Cap 3: Preludio Al Infierno

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¡Hola!... Ya regrese :3 bueno, bueno estoy que quemo xD! Ok no… pero bueno les traigo el 3er capitulo de este hermoso fanfic… me emociono por los review que me mandan son hermosos, muchas gracias, en verdad, me animan a continuar escribiendo – hace una reverencia –

Les prometí una sorpresita… y chan chan! Lizzy aparece y parece que complicara la cosa, y con Sebastián y el joven amo seguirán las sorpresas.

Espero que lo disfruten! Besos! Byebye~ :3

Cap 3: Preludio al infierno.

-Mientras tanto Sebastián seguía al pendiente de su amo, se preocupaba en bajarle la fiebre que le regreso al menor, lo trataba con cuidado y devoción, se percato que el agua ya no estaba fresca, tomo delicadamente entre sus manos el recipiente de porcelana y dirigiéndose al baño para cambiarla, cuando de repente una voz suave, que ya extrañaba oír lo llama delicadamente.-

¿Se..bas..ti..an..? – Decía una joven voz en un tono apenas audible incluso para el demonio y este dejo lo que hacía yendo a ver a su joven amo, y cuando llego se arrodillo a su lado.-

¡Joven Amo!... ¿Se encuentra bien?... ¿Necesita algo? – Decía el mayordomo con un tono de preocupación.-

Eh… No, no lo sé… - Decía el Conde con una mano en la cabeza con la mirada un poco perdida mientras trataba de levantarse. –

No se esfuerce Joven Amo, Yo lo cuidare, estará bien en poco tiempo. – Decía el ambarino con una dulce y delicada sonrisa tratando de ocultar su preocupación… y sobre todo lo que había descubierto dentro de su demoniaco corazón en aquellos 3 días de cuidados incansables a su Joven Amo. –

Está bien Sebastián, descansare. – Acertó a decir el menor con una sonrisa… ¡UNA SONRISA!, eso desconcertó completamente al demonio, sus ojos lo estarían engañando… no realmente sonrió, pero no solo eso… no dijo ni una maldición, no hiso un berrinche, ni maltrato al demonio-mayordomo, este solo se recostó de nuevo. –

Sebastián, Podrías traerme un té. – Pidió amablemente el Joven Conde.-

Enseguida Joven Amo. – Decía el mayordomo y procedió a salir de la habitación, su mente estaba hecho un mar de confusiones, ya de camino a la cocina una pregunta domino a su mente, ¿Qué le paso al joven amo?... Era todo lo que tenía su atención, cuando llego a la habitación del menor le entrego su té quien lo tomo delicadamente para posteriormente dormir de nuevo, a lo que el demonio aprovecho a usar sus artes demoniacas y buscar la causa de que su Amo este tan raro, no encontraba nada, se estaba desesperando, su alma seguía siendo preciosa y deliciosa para el demonio… incluso más que antes, su deseo de venganza seguía en el con una maldad que iba creciendo, típica ya del joven amo en el último año, estaba por rendirse, cuando de pronto noto una energía cálida, dulce y reconfortante que salía del pecho de su amo, entonces se desconcertó mas… esa calidez era con la que había nacido en él, pero el demonio la negaba ya desde hace años y la negaría aun mas… un demonio de su alcurnia, jamás debería de enamorarse… pero vaya ya estaba enamorado y esos días dedicados al completo cuidado de su amo, le decían que ya no podía ni debía negarlo más.-

-Había pasado una semana desde que el Joven Amo se había recuperado del incidente en su salud, el cual se mantenía en secreto en la mansión y este había regresado a sus tareas y trabajo, Aunque a su persona habían regresado esos arranques de molestia, algunas malas caras, también le nació una mezcla de dulzura y maldad, pero sobre todo sus modales además de impecables, era cortes incluso bondadoso con los sirvientes que tiempo atrás detestaba, y vaya que todo esto mataba internamente a cierto demonio.-

Joven Amo, en sus deberes de hoy se encuentra una visita de su prometida Lady Elizabeth, Desea el Joven Amo que la posponga o le diga que saldremos de viaje por una misión en nombre de la Reyna. – Preguntaba el ambarino con una mirada un poco perdida, cosa que noto Ciel y quiso aprovechar para divertirse.-

Uhnm… No, déjala que venga, quiero comer con ella, Sebastián por favor prepara una hermosa comida como sólo tú puedes hacerlo.- Acertaba a decir el Conde con tranquilidad y esto tomo por sorpresa al mayordomo, quien extrañamente sólo sintió un poco herido, parecía que había entendido por y para quien entendía ese sentimiento en su Joven Amo.-

Como ordene, mi Joven Amo… - Fue todo lo que dijo y dejo solo a su amo en la biblioteca para preparar la comida que le fue encargada, mientras suspiraba resignado y triste.-

-Mientras tanto en la biblioteca ya había pasado una hora y se veía al Conde con una sonrisa de maldad pura y satisfacción… ideaba un plan para tener a su mayordomo a merced de sus bajas pasiones y lujuria.-

¡Ah!… Sebastián… - Suspiraba el Joven Amo, mientras tomaba un libro con una sonrisa de satisfacción personal y comenzó a hablar para sí mismo: "Parece que mal entendió todo ese demonio, pero es mejor así sino no sería nada divertido hacerlo caer, Después de mucho voy a aceptar que amo a ese demonio, ahora lo primero seria librarme de Elizabeth… Tengo que romper ese compromiso a como dé lugar, siempre he odiado la idea de estar con ella y cualquier mujer, pero bueno es mi prima y amiga… además yo no puedo ofrecerle un futuro como el que ella desea, y aunque se a la perfección que fue criada para ser la perfecta Condesa Phantomhive… Pero ella merece más…".

-Ciel! – Decía una voz que tantas veces lo fastidiaba, interrumpiendo su dialogo interno, mientras era abrazado sofocantemente y este solo le regalo una sonrisa sincera. –

Ciel, Ciel, Ciel, te extrañe, te traje tantas cosas lindas de mi viaje a Francia, espero que te gus… - Se interrumpió al ver la sonrisa de Ciel, lo que la emociono y desconcertó a la vez.-

Lizzy… Podrías tomar asiento aquí a mi lado. - Decía el conde con dulzura al notar esa confusión en la Joven Marquesa Mildford.-

¿Eh?... S..Si Ciel, Claro, Ehnm… Paula deja los regalos aquí y ve con los demás sirvientes, si te necesito te llamare. –Decía nerviosa la Joven Dama.-

Si señorita. – Decía Paula dejando los regalos en una mesita de centro y saliendo de la biblioteca.-

-Todo esto lo presencio el demonio callado y con total asombro junto con un evidente odio hacia la rubia, quien para sus adentros pensó que ella al final sería la dueña de los sentimientos y pasión de su Joven Amo, esto le carcomía el alma.-

Joven Amo, la comida como ordeno estará lista muy pronto, ¿Desean algo de té mientras esperan?... –Decía el mayordomo-demonio tragándose su ira y deseos de matar a la lady que se encontraba muy cerca de SU Amo, quien oportunamente como siempre tenía el carrito de servicio listo con un té para dos, era muy detallista y precavido y aunque los celos lo mataran, no dejaría de hacer su impecable trabajo para su amo.-

Gracias Sebastián, Por favor sírvenos un té y nos dejas solos un momento, cuando este la comida nos avisas. –El mayordomo les sirvió el té con un semblante más frío de lo usual tragándose lo que sentía, ya no entendía nada de lo que pasaba en la Mansión Phantomhive, el repentino desmayo del Joven Amo, su extraño buen humor, cortesía, modales impecables, caballerosidad… y ese aire tan sensual que despedía… "¡AH!" Grito para sus adentros, ese sentir que tenía el demonio llegaba a sacarlo de quicio.-

Entonces me retiro, con permiso. – Decía el mayor dejando a su joven amor con esa "peste" que detestaba… refiriéndose a la "señorita".-

Bueno en definitiva sí que estoy que me quemo, jajaja XD… 24 horas y ya tengo 3 Cap.… por el momento XD mientras la inspiración viva mi fic también lo hará, me divertí mucho escribiendo este capítulo, Las sorpresas continuaran… hare de esta una historia increíble! ¡Lo prometo!...

Muchas gracias por sus review, ¡los amo! Sigan comentando! Un beso :3

Hime Diamont, 2014 ©

Un Té, Una Mirada, Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora