Capítulo 2: Ida al otro reino.

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Obito caminaba por los pasillos del palacio hacía el jardín. Mientras caminaba recordaba su infancia, el tiempo que pasaba corriendo por esos pasillos, y también como lograba escabullirse para salir del palacio y jugar con niños de su edad.

Claro, antes de que lo enviaran a otro reino.

Después de unos minutos llego al jardín. Sonrió al ver que efectivamente sus dos sobrinos se encontraban jugando con algunas aves. Se acerco sigilosamente a donde se encontraban, sin hacer ni un solo ruido hasta quedar justo detrás de él.

—¿Que estas haciendo?—Cuestiono imitando la voz de su madre.

Itachi sintió como una corriente de electricidad recorriese su columna vertebral al escuchar esa voz. Trago duro y su mente se inundo de diferentes escena donde era brutalmente regañado y castigado de formas impensables. Tal vez estaba exagerando un poco pero su abuelo Madara era alguien que te podrías esperar cualquier cosa. Podía ser la persona más gentil del mundo y al segundo siguiente ser la persona más sanguinaria y sin escrúpulos. Se giro con los ojos cerrados para luego abrirlos y ver como su tío trataba de no reírse en su cara.

—Te engañe—Esta vez uso un tono de voz más infantil.

—¡Tío Obito!—Exclamo sorprendido Sasuke al ver al mayor.

—Hola Sasuke.

—¿Que haces aquí?—Le pregunto acercándose hacía su tío.

—Algunas cosas pasaron y te tendré que llevar antes de tiempo—Explico con total normalidad.

La cara de sus sobrinos era una obra de arte, tanto así que se aguanto las ganas de reír.

—Espera, pero aun falta unos meses para que Sasuke cumpla los 16.

—Ya les dije que algunas cosas pasaron y tendré que llevármelo antes de tiempo—Volvió a explicar. No estaba del suficiente humor para volver a explicar algo.

Sasuke miraba el suelo, no deseaba irse. No quería estar casado con alguien que ni siquiera conocía, en realidad, la idea de casarse nunca le había llamado la atención. No le era interesante. Y para colmo, ni siquiera conocía a ese varón.

—Bueno, Sasuke—Le llamo su tío—, no podemos prolongar más esto. Seguramente los sirvientes ya están haciendo tus maletas.

—¿Cuando nos vamos?

—Con suerte este mismo día. No quiero llegar tarde—La imagen de su compañero regañándolo volvió a su mente.

Sasuke abrió sus ojos ante eso, no esperaba irse tan pronto. Esperaba por lo menos irse mañana por la mañana, pero solo le quedaba resignarse , era lo único que le quedaba. No había otra opción. El menor simplemente asintió de mala gana mientras chasqueaba la lengua.

—Oh, ahí están—Exclamo un sirviente viendo a los Uchihas acercándose a ellos—. Obito-sama.

—¿Si?

—Las cosas de Sasuke-sama ya están en la maletas.

—¿En serio? Que rápido...—Murmuro—Bueno, al parecer ya todo esta listo. Nos iremos después de comer, tengo mucha hambre.

Sasuke simplemente veía el césped y se mordía el labio con impotencia. Sabía que en ese lugar no tenía ni voz ni voto, era un simple doncel que tenía su destino decidido desde años atrás.

El almuerzo antes de irse fue fantástico, los cocineros se esmeraron al saber que Obito estaría ahí. Es el hijo favorito del matrimonio Senju-Uchiha, y él solo merecía lo mejor. Hablaron de diversos temas pero Sasuke no prestaba atención, no le importaba los demás.

Y el tiempo muy rápido para el gusto del menor. Justo ahora se encontraban poniendo las cosas de Sasuke en la carroza con ayuda de los sirvientes.

—Obito, ¿seguro que no quieres llevarte algunos soldados? Puede ser peligroso ir hasta el reino del Fuego sin protección, incluso para ti. Y no te olvides de que Sasuke va a estar contigo.

—Lo sé, lo sé, niisan. No tienes el porque preocuparte, ya te dije que tengo a dos caballeros conmigo, ademas se te olvida que Obito Uchiha—Explico inflando su pecho con orgullo.

—¿Hablas de esos?—Pregunto mientras miraba a dos personas dormidas, una babeando y otra con una burbuja de su nariz.

—Sí, son más fuerte de lo que se ven ¡Dejen de holgazanear!—Les grito despertándolos de manera abrupta.

—Ajá—Viro los ojos.

—Confía en mí. No voy a dejar que nada le pase a Sasuke—Aseguro.

—Más te vale.

Mientras tanto, los demás miembros de la familia se terminaban de despedir de Sasuke, con muchas lagrimas en el medio.

—Bueno, bueno—Hablo Obito entrando en escena—¿Ya todos se despidieron?

—Yo aún no lo he hecho—Dijo Madara con una sonrisa. Se acerco a su nieto menor para darle un abrazo y susurrarle al oído—Sasuke, ten cuidado. El mundo no es un lugar muy cruel.

—Lo sé.

Una pequeña risa salio de sus labios—No, no lo sabes, Sasuke. Has vivido toda tu vida protegido entre estas paredes pero ya no sera así, tendrás que enfrentarte al mundo verdadero. Incluso siendo el prometido del rey o el segundo rey eso no hará que estés exento de todo lo malo del mundo—Deshizo el abrazo para acariciarle con gentileza la mejilla y darle una confortable y dulce sonrisa. Algo no tan común en él—. Se inteligente, Sasuke.

—Ok, abuelo Madara—No entendía nada de lo que le estaban diciendo. Sabía que el mundo era cruel pero dudaba realmente que viviera algo así.

—¿Ya todos se despidieron por fin?

—Sí.

—Entonces, Sasuke, vámonos de una vez—Se dirigieron a la carroza.

—¿Me deja ayudarlo?—Le pregunto uno de los caballeros que había venido con su tío. Sasuke se le quedo mirando y se negó, por como se veía seguramente tenía pulgas y Dios sabrá que más. Prefería no correr riesgo.

Se monto solo en la carroza, era más lujosa de lo que pensaba. Al parecer a ese reino le encantaba despilfarrar dinero con cosas tan simples como una carroza. Decidió sentarse cerca de una ventana, en serio no tenía ganas de irse a vivir con un completo desconocido pero no tenía ninguna otra opción, pero seria un segundo rey. Eso era lo que todo doncel deseaba, o por lo menos los que había conocido. No eran muchos. Pero en nunca había deseado algo como eso, solo quería vivir una vida de soltero junto a su hermano, tal vez con un gato.

La carroza comenzó a moverse, decir que no se sentía algo nervioso seria una mentira pero debía mantenerse fuerte. Ademas, si no le agradaba lo podía matar y quedarse con el trono.

Premio doble.

—Ehh ¿Maddy?—Lo llamo su esposo.  Este simplemente le hizo un sonido para que prosiguiera—¿Que le dijiste a Sasuke?

—Algo que posiblemente le sirva en el futuro—Respondió sin despejar la mirada de la carroza.

Amor entre Reinos °NaruSasu°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora