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- Faltan tus dos mujeres - era lo primero que escuchaba cuando entraba a la gran casa de campo que estaba adornada con un arco de globos coloridos y con mucho brillo.

Fue Kaori de la mano de Jungkook quien lo recibió y con un Minho algo inquieto tratando de llamar la atención de su padre que no quita la viste de Seokjin.

- Me han abandonado - le respondia a Kaori acercándose unos pasos más a la familia - Aiko tenía el cumpleaños de su prima y Suri estaba algo ocupada con el trabajo - le contaba y se giraba hacia Minho y lo saludaba con un gran abrazo que el niño le respondio para luego levantarse y entregarle el regalo que tenía en la mano a Jungkook.

Era un regalo siemple, sin significado profundo y que no le tomó más de 15 minutos escogerlo. Una camisa negra, amplia y con pequeños detalles en ella. Sabía que le gustaría, sabía su talla y sabía que no era un regalo que fuera recordado por años.

- Feliz cumpleaños Jk - le decía dándole una sonrisa y comenzando a caminar al interior de la casa donde se escuchaba un poco más fuerte la música y las voces de las personas.

En sí la noche fue monótona y aburrida. Estuvo hablando un poco con la madre de Jungkook quien lo abrazo con mucho cariño y le decía en cada momento lo lindo que estaba.
Vio a varios primos de Jungkook que  hace 20 años eran pequeños y ahora eran hombre y mujeres maduros que ya nada quedaba de los niños que corrían llenos de tierra.
Fueron horas que le dejaban un sabor amargo en la boca, sentía añoranza en cada célula de su cuerpo.

Hace un poco más de una semana había vuelto a fumar, no lo hacía frecuentemente, de hecho no solía fumar mas de dos cigarros al día era el límite que el mismo se había puesto.

Por eso ahora ya avanzada la noche pensó que era un buen momento para fumar, había estado bebiendo agua y jugo por horas y mientras todos se achispaban con el alcohol el solo le daba más y más sueño. Tener que volver a la ciudad la misma noche era una mierda, pero no estaba dispuesto a quedarse ahí bajo el mismo techo que Jungkook, prefería llevarse un café gigante para el camino y dormir en su cama.

Con la cajetilla en la mano camino unos metros alejado de la casa, aún lo podía ver la gente, podrían distinguir su figura a la distancia y el aún escucha la música que hora tras la cena estaba más fuerte de lo que había estado cuando llegó.

Estaba a la mitad del cigarro cuando escucho el sonido que hacía la gravilla indicando que alguien se aproximaba a él.

Sabía quién era, no necesitaba ser un genio para saberlo, habían hablado poco durante la noche y no le sorprendía que el chico viniera ahora que se le había perdido de vista.

- ¿Es mi culpa que hayas vuelto a fumar? - le decía parándose a su lado y mirando hacia al frente a varios pinos que se movían suavemente por la brisa nocturna.

- Si y no -  contestaba soltado el aire que había tenido retenido - no debería culparte por mis decisiones - hablaba y volvía a llevar el cigarro a los labios.

- Me das uno - le pedía Jungkook. No respondía esta vez y solo le tendía la caja y el encendedor que estaba en su bolsillo.

- Tan asqueroso como recordaba - habla Jungkook medio atorado al soltar el humo poco a poco.

- Termine con Suri - le contaba después de varios minutos - pensé que ya sabrían, pero al parecer no le contó a Kaori - la había citado para que hablaran el día después de que estuvo con Jungkook. La culpa no lo había dejado dormir esa noche y solo hizo lo que le pareció más correcto en ese momento.
La chica lloró, preguntó la razón y cuando de entero que le había sido infiel le tiro el vaso de agua que estaba en sus manos.
Fue dramático, triste, pero le dio un poco de paz a su atormentada mente.

- No lo sabía - contestaba Jungkook que hablaba mirándolo a los ojos, con el cigarro entre sus dedos consumiendose.

- Le dije que le fui infiel, pero no mencioné con quién, me insulto de muchas maneras distintas y creo que lo merecía - seguía relatando intentando no demostrar lo confundido y atormentado que se sentía.

- Te admiro - era todo lo que lograba responder Jungkook. Y Seokjin podía leer entre línea en esas dos palabras que parecían simples, pero que habían cosas  implícitas en ellas. Una de ellas era que lo admiraba por hacer algo que Jungkook jamás se atrevería.

- Estas dos semanas han sido terrible - le seguía contando mientras apagaba el cigarro contra el piso - Aiko en dos meses se va a Busan - y está vez el cigarro caía de las manos de Jungkook y sus grandes ojitos lo observaban con duda, preocupación y hasta podía distinguir ira.

- No puede llevarsela, no se puede ir, la podemos demandar... - comenzaba a decir el chico y seguramente ya estaba formando un plan en su cabeza.

- Nos vamos a Busan - la verdad no quería decirle. Se supone que después del cumpleaños no se verían más, pero Jungkook seguía hablando como si fueran a seguir en contacto por lo que le pareció correcto avisarle.

- No puedes irte - casi le exigía, pero podía ver la cara de arrepentimiento luego de decirlo. Quizás nuevamente su boca estaba funcionando más rápido que su cabeza.

Y Seokjin la verdad estaba un poco harto de la gente que le decía que hacer. La vida se le estaba pasando entre lamentos y malas decisiones y ya no quería más.

- ¿Porque no puedo irme? Solo porque tú no quieres - estaba gritando un poco, pero no le importaba ya que estaba, seguro que nadie escucharia entre todo el ruido externo - eso es jodidamente absurdo Jungkook - hablaba soltando una risa que no era para nada graciosa.

- ¿ Qué pretendes? que me quede mirando como juegas a la familia feliz y no que siga a mi hija a Busan - su ex había postulado a un trabajo en Busan hace meses sin avisarle, ahora hace una semana llegaba y le informaba que cuando acabará el año escolar de Aiko se irían. Todo hacian lo que querían y esperaban que Seokjin solo aceptará.
Esta vez el mismo había decidido irse a Busan siguiendo a Aiko. No se quedaría viendo como la relación con su pequeña se deterioran a día a día por la distancia.

- No quise decir eso - decía Jungkook sonando verdaderamente arrepentido -Es solo que no puedo pensar en tenerte lejos - aceptaba y baja su mirada al piso.

-Ya íbamos a estar separados Koo, esto es solo un impulso para que sea más fácil - llevaba su mano a la definida mandíbula del chico y subia su rostro para que lo viera a los ojos mientras se lo decía.

Agarraba a Jungkook del brazo y lo llevaba al interior de los árboles, donde ya no se veía la gente y la música sólo se sentía como un suave murmullo - Cada día me creo que es mas cierto el  que nuestro destino es estar separados - decía soltando el brazo de Jungkook y apoyándose en un árbol cercano.

Se miraban por varios minutos y ninguno hablaba - estoy tan enamorado de ti, creo que nunca deje de estarlo y es tan loco el solo pensarlo - aceptaba Jungkook con los ojos empañados en lágrimas.

- Pero no eres lo suficientemente valiente para aceptarlo frente al resto de las personas  y yo no voy valiente como para pedirte que dejes todo por mi - respondía atrayendolo a un abrazo y lo comenzaba a besar, con calma, sin prisa y delicadeza.
Lo beso como si fuera la primera vez, reconociendo cada rincón con sus propios labios y empapandose de su sabor que tan conocido se le hacía.

Loving you is so easy (JinKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora