Cap 9: Senda Del Amor.

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*Se oyen 3 pares de tacones caminar muy entusiasmados de un lado a otro... Podemos ver a Grell Stucliff, Undertaker y a la autora Lady Diamont. De compras...*

Grell: Moo... Hime... Que envidia compraste unos tacones rojos tan hermosos...

Hime: Te los puedo prestar somos de la misma talla...

Grell: *w* Enserio?!... Quedaran hermosos con el vestido que me compré...

Undertaker: hehehe... Lamento interrumpirles... Pero Lady Diamont... No tiene un capítulo que presentar? XD

Hime: O/O... Ah... Es verdad disculpen he andado ocupada… algo entretenida , pero además les notifico que murió mi lap y también mi internet… asi que tardare en actualizar, gomenasai QwQ... Soy un desastre con garritas nyu…

Bueno está ya es la 9 entrega de este fanfic... Y de una ves aviso... Ya tengo listo el final en mi fujoshi cabecita xD... Sólo me falta acomodar en medio cuántos capítulos habrá antes de este.

Bueno espero que lo disfruten :'3

Cap 9: Senda del Amor.

Después de aquella entrega... Humano y demonio pasaron la madrugada abrazándose y Ciel dormía en brazos de Sebastián quién sonreía de ves en cuando... Hasta que fue hora de que el Conde se levantara, el mayor salió de la cama, fue a su habitación a ducharse y vestirse, procedió como siempre, fue a despertar a los sirvientes y preparó el desayuno de su amo así como el té... Ya no tenía porque preocuparse de un desastre... Así se dirigió a la habitación de su ahora amante.

-Buenos días bocchan... Es hora de levantarse tiene una agenda muy ocupada...- Decía el mayordomo con una voz calmada pero dulce, mientras dejaba el té en la mesita de noche y abría las cortinas como todos los días.

-Hmm... Sebastián...- Murmuraba saliendo de su sueño y se sorprendió a sentir unos labios cálidos dándole los buenos días.

-Oh~ Que bien le sienta el sonrojo Joven Amo.- Decía el mayor con una sonrisa en los labios.

-¡Sebastián!... no digas esas cosas… Tú, demonio cursi…- Decía el menor con un reclamo infantil, sonando al malhumorado que era antes, pero esto solo divertía a Sebastián.

-Oh… Joven Amo, solo digo la verdad… Pero bueno, es hora de su desayuno, le traje un omelette con verduras, pan tostado, una tarta de chocolate oscuro y chocolate blanco con moras doradas, así como un te de Vainilla con notas de menta y mora azul.- Enlistaba mientras le levantaba de la cama en brazos y lo sentaba en una silla junto a una mesa, Sebastián esperaba que dejara El omelette, quería divertirse un poco con las reacciones del menor, ya que después del accidente no le daba verduras por costumbre.

Ciel vio la comida con un poco de curiosidad y extrañeza… pero aún así tomo su tenedor y comenzó a comer el omelette primero… no paso mucho hasta que se lo terminara, junto con el pan.

-Estuvo delicioso Sebastián, ¿me podrías ayudar con el postre?, se que tu gusto no es el mismo que el de los humanos, pero seguro podrás comer y probar algo ¿no?.- Decía amablemente el Conde al mayor, quien lo veía con una cara de completo asombro… Por mucho que hubiera cambiado no esperaba esa reacción, esperaba algún reclamo sutil y divertido, aunque no era como antes, el conde se había vuelto mas… como decirlo… amable y romántico.

-Claro Joven Amo…- Hablo con una sonrisa gentil, tomo un tenedor y se dispuso a comer, si le resultaba raro el sabor, la sensación suave de aquel pastel le gusto, la escena se volvió dulce y encantadora… Dos enamorados que recién comenzaban el día ya sin ocultarse nada.

Un Té, Una Mirada, Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora