capitulo 14

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Kageyama tocaba la puerta de la casa de Atsumu en busca de quedar donde dormirse, por mala suerte por una discusión entre el Omega y el había tenido que marcharse de su casa en busca de donde dormir o dormir en una banca en un parque oscuro.

Apenas la puerta de la casa de su compañero fue abierta comenzó a reír burlándose de él.—Cállate que a ti te han echado más veces de las que puedo contar con las manos.—

Por esa razón aún conservo mi departamento.—Le guiño el ojo, y Kageyama suspiro pasando. No le agradaba para nada la idea de haberlo dejado solo, pero era lo que el Omega queria.—Y bien, me enteré de las dos noticias, ¿por cuál de todas es la razón por la cual hoy te hospedas en mis techos?—Habló a lo último haciéndose el elegante.

Pues claramente... Por ambas...—

Días antes y desde que la noticia del embarazo llegó a sus oídos, claramente estaba feliz de alguna manera aunque no fuera planeado, pero aunque Hinata no lo admitiera se encontraba ligeramente deprimido por no poder participar en ninguna jornada de la selección más. Y como no estarlo, su sueño había terminado, ahora le tocaba seguir cumpliendo su sueño de una bonita familia, la cual ya tenía pero ahora estaba por hacerse más grande.

¿Hinata? ¿Y Hidaka?—Preguntó el alfa apenas había llegado a casa y no recibió los pequeños brazos de su hijo dándole la bienvenida.

Esta en lo de Kenma. Soy padre muy joven, necesito un respiro, siento que me hago cada vez más viejo.—suspiro desde el sofá extendiendo los brazos a su pareja para que le abrace. El cual correspondió instantáneamente, dejándose caer en el.

He dejado oficialmente mi lugar en la selección hoy.Soltó de repente, haciendo que el Omega frunciera el ceño.

¿Que?¿Es una broma verdad?Se notaba cierto enojo obvio en su voz, era claro que no estaba contento, y además estaba confundido del por qué lo había hecho. Desde secundaria hablaban todo el tiempo que este era su sueño, ¿por qué dejarlo así como si? Así de repente. Kageyama negó serio dándole a entender que hablaba completamente enserio.—¿Como? ¿Como pudiste hacerlo?¿Por que? Estas en tu mejor momento, no... Puedes dejarlo así como si.

—Si tu no continúas cumpliendo tu sueño, yo tampoco quiero seguir quiero quedarme a tu lado cuidando de ti y de mi familia.Hablo decididó pero Shoyo aún se encontraba enojado.

¿Y quién te pidió que por mi dejases el equipo? Puedes hacer las dos cosas, cumple tu sueño por los dos, es algo que lo tendríamos que hablar los dos, no puedes hacer eso por que solo yo no puedo más.Se apartó del alfa agresivamente.

Es decisión completamente mía, y es mi propia decisión sobre mi carrera, y yo elijo querer quedarme a tu lado, quiero cumplir mi sueño de cuidarte y cuidar a nuestra familia. Si no estás feliz con eso bien, si tu no puedes, yo no quiero. Y así son las cosas.El Omega apreto sus labios aguantando las ganas de llorar y de pegarle.

¡Siempre haces cosas tan imprudentemente!¡¿Podrías siquiera avisar?!¡y-yo...!y-yo... Vete quiero estar solo.Parecía que había tratado de decir algo pero simplemente se calló caminando hacia la habitación de ambos donde se encerraria solo. Era una situación bastante ridícula para enojarse tanto pero aún así le enojaba.

La carcajada de Atsumu al terminar de contarle lo que paso se escuchó en la habitación. Kageyama le miro mal rodeando los ojos, que iba a esperar del idiota beta ese.—Shoyo es alguien que piensa demasiado. ¿Estas simplemente seguro que es solo por que te fuiste del equipo? Aveces suele sacar las cosas mucho de contexto, y deprimirse o enojarse por cosas de su cabeza.El alfa le escuchaba atentamente. Era en lo único que prestaba atención, si se trataba de Hinata o del VoleyRecuerda que es un Omega embarazado y triste.—

Kageyama asintió, pero solamente le dejaría solo hasta la mañana, prefería darle su espacio y después volver con el a arreglar las cosas y que las comprenda, antes que decir algo que pueda malinterpretar y ponerle peor. Aunque antes de irse a dormir se encargó de enviarle por texto un "Buenas noches" como siempre le deseaba desde que iban a preparatoria.

Una vez por la mañana, muy temprano por la mañana, volvió a su departamento, sin esperar que estuviera despierto ni una bienvenida ni nada. Entro con cuidado y abrió la puerta de su habitación en total silencio encontrando un bollo de sábanas y ropa suya. ¿Un nido? Pero si no estaba en celo. Tal vez habían sido las simples hormonas por el embarazo que traía.

Se sentó en el suelo a uno de los costados de la cama viendo la carita del Omega que sobresalía de todas las prendas y sábanas. Parecía tener los ojos hinchados de llorar pero dormía totalmente tranquilo. Quizo acariciar sus cabellos sin despertarle pero logró totalmente lo contrario.

Lo siento no quise despertarte.—Continuó acariciandole. El Omega desvio la mirada deprimido aún.—¿Quieres hablar de cómo te sientes? De todo lo que pasa...—No respondió a su pregunta y se sentó peresosamente.

Ya arruine más de dos veces mi sueño, lo cumpli y todo. Pero no quiero... Ser yo el responsable de hacer perder el tuyo... siento como si... Yo estuviera arruinando tu carrera.—Se escondió entre sus rodillas sintiendo que todo lo que había dicho era sonaba completamente patético.

Primero que nada... Tu no eres culpable de nada.—Subió a la cama sentándose a su lado.—Segundo... Yo ya cumplí mi sueño de joven, ahora quiero cumplir mi sueño actual. Tal vez tu aún tuvieras ganas de seguir con ello, pero yo ya estuve más tiempo allí, y era bonito pero ya no tengo ganas de seguir. Ahora lo único que quiero es quedarme a tu lado, una decisión completamente mía. Quiero hacerte feliz.—Shoyo asintió aguantando las ganas de llorar.

Esta bien...—

—Ahora deberíamos de cuidar de tu pequeño secreto ¿No crees?—Hinata le miro confundido sin saber a que se refería.—Hidaka... Eso que tanto me ocultaste, tu pequeño secreto y nuestro nuevo pequeño secreto.—posó su mano en la panza de su pareja.

Me hubiera gustado decírtelo antes...—Sonrió porfin.

Bien... Iré a buscar al pequeño secreto.—Continuó bromeando con ello mientras se levantaba.—Tu quédate a descansar.—así de fácil arreglaban las cosas entre ellos dos.—Hinata.—

¿Si?—

—Tu eres mi sueño.—dijo antes de marcharse de la habitación dejando al Omega con una sonrisa tonta.

Pequeño secreto... Ja... Que tonto...—Habló consigo mismo riéndose de que tenía razón el apodo que le había puesto a su hijo por toda la situación vivida a lo largo de su reencuentro.

Fin.

Pequeño secreto [Kagehina-Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora