Cap 4: Una Confección Femenina Inesperada

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Hola... ! ¡Ya regrese! Jujuju... Les traigo drama, les traigo amor yaoi... (Voz del Sr. Burns) ok... Basta... XD... Muchas gracias por sus review tan lindos :3... Los amo.

Bueno... La tormenta se acerca a este fanfic... Pasarán cosas que se que amaran y odian XD ok... No... Sólo espero de corazón que lo disfruten leyendo tanto como yo lo hice escribiéndolo. Un beso, y no olviden las sorpresas siguen~.

Cap. 4: Una Confección Femenina Inesperada.

-Ya sólo el Conde con su prima este oyó amablemente todo lo que le contaba su prima con una dulce y sincera sonrisa, mientras ideaba una forma de deshacerse de su prima y jugar con cierto demonio.-

... Y después Ciel vi el sombrero más hermoso del mundo y no dude en comprarlo para ti. -Decía extrañamente contenta, Ciel nunca para había recibido así después del incendió.-

¿En verdad Lizzy?... Tendré que probármelo, después de todo tienes un gusto dulce y exquisito como la dama que eres. - Acertó a decir el Joven Conde con una sonrisa mientras le daba un abrazo a la Joven dama, pero esto tenía una segunda intención, este abrazo tan dulce hizo mover a la joven una culpa que guardaba.-

Ciel... ¿Te puedo preguntar y confesar algo muy personal? - Decía la joven de ojos esmeraldas.-

Claro Lizzy, Dime que te preocupa. -Contestaba el de ojos zafiro. -

¿A qué se debe tú cambio de humor?... Cuando me fui a Francia el mes pasado seguías siendo frío conmigo y con todo el mundo, es raro verte así, amable, caballeroso y sobre todo sonriendo... Aunque extrañaba verte sonreír, en 5 años no habías esbozado ni una sonrisa, pero me gusta verte así, pero a la vez algo me carcome el alma y me siento obligada a confesar temiendo que reacciones con furia y odio hacia mí. -Comentaba la joven con algo de dolor, pero Ciel vio en esto una oportunidad para su plan.-

¿Qué es Elizabeth?... - Preguntaba el conde con fingida extrañeza.-

Pues veras... Eras tan frío e inflexible que me dolía y yo debo de admitir que me sentía sola, y ese amor que siempre gritaba estaba disminuyendo, y se dio algo después de que te fuiste de mi fiesta de cumpleaños 16... Se me acerco un Joven Duque, muy dulce y honesto que me alegro en mi tristeza, no sé qué pasó pero una cosa llevó a otra, fue una plática agradable llena de muchos matices y me invitó al teatro y a una cena, y no lo pensé... Sólo acepte. -Decía la joven con un sonrojo en el rostro olvidándose de con quién se confesaba por un minuto.-

Ya entiendo... - Acertó a decir el Joven con fingida seriedad, sabía que esto sería interesante.-

Y pues... Yo... Lo siento Ciel, no sé que me pasó, no sé qué hacer, no entiendo por qué acepte, soy una deshonra para ti, yo soy tú prometida y no te respete, ¡Soy de lo peor!... -Decía llorando la Joven Marquesa, y Ciel vislumbro su libertad así que actuó de inmediato.-

Elizabeth, nadie decide de quién enamorarse, se honesta conmigo, ¿Estas enamorada de ese Duque?... Sí es así... Dímelo. - Preguntaba el Conde muy serio, esto era un tema delicado pero qué carajo le importaba, era su boleto a ser libre.-

Sí... Ciel, estoy enamorada de él, después de que empezó a cortejarme cuando te fuiste, yo acepte todo cortejo y nos correspondemos, pero perdóname Ciel, lo olvidare y mataré todo sentimiento hacia él, yo seré tú esposa con todo lo que conlleva, así seré la Condesa Phantomhive. - Seguía llorando la Joven Marquesa ahora entre los brazos del Conde, todas esas palabras que había dicho le mataban el alma y aunque quería mucho a su primo este ya no era el objeto de su amor, sólo de cariño familiar.-

Elizabeth... Por favor... Ya no llores, me partes el alma, además una dama tan dulce y maravillosa como tú no debería llorar y menos por alguien como yo, y bueno aunque técnicamente es una "falta" grave que le hayas correspondido siendo mi prometida, te seré honesto, como no lo he sido en años... - Le decía el Conde con serenidad y un fingido enojo para ocultar la felicidad que le provocaba que podía deshacerse del compromiso al fin.-

C..Ciel... Perdóname... -Decía llorando la Joven Marquesa, mientras acento con la cabeza para que procediera el Joven de ojos zafiro.-

Elizabeth tú amas a ese Duque, de eso no me queda duda y por lo que veo te duele ahora ser para futura Condesa Phantomhive, sólo te quiero decir, que vivas ese amor y tengas una buena vida, ya que ser la esposa del "perro guardián" de la reina es algo muy difícil y puede que termines como mi difunta madre y eso no lo deseo para ti, no quiero que vivas más dolor por mi causa, yo no quiero darte el futuro oscuro que te espera a mi lado, eres tan hermosa y llena de luz... - Eran las palabras llenas de elocuencia, dulzura y serenidad que dirigía el Conde a su prima, casi se las podía creer de lo tan bien que sonaban, pero por dentro esa mezcla de maldad y dulzura lo llenaba de gozo.-

S..Sí, lo amo, no quería serte infiel y me arrepiento de ello profundamente, pero tus palabras tan comprensivas me llenan de dicha el corazón y entiendo a lo que quieres llegar, también te duele, y lo haces con sincera preocupación, pero creo que lo mejor es que rompamos nuestro compromiso aquí y ahora, se que ahora también podrás buscar a esa persona que te haga dichoso, ¡ah! pero eso no te salva de que sigas siendo mi primo favorito y te siga regalando cosas hermosas. - Sonreía melancólica al terminar de hablar mientras unas lágrimas rodaban por sus delicadas mejillas acariciándolas.-

...Elizabeth, sólo deseo que seas feliz, perdóname por ser tan frío contigo en el pasado, pero eso cambiara de ahora en adelante, te quiero... - Decía sinceramente el Conde mientras del otro lado de la puerta se encontraba el demonio de mirada rubí, que al oír esa frase indiscretamente "entendió" que el Joven Amo ahora tenía "dueña" y eso no lo aceptaría nunca el Conde era suyo y de nadie más, pensaba mientras se llenaba de odio y rabia hacia la rubia joven. -

-Entonces el demonio tocó la puerta, un leve toquido se oyó... Este a su vez estaba lleno de irá se oía en la puerta de esa biblioteca, junto con la amable voz que hacia delirar sin duda al joven, y su portador quería insultar a ese par de humanos, pero se contuvo.-

Joven Amo, Lady Elizabeth, la comida está lista, vayan por favor al comedor... -Fue todo lo que dijo de forma sería, entre abriendo la puerta y mostrando una sonrisa con los ojos cerrados no quería verlos, su furia lo carcomía, se retiró rápidamente no quería ver a su amo junto con aquella "peste", que sí fuera necesario mataría a sangre fría, con tal de quedarse con su preciado Conde.-

Bueno aquí termina el capitulo 4... Espero que les haya gustado, como pudieron apreciar Lizzy nos dio una sorpresa y Sebastián se puso furioso... ¿Se atreverá a reclamar al conde para él?... ¿Que estará ideando nuestro dulce y perverso conde?... Estas respuestas serán resueltas en la siguiente entrega y saldrán otras más... Me despido un beso y cualquier comentario, duda, petición o sugerencia será bien recibida en un review. Besos :3

Hime Diamont, 2014 ©

Un Té, Una Mirada, Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora