Viviendo como un simple personaje secundario en un otome yandere game

4

Lentamente abrí los ojos y me encontré en una habitación completamente Blanca.

Me acomode rápidamente examinando alrededor.

¡Estaba en la enfermería de la Academia Orlea!

Un dolor agudo atravesó mi mente y con ello también algunos recuerdos del videojuego, pero lejos de alegrarme solo me habían horrorizado.

¿El creador del videojuego odia a Kaia o qué?

—Izan ¿Cuántas veces tengo que decirte que dejes de meterte en problemas? ¡hoy fue tu primer día de clase!—Escuché a una voz exclamar.

—¡Qué más da! ¿Acaso no lo ves, Weddy? ¡Fueron ellos los que empezaron!—Contraatacó de vuelta una voz masculina que me suponía seria el tal "Izan".

Me senté mientras me frotaba la frente. Delante mío había un chico sentado de pelo morado oscuro y grandes ojos naranjas, también estaba una joven con los mismos ojos y pelo que el chico curando sus heridas, parecían hermanos.

Me fijé que la joven llevaba un uniforme de enfermera.

De repente mis ojos se encontraron con los del chico y él bufo con una mirada molesta. La joven se giró como siguiendo la mirada del chico hacia mí.

—Oh, ¿ya has despertado? Siento no haberme dado cuenta.—Se disculpo la enfermera con una expresión genuina.

—No, no, no, está bien ¿Pero qué hora es? Parece que me haya desmayado.

—Oh, son las dos y cuatro, hemos llamado a tus padre y ellos vendrán en unos minutos a por ti—Aviso la enfermera—¿Te sigue doliendo en algún lado?

Sus grandes ojos naranjas me miraban como si me estuviese analizando.

Weddy no era experta solamente se encargaba del puesto de enfermera para su practica personal.

Un momento qué-

Un pinchazo me hizo cerrar los ojos fuertemente, creo recordar algunas cosas más. Como ella, el personaje de la enfermera Weddy: Ella era una joven universitaria que se había tomado un año ejerciendo práctica en la academia Orlea, también era la consejera romántica de la heroína Sofía y en algunas ocasiones si tenías diamantes o bonus te podía dar pistas sobre cada ruta.

¡Cómo es posible que me haya olvidado de ella!

Pero tampoco era eso lo único que recordaba, también antes de desmayarme había podido recordar partes de un diálogo random súper turbio.

—¿Estás bien?—Preguntó Weddy preocupada.

Antes yo estaba bien, pero ahora al recordar tu identidad como shupadora de tarjetas y bonus no estoy muy segura de ello.

—Siento que me duele la cabeza, pero creo que será por el desmayo.

—Es posible que sea así, tú solo procura descansar hasta que lleguen tus padres seguro no tardarán.—Sonrió, me daba la impresión de que estaba apresurada.

—Esta bien.

—Bueno, chicos, ahora vuelvo, el director me ha llamado y tengo que ir a ver qué sucede.—Explicó dirigiéndose a la puerta.

Y así sin más, se fue. El director de la academia Orlea es el tío de Weddy y le regaña mucho, me refiero, por nada iban a contratar una novata en la academia más prestigiosa de London.

Mire de vuelta al chico que tenía delante "Izan" Se parecía mucho a Weddy, pero yo no recordaba que Weddy tuviese algún hermano.

—¿Qué tanto miras? ¿Tengo monos en la cara?—Pregunto fulminandome con la mirada.

Me estremecí, tanto su forma de decirlo y de mirarme era como las de un depredador esperando poder arrancarle la cabeza a su presa.

Él es muy guapo y su actitud es rara ¿Será un objetivo de captura también?

—Lo siento..—Me disculpe de forma torpe.

Incluso sino me relaciono con la heroína directamente, ¿Qué pasaría si molesto a algún objetivo de captura? Si son capaces de matar por celos, me imagino que también lo serían por cualquier cosa.

—No necesito una disculpa vacía.—Respondió él desviando la mirada hacia la puerta.

Miré a la misma dirección.

—¡Kaia! Por dios me alegra que estés bien—Dijo Sean acercándose.

Rápidamente mi expresión cambió al ver su rostro.

Asesino, no te me acerques.

—Kaia, no se que paso, pero..—Sean no termino de hablar al verme tan distante.

—¿Kaia, estás bien?

—Por favor, sal—Pedí mirando las sábanas, no quería verlo, ni tampoco hablarle nunca más.

El diálogo que había recordado justo después de que él me dijera su nombre era una pista muy importante, y yo no pensaba ignorarla.

—¿Qué? ¿Por qué?

—¿Acaso no la has escuchado? Vuelve a tu salón, Sean.—Se escuchó una tercera voz.

Una voz melodiosa y profunda. Alce la cabeza, un chico alto con cabello blanco y uniforme pulcro miraba fijamente a Sean apoyado en el marco de la puerta.

¿El chico del consejo estudiantil? Me sorprendí. Mire la reacción de Sean.

Sean se puso de pie y lo miro con una cara sombría, sus ojos parecían oscuros al mirarle. Parecían tener algún tipo de conflicto.

Y sin más, se fue sin mirar atrás.

¿Qué? ¿así de simple? Pensé que insistirá más.

Kael él presidente del consejo estudiantil seguía apoyado en el marco de la puerta mirándome con indiferencia.

—Tus padres ya han llegado, están afuera esperándote—Informo para después él también darse la vuelta y salir.

Seguía algo sorprendida, era obvio que a Sean no le agradaba Kael, ¿pero hasta el punto de no querer estar en la misma habitación que él?

Me puse de pie disponiéndome a irme yo tambien, pero sentí que una mano tomaba la mía. Me giré confundida y vi a Izan quien me miraba con una expresión seria.

—Es solo un consejo, puedes tomarlo o dejarlo, pero si yo fuera tú me alejaría todo lo posible de Kael blade y Sean deblit—Murmuro muy bajo.

Luego de eso me soltó, no dije nada, solo salí de la enfermería con las palabras de Izan en mente.

¿Qué sabe Izan sobre ellos dos?

De repente me tropecé con algo y caí, rápidamente me acomode y mire que era con lo que me había tropezado.

Era una bota negra pulcra, subí más mi mirada, una figura alta, un uniforme liso, brazos cruzados, y unos ojos violetas mirándome con indiferencia.

¿Kael?

—Que chica más torpe—Susurro cuando nuestros ojos se encontraron.

Luego se inclinó ante mí acercándose más y más hasta tomarme del mentón y mirarme a los ojos.

Sin poder evitarlo me sonrojé, nunca había estado tan cerca de un chico tan atractivo como él, pero también era cierto que aparte de atractivo daba una extraña sensación de miedo.

—Si yo fuera tú, no me acercaría ni a Izan ni a Sean. Quizás no me creas a la primera, pero si indagas un poco en sus pasados te encontrarás pura oscuridad—Dijo para luego ayudarme a ponerme de pie con él.

—¿Por qué me dices eso?—Cuestioné.

Kael sonrió burlonamente.

—Es mejor que te vayas, es de mala educación hacer esperar tanto a tus padres.—Ignoró completamente mi pregunta y no tardo en irse dejándome sola en el pasillo.

Kael y Izan ¿Cuál de los dos dice la verdad?