El reino de los Senju es muy temido y muy poderoso, pero sus alianzas con otros reinos son pocos y por ello deciden casar a Sasuke Senju, el segundo hijo del matrimonio de Fugaku y Mikoto con Naruto Namikaze, hijo único del matrimonio de Minato y Ku...
Era un día hermoso, el sol brillaba en el cielo azul y los pájaros cantaban su melodiosa canción. Y también una carroza bastante extravagante entraba en el reino de los Senju, que era jalado por unos corceles de pura sangre.
Los campesinos que estaban cerca comenzaron a cuchichear entre ellos, hablando de quien estaría en tan lujosa carroza.
—De seguro se trata de algún pretendiente para él príncipe Sasuke—Afirmo una de las campesinas.
—¿Usted cree?
—Entonces ha de ser de algún reino del Occidente.
—¿Por qué lo dices?
—¿Acaso no es obvio?—Le preguntó incrédulo. Al ver cómo todos negaban con la cabeza suspiró con pesadez—La forma del carruaje es único de los reinos de Occidente, y por como está vestido el conductor es fácil pensar que es de allá.
Los presentes soltaron un sonoro 《Ahh》. Mientras las personas seguían hablando y teorizando, un hombre veía esas calles con nostalgia a dentro de la carroza, recordando los años en donde se escapaba para ir al mercado y jugar con otros niños.
"No ha cambiado en nada" Pensó mientras una pequeña sonrisa se formaba en sus labios.
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Mientras tanto un joven doncel de casi 15 años estaba paseando por el palacio en busca de algo o más bien, de alguien.
Estaba tan concentrado en buscar que no se dio cuenta que había alguien atrás suyo. Sólo se dio cuenta de ello cuando unos brazos lo jalaron.
—¡¿Quien eres!? ¡Sueltáme ahora mismo!—Una risa sé oyó atrás de él "Demonios...".
—Caíste—Bromeo Itachi antes de sentir un pequeño golpeé de parte de su hermano menor.
—Niisan malo—Dijo haciendo un puchero.
A su hermano le encantaba gastarle ese tipo de bromas. Y la razón del por qué le gustaba tanto hacer eso era porque le encantaba ver cómo Sasuke usaba esa actitud de niño chiquito cuando lo hacía.
—Bueno, bueno ¿Por qué me buscabas?—Le preguntó con una sonrisa.
—Bueno...—El menor desvío la mirada—Falta poco para que cumpla los 16 años—Susurró—. Y tu te vas a casar pronto también.
Su abuelo Madara se caracterizaba por ser alguien inteligente. Al ser un doncel no podía heredar el apellido que tanto atesoraba, pero había encontrado una manera. Sus dos únicos nietos habían nacido donceles, y había hecho ya planes para cada uno.
Itachi se iba a casar con alguien que tuviera el apellido Uchiha que él, Itachi, eligiera. Y ya sabemos que es lo que tiene planeado para Sasuke. Y ellos no podían oponerse a ello, su abuelo Madara era el verdadero líder de la familia a pesar de todo, ni siquiera su padre, el emperador, podía oponerse a lo que le decía su madre. Madara era quien en verdad gobernaba en el imperio.
