor, si quiere la dirección o que alguno de mis muchachos lo lleve usted me avisa, estamos a sus órdenes.

-Bien, te puedes retirar.

Así que hay una maldita perra que no quiere pagar, tiene suerte de que hice un convenio para evitar que hubiese más gente muerta sin una razón suficientemente buena porque si no ya hubiese dado luz verde para que la acribillaran, nadie jugaría con lo mío.

Hace rato tengo la dirección y estoy terminando de comer para ir, no pienso perder mi tiempo y de paso tener el estómago vacío. Apenas termino me monto en mi auto y me voy a la casa.

Mientras más cerca estoy más se ve el deterioro de la zona, y el gps me detiene frente a una casa que parece que está de pie por milagro, me bajo no sin antes agarrar mi arma y un silenciador. Empiezo a tocar la puerta, pero parece que nadie está en casa o eso pensé hasta que escucho unos ruidos de una niñita y unas ¿cadenas? Lo único que entiendo es ayuda y sótano, pero por alguna razón esos gritos de ayuda hacen que rompa la puerta y vaya en busca de esa voz, juro que es una niña que parece que lleva rato gritando, y escucho un golpe en seco proveniente de un pasillo, busco la linterna de mi teléfono y me apresuro a ver qué diablos fue todo ese escándalo y lo que veo me impresiona

Es un cuerpo bajo telas viejas y enormes y una cabellera frondosa y larga que le tapa la cara, no puede tener más de 12 años y mientras me acerco noto un destello, mi luz ha chocado con un metal y ahí me doy cuenta de que la niña está encadenada a la pared, mientras me acerco le pregunto si esta bien pero cuando no puedo ver que esta respirando salgo corriendo e intento sacar a esta pobre niña, pero no puedo sacarle la cadena por lo que me decido a sacar mi arma y disparar a la cadena.

La levanto y juraría que mi perro pesa más que ella, es tan liviana como una pluma, la llevo a la sala y prendo la luz y le descubro la cara para encontrarme con un rostro muy demacrado y pálido, luego de darme cuenta de que su pulso es débil, pero sigue ahí le pongo mi chaqueta encima y decido que ella será mi recompensa por el pago, teniendo esto en mente busco un papel y un lápiz y le dejo una nota a la dueña

"Vine a buscarte a ti, pero no estabas, me he encontrado con quien creo que es tu hija, la tomaré como pago de tus deudas, total, no creo que realmente la quieras viendo en el estado que ella se encuentra, no intentes buscarla o mi siguiente decoración será tu cabeza como portalápices.

Estás libre de deudas, querías que alguien con autoridad hablara contigo para resolver el pago, tristemente no estabas y yo no espero por una cualquiera, ya fui suficientemente amable con venir a esta pocilga.

Atentamente: El jefe"

Agarro el cuerpo débil de esta niña y la subo a mi carro en la parte trasera, cierro la puerta y me subo adelante y llamo de una vez a Teo, mi mejor amigo que es doctor, para que la revise.

Narra Micaela

Despierto por una charla que ocurre no muy lejos de mi y me despierto de golpe a pedir perdón y prometiendo que jamás iba a poner mis necesidades por encima de ella y diciendo que entendí mi castigo y que me lo merecía por inútil hasta que una voz que no reconozco me pregunta que rayos estoy haciendo y me tenso y automáticamente bajo la cabeza evitando el contacto visual.

-Hey, niña, ¿no piensas verme a la cara? Te estoy preguntando qué rayos balbuceaste.

-Y-yo lo s-siento señor, pensé-é que est-taba frente a mi madre.

-Disculpen por ser tan metiche, pero... Niña, tengo que hacerte algunas preguntas, soy un doctor así que está bien.

Y por primera vez soy capaz de levantar mi cara para ver a un doctor por primera vez desde que tengo memoria.

-Hola señor doctor, mi nombre es Micaela, ¿me podría decir porque mi madre me ha traído con usted? Desde que tengo memoria no había visto a un doctor, digo, si no le incomoda, perdón si estoy pidiendo de más, solo me causan curiosidad los doctores.

-¿Qué? ¿Jamás has asistido al médico? ¿Nunca has ido a un hospital?

-No señor doctor, mi madre dice que los hospitales solo son como las máquinas tragamonedas para los tontos y que los doctores solo buscan sacarte dinero a costa de enfermedades que puedes curar tú mismo desde casa.

