‡Capitulo IV‡

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No estaba muerta, estaba de parranda mi gente.

Me encanta el hecho de estar poniendo el número de los capítulos en numeracion romana ¿Os imagináis el capítulo 30?
‡Capitulo XXX‡

DIOS MÍO QUE COMEDIANTE SOY.

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Cuando sentía que estaba apunto de perder la consciencia y que mis pulmones comenzaban a fallar.

Sentí un gran golpe en mis brazos haciendo que soltara los barrotes de metal y callera al suelo.

El autor del golpe había sido Kokichi Ouma, se encontraba a mi lado, agachado, sacudiéndome sin parar mientras yo recuperaba mi respiración poco a poco.

—¿Me oyes? ¡Respóndeme!

Balbucee como lo haría un bebe, pero uno con retraso mental, solo se me entendieron unas pocas palabras —¿Pero.... pero que?— El soltó un suspiro de alivio al oírme.

—¡Te estabas electrocutando estúpida! Como se te ocurre tocar algo así de golpe ¿Eres tonta o algo?— Me regañó

—P-Pero no puede ser, y-yo... ¿Por qué estoy respirando ahora? Normalmente necesitaría reanimación o algo así— Respiraba con la boca intentando meter aire a mis pulmones de alguna manera, se podría decir que parecía un perro con calor.

—Joder, que importa eso, casi te mueres.

—Supongo que tienes razón jeje, aunque es raro.

—¿El qué? ¿Qué seas estúpida? Tranquila, no es raro, ya lo sabíamos todos.

—Vaya, amanecimos comediantes hoy.

—¿Comedia? ¿Quién dijo quera broma?

Decidí levantarme con dificultad ya que me dolían bastante las manos, aunque eso no me impidió darle un zape, causando obviamente quejas.

Aproveche y mire mis manos, estaban completamente quemadas. Comencé a mover los dedos de mis manos, dolían, pero supuse que seria algo pasajero, simplemente procuraría no acercarme a nada con corriente eléctrica por ahora.

—¿Quieres mirar algo más o nos vamos?— Pregunté intentando no sonar seca o borde.

—Mmm, creo que nada más por el momento, no parece haber una caja de electricidad o algo por el estilo por aquí.

—Bueno, es lógico, seguramente esté en un sitio inaccesible para nosotros, no nos lo dejarían tan fácil— Solté un suspiro justo después de decirlo

Miré dirección a las barras metálicas, en silencio, ignorando la notoria mirada del líder sobre mi, simplemente estaba confusa ¿Qué debía hacer para salir de aquí? Era lo único que necesitaba, respuestas.

—Vámonos— Murmuré

—Sí, mejor.

Él camino de vuelta fue mas difícil de lo que pensábamos, los dos estábamos cansados, sobre todo yo, y con razón.

....

Al llegar a la entrada del túnel lo primero que hice fue tirarme al suelo.

—¡Dios! ¡Soy yo de nuevo!— Exclamé.

—Q-Que floja eres Maizono— Intentó molestarme, pero su respiración acelerada le exponía.

—Si, lo dices porque tu no te has electrocutado.

—Pero si solo ha sido una pequeña electrocución, que sensible eres.

—Ah claro, y por nada has ido corriendo a ayudarme y socorrerme— Sonreí pillamente.

Confidence (Danganronpa V3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora