Narra Grace
Desperté en una camioneta
negra, mis manos ya no estaban
encadenadas y tenía ropa decente
puesta. Esos últimos dos días habian
sido un infierno, solo le pedí a Marco, a mi hermoso ángel que me
cuidara, Lo sentía muy cerca de mi a
pesar de todo.Logré levantarme un poco para
ver por la ventana hacia donde
nos estábamos dirigiendo. Ibamos
por una avenida principal, sentí la
necesidad de golpear la puerta de
atrás para poder salir porque ellos
dos estaban manejando en la parte
de adelante. Pero lo único que logré
fué llamar su atención.Se detuvieron por unos árboles y uno
subió a la parte en donde yo estaba,
el otro se quedó frente a la puerta
vigilando que nadie se acercara.-Déjame aquí! Déjame salir y
prometo que no buscaré a la policia,
ni los delataré. Solo quiero irme.-No podemos dejarte ir. Esta es
nuestra venganza y ni tu ni nadie
nos la va a arruinar, pero eso si,
mientras disfruto de tu cuerpo aquí
al aire libre, te permitiré hacer una
llamada pidiendo ayuda. Será la
única cosa que te dejaré hacer.No me dio tiempo de hacer ningún
movimiento porque él ya estaba
sobre mí tratando de quitar mi ropa.
Me volteó y pegó mi cabeza en el
piso de la camioneta provocando un
fuerte mareo.Di un grito cuando se adentró en
mi, no tenía piedad, yo estaba
indefensa, no había comido los
últimos dos días y me sentía muy
débil.El ardor que tenía en aquella zona
de mi cuerpo era mucho, necesitaba pedir ayuda, necesitaba que me
salvaran de ese martirio.-¡Quiero hacer esa llamada!- Le
dije.Se detuvo un momento para pasarme
su teléfono. Agarré este mientras
temblaba. Luego siguió moviéndose
dentro y fuera de mi.Puse el número de el, pensando que
iba a responderme.Un tono, dos tonos, tres tonos y
me iba a dar por vencida pero
atendieron la llamada.-Hola Con quien hablo? - Dijo una
voz conocida.Empecé a llorar sin poder evitarlo.
-Ayúdame, por favor -Sollocé.
-Con quien piensas que estás
hablando?-Soy...soy Grace..Grace Molina, Este
número era el de Marco...Marco
era mi novio. No lo sé, ayúdame- Dije entrecortadamente y solté un
gemido de dolor.-Grace...- Susurró por el teléfono.
Hubo un silencio y luego volvió a
hablar.-Soy yo, no reconoces mi voz?
-Solo ayúdame, estoy sola, no tengo
a nadie. Este fue el número que
pude marcar - Susurré.-Soy yo mi amor.
Mi corazón se paralizó y un escalofrío
recorrió todo mi cuerpo. Abrí mis
ojos como platos y mi boca formó una
perfecta 0.-Marco...
-Si -Susurró emocionado.
-Mi amor pero tu...
-No, estoy trabajando con Kevin, el es policía, luego te explico todo. Pero necesito que le digas a esos hombres que yo estoy vivo y que me vengan a buscarme en la cafetería de la calle 27.
-Pero te harán daño.
-Te prometí que no me pasaría nada. Y lo cumpliré. Estarás bien, pronto te daré un abrazo mi amor, pero diles a esos hombres lo que te indiqué.
-¡Espera!
-Debes ser rapida, tienes que colgar.
-Te amo- expresé con el corazón latiendo muy rapido
-Y yo a ti, mucho- fue lo ultimo que escuche antes que colgara.
Nota: Ya entendieron todo?