No. 1 Party Anthem [pausada]

Imprint - Capitulo 4

Harry se encuentra en el jardin de la propiedad, no todo es tan malo. Aun en su corazon recuerda a sus ancestros quienes desaparecieron en el tiempo y se volvieron parte de esta mansión.

La incertidumbre es algo que no le gusta a Harry pero saber que su destino es vivir acá por el resto de sus días es aterrador. Esta tan hundido en sus pensamientos que apenas nota un olor a galletas y musgo en la lejanía, cada vez se acerca más, es muy cómodo.

Lo ve, no sabe quien es. Ojos cafés igual que su pelo, tiene cara de cachorro. Una sonrisa acompañando el plato de galletas en su mano, se siente familiar.

Recuerda cuando el y Taylor hacían galletas mientras ella cantaba algunas canciones que componía. Extraña eso, extraña su compañía, la de todos, extraña su hogar y quienes lo conforman. Niall, Taylor y el han sido amigos de toda la vida.

Extraña tener a alguien que te conoce tanto como la palma de su mano. Seguro Niall ya se va a casar, el recuerda cuan nervioso estaba de proponerle matrimonio a Shawn. El quiere eso, talvez no casarse, perdí decidir el futuro, hacer cosas, tener sensaciones como nervios, felicidad y entusiasmo cada vez que haga algo nuevo que el decidió.

"Hola" dice el chico con las galletas. Se sienta a su lado y le ofrece una.

"Eres Harry no? Soy Liam, te daría una introducción a este lugar pero me gusta dejar a Lou ser el policía malo" menciona con una sonrisa y procede a morder una galleta. Lou? Quien será Lou?. Harry no entiende ni porque ese hombre sabe su nombre.

"Si soy, aunque ese tal Lou no me ha introducido a nada" dice con cara de fastidio.

"Oh, esta bien, los alfas no saben hacer nada. Louis fue quien los recibió a la entrada." Dice y nota como Harry lo ve con desconfianza.

"Tranquilo amor no muerdo" habla entre risas "no estarán mucho tiempo seguro, no tengas miedo, seguro el próximo año veras a tu novio? Novia? Novie?" Lo menciona de forma tranquila y feliz.

"Ninguno realmente, estoy solo"

"Mi error, un chico tan lindo como tú pensé que ya estaba tomado." Se escucha un ruido a la lejanía "ya me tengo que ir que se van a quemar las galletas y en esta casa al parecer soy el único que es competente en la cocina" se para tomando dirección hasta la casa y deja a Harry con unas galletas y una sonrisa al ver a una persona tan peculiar.

"I love cookies, cookies love me" canta el beta mientras saca las galletas. Ya ha visitado a casa tributo nuevo. Espera que este año duren más que los anteriores, enserio aprecia a Louis pero necesita a alguien más que le haga compañía. El chico Cox se le hizo lindo, piel pálida y rizos. Espera que no sea como su familia.

Entré glaseado y galletas el alfa hace presencia. Sonríe al ver a Liam hacer sus galletas favoritas. Amas sus galletas y más cuando les hace formas de L y cuando también hacía la Z.

El lindo ver su expresión de concentración mientras intenta cortarlas con forma ya que se niega a comprar moldes diciendo que es muy capaz.

Mientras Liam sacaba las galletas hablo con sus nuevos humanos. Una vez a la semana sacaran algo de su sangre para poder subsistir, también dividió las tareas del hogar, les dijo cómo sortearon sus habitaciones y les advirtió de ir al bosque. Está tratando de ser más suave, no quiere que pase lo del año pasado.

Se están acoplando bien, excepto por el rizado el cual lo ha visto vagar ensimismado en pensamientos y angustias. Se parece al vampiro, alguien que se hunde en un océano de pensamientos cada vez que puede.

Tienen una cena tranquila, donde el rizado queda hechizado con los ojos fríos y azules del vampiro.

Tiene un aposento para sí mismo. Es lindo, tiene un balcón con vista al bosque.

Un bosque, lugar de libertad e incertidumbre aunque también este te atrapa, te reclama. Es temible lo mucho que te puede absorber a base de fantasías, por eso les dijeron jamás acercarse al bosque.

Después de cambiar a la pijama que le entregaron decide dejarse caer en cama y domir.

Hay algo cálido, casi lo quema, escucha una voz que dice "despierta omega, despierta omega. Cuídalos"

El rizado despierta en medio de la noche con algo de ardor en su cadera y nota un símbolo formarse Ω.