+Pues tu mami es una tonta, pero no vengo a discutir sobre la falta de sentido común de tu madre. Dime querida Niña, ¿cuál es tu nombre completo? ¿Qué edad tienes? ¿Cómo se llaman tu madre y tu padre? ¿Por qué estabas en un sótano? ¿Puedes contarnos un poco acerca de tu rutina diaria?

-Señor doctor, ¿dónde está mi madre? ¿Y quién es él? ¿También es un doctor?

-Bueno niña, como yo pregunté primero, tú me respondes primero mis preguntas, luego yo respondo las tuyas, ¿ok?

-Ok señor doctor, mi nombre completo es Micaela Ross, tengo 16 años, mi madre se llama Lauren Ross, no conozco a mi padre, estaba ahí porque en la mañana no pude limpiar el vómito; basura y alcohol en el piso y hacer el desayuno de mi madre y su nuevo novio antes de la hora en la que ella se levanta pero juro que lo intenté, luego mi mamá me dejó salir para decirle lo bien que le quedaba su ropa para salir pero tenia mucha sed y no podía hablar bien y le pedí agua antes de poder seguir diciéndole lo bien que se veía y fui una idiota por querer poner mis necesidades antes que a mi madre... ¿cuál era la otra pregunta?

No me había dado cuenta de que mientras hacía un recuento unas cuantas lágrimas rebeldes habían empezado a bajar por mis mejillas y estaba mirando al piso, cuando levanto la cara puedo ver al señor doctor llorando también y al otro señor rojo... oh no, creo que dije algo mal y están molestos conmigo, se que no los conozco, pero ellos no me habían insultado en todo este tiempo y me empezaban a agradar, en especial el señor doctor, se ve bastante amigable.

-S-señor doctor, ¿dije algo mal?, lo lamento, por favor díganme que dije mal para no volver a hacerlo, juro que no fue mi intención, lo lamento mucho, por favor no me golpeen.

Digo mientras lloro, pero noto que el señor doctor se me acerca y yo me asusto y por reflejo propio me cubro mientras me arrimo hacia atrás esperando el golpe, pero no llega a mí, llega a la mesita de al frente y el ruido fuerte me asustó, pero solo veo como el otro señor doctor se levanta rojo diciendo palabrotas a lo cual me asusto más.

-Micaela, disculpa si te incomodé, yo no te voy a golpear, solo quería darte un abrazo, pero dejemos eso para después, mi última pregunta fue ¿puedes contarme un poco sobre tu rutina diaria? Y mi nombre es Teo, no señor doctor, así que dime Teo

-Si señor doc- digo Teo, eh... usualmente me levanto a las 6 de la mañana si mi madre tuvo visita o si algún novio se está quedando para limpiar la casa y hacerles desayuno antes de las 8 am, si no, puedo levantarme a las 7:30 am ya que mamá se levanta a eso de las 11 y eso me da más chance para hacerle desayuno y almuerzo y limpiar la casa o el patio. Apenas me levanto hago algunos estiramientos ya que siempre me duele la espalda por dormir en el piso del ático sobre colchas viejas, me baño con agua fría desde un balde ya que mi regadera no sirve y hago mis labores en la casa, luego de hacerle la comida a mi mamá, si tengo suerte logro comer algo o si no me voy a mi cuarto e intento pasar lo más desapercibida que puedo ante los ojos de mi madre, a veces lavo la ropa y otras veces, si tengo suerte, puedo estudiar un poco y no salgo hasta el siguiente día.

-E-entonces vas a la escuela, eso es bueno

-No Señor Teo, yo no voy a la escuela hace años ya que mi mamá no me lo permite, pero a veces sus novios dejan o me regalan libros y me enseñan cosas a veces, pero no le digas a mi mamá por favor.

-Entiendo, ¿podrías decirme cada cuanto comes un plato de comida?

-Cada dos días o si hago todo bien y recién le dan el dinero a mi mamá del servicio social una vez al día, a veces puedo comer chocolate, esos son mis días favoritos.

Suelto una pequeña risa y veo como Teo me sonríe, pero no noto malicia en sus ojos, solo ¿tristeza? ¿Por qué? Los días de chocolate son los mejores y mientras me pierdo en mi mundo de comida algo me distrae, o más bien algo nos distrae y es mi estómago gruñendo, y de inmediato me pongo nerviosa y aun no sé cómo llegué aquí o dónde está mi madre.

Maf... Daddy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora