N°12

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Hace algunas horas que había llegado a la madriguera; cuando llegó nadie le habia hecho preguntas así que solo paso y fue a su habitación, allí ordenó su baúl en silencio esperando que nadie se diera cuenta de que estaba planeando hacer. Dejo algunas cosas afuera para que Ron no se viera que había guardado la mayoría de sus cosas.

Al llegar la hora de la cena fue George quien lo llamó, bajo y se sentó al lado de este mismo. En la mesa la tensión era palpable, tanto que se podía cortar con un cuchillo. Estuvieron en silencio toda la cena.

De verdad era incómodo.

Al terminar todos se pusieron a hacer distintas cosas, Molly fue a lavar la loza, Ginny se fue a encerrar a su pieza, Ron estaba en el patio mirando las estrellas que habían aparecido y el Señor Weasley estaba sentado en un sillón con un libro; mientras él y George estaba en la mesa jugando ajedrez mágico.

–¿Como te fue con Malfoy? –le pregunto George casi en un susurró.

–Bastante bien se podría decir –le respondió Harry, igual de bajo.– ¿Quieres salir a caminar? Tengo algo que quiero decirte.

–Por supuesto, vamos.

Así los dos se levantaron de sus sillas y salieron de la casa. Caminaron hasta llegar a una pequeña colina en donde se sentaron, desde ese lugar se podía ver la madriguera perfectamente.

–Bueno Harry, ¿qué es eso que me querías contar? –corto el silencio George.

–Si... lo que pasa es que Narcisa, ella hace unos dias nos pidió un traslador a un lugar fuera de Inglaterra, y con Draco queremos ocuparlo... hoy.

George asintió con la cabeza y sonrió.

–Ya se a donde va esta conversación.

–¿Si? –le pregunto Harry.

–Por supuesto, quieres que te ayude a escaparte esta noche, ¿y sabes que? –dijo George, que tenía una sonrisa enorme.– estoy más que dispuesto a ayudarte a hacerlo.

–¿Encerio? –George asintió.– Merlín... muchas gracias George, de verdad.

–No hay de que Harry –suspiro.– A Freddie le hubiera encantado ayudarte...

–Estoy seguro de que ahora mismo esta muy feliz de que me estés ayudando.

George sonrió. Una sonrisa triste.

Harry puso su mano en su hombro y le dio un ligero apretón.

–Pienso lo mismo.

Se quedaron un momento en silencio mirando las estrellas. Minutos después empezaron su plan, aunque no fuera muy grande.

Más tarde. 20:28 p.m

Harry decide ir a dormir. Sube las escaleras, y llega a la habitación. Se sienta en su cama con un libro que Draco le había regalado "Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo" se llamaba.

Un rato después llega Ron, entra al baño a lavarse y sale, se sienta un rato en su cama y lo mira. Harry no lo mira aunque sienta su mirada fija en él.

–¿Por que? –le pregunta Ron después de unos minutos.

–¿Por que, qué?

–¿Por que él? Bueno en la mañana lo dejaste muy claro pero ¿por qué simplemente no lo dejas? –ahí vamos de nuevo.– Es que no, no puedo entender que es lo que viste en él, es un mortifago que siempre nos estuvo molestando, Ginny es mucho mejor que él en todos los sentidos –por supuesto que no, pensó Harry.– es una chica, siempre estuvo enamorada de ti, en cambio Malfoy se fijo en ti ¿cuándo? a si cuando estaba en su peor momento, cuando a sus padres estaban por enviarlos a Azkaban...

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