Maf... Daddy?

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-Bueno, bienvenida a mi consultorio, aquí es donde paso la mayor parte del tiempo cuando estoy trabajando, otras veces estoy en la cafetería, haciendo rondas, en la oficina o sala de descanso en la que estábamos. Queremos que esto sea un proceso rápido e indoloro para ti ¿está bien? puedes decirnos si te incomoda cualquier cosa.

-No quiero que haya mujeres.

-¿Disculpa?

-No me agradan las mujeres.

-Oh, entiendo, no te preocupes, solo seremos nosotros y todos somos hombres aunque puede que haya alguna enfermera mujer, pero me aseguraré de que no te toquen, ¿estas bien con eso?

-Mientras no se me acerquen mucho, todo bien.

Me piden pararme sobre una cosa que según mide mi estatura y peso, me piden hacer respiraciones mientras ponen una cosa en mi espalda y pecho, me revisan los ojos, oídos y boca, también extremidades. Hasta que llegan a una parte en la que me incomoda... si, al parecer necesitan sacarme sangre, no es que le tema a las agujas, solo me ponen un poco nerviosa, así que saco a mi peluche de mi mochila y lo abrazo, dicen que es para revisar que todo esté en orden aunque los tres sabemos que es para ver que tan mal estoy.

-Ok, ya que pasamos por el examen físico, vamos a hablar. Tu tío nos comentó que tienes periodos muy irregulares y que cuando los tienes te duele mucho.

-Si, a veces me dan nauseas y mareos que han hecho que me desmaye o sangre demasiado.

-Entiendo, por favor recuéstate en la camilla, te haré una ecografía.

-¿Me va a doler?

-Para nada, solo necesito que te quites el abrigo y luego pondré un gel sobre tu pelvis para pasar una especie de varita que me permitirá ver dentro de ti.

Hago lo que me pide y en cuanto pone el gel me doy cuenta de que está demasiado frío.

-Lo lamento, debí advertirte que este gel es frío.

Pasa la varita y veo como su cara se pone seria de repente y llama a Matthew quien estaba sentado frente al escritorio en su teléfono, le susurra algo al oído y este se va.

-Mica, quiero que no te muevas, quédate tranquila, necesito hablar con tu tío.

Minutos después llegan los chicos y todos se ponen a mi alrededor pero no me están viendo a mi, sino a la pantalla.

-Chicos, ¿ven eso?

-Lo vemos.

-¿Estás seguro de que es eso?

-Nada es seguro, hace rato le saque sangre para hacerle unos exámenes pero tendré que agregar uno para esto.

-Hay que operarla lo antes posible si esto resulta ser cierto.

-Pero, ¿Cómo puede estar tan avanzado si es tan pequeña?

-No lo sabemos, quizás se lastimó demás cuando aun vivía con su madre y esto causó que empeorase más rápido de lo normal.

-Necesito llamar a Owen, tú haz lo que tengas que hacer.

Quiero preguntarles qué pasa pero están tan concentrados que me da miedo hacerlo.

Narra Owen

Estoy leyendo los documentos para poder empaparme de lo último que ha estado sucediendo en la empresa cuando de repente me llega una videollamada de Teo, sin pensarlo dos veces la acepto y mi estado de ánimo cambia completamente cuando veo su cara de enojo... demonios, ¿ahora que hice?

-Owen, necesitamos hablar, no lo hago para preocuparte pero realmente necesito que estés al tanto de lo que está pasando.

-¿Qué pasa?