Pequeño secreto [Kagehina-Omegaverse]

capitulo 6

Hinata se preparaba feliz para salir con Kageyama, y a la vez jugaba con su hijo luciendo prendas de ropa y poniendole sus prendas al pequeño quedandole enormes.

—Papa se ve bien ¿No crees?—Dijo mirando al espejo pero le ignoro por completo, el pequeño se estaba poniendo toda la ropa que tenía para ver si podía quedar como una pelota de ropa como se veían en sus dibujitos animados.—Si, me veo bien.—Dijo por ultimo y guardo las cosas y tomó a su hijo para dejarlo pasar la noche lamentablemente con los chicos.

—¡Hey,hey,hey!—Bokuto los recibió y a Hidaka le brillaron los ojos y le imitó gritando "Hey hey", el menor amaba a Bokuto y ambos se divertían, aunque detestaba a Atsumu por alguna razón, y quería a Sakusa pero digamos que con el mucho Higiene que tiene este apenas intenta controlarle con palabras. 

—Hey, el mini Shoyo.—Este le sacó la lengua dejando a un dolido Miya.

—Quedate tranquilo estamos Osumu y yo.—Apareció el novio de Bokuto y Hinata suspiro aliviado, despues de todo su hijo no corría peligro. Kenma tenía planeado una noche con Kuroo ya que hace tiempo no se veían por temas de trabajo, y por ello tuvo que dejarlos con sus amigos.

Se sentía un mal padre por querer disfrutar un poco.

Todos entraron menos Bokuto quien le quería decir algo a Hinata antes de irse.

—No te preocupes, Akaashi esta embarazado y queria venir a cuidarlo tambien, ademas de que anda muy cariñoso y cuidadoso con todo y suerte en tu cita.—Decía con todo orgullo Bokuto.

—¡Felicidades por ustedes! Y no es una cita.—Se despidió y se fue rumbo donde se iban a encontrar, no era una cita para nada, solo era otro de sus encuentros como mejores amigos que solo tenían sexo.

Bajó del taxi y observó lo hermoso que se veía la entrada de la feria, iluminada por un montón de luces en la oscuridad de la noche. Logró vizualisar a Kageyama distraido con su celular, pero segundos despues levantó la mirada sonriendole, seguramente le identifico por su aroma cuando se presentó en el lugar.

—¿Lograste dormir bien anoche?—Preguntó apenas el más bajo llegó a su lado.

—Sip, gracias por cierto. ¿Vamos?—Kageyama asintió y entraron al largo pasillo lleno de tiendas de comida, culturas, juegos y otros.—¡Te Gane!¡Ja!—Claramente jugaron a un par de juegos,y Hinata esta vez le había ganado refregandole su victoria en la cara a Tobio.

—Yo te gane las otras dos.—

—¡Vamos 1.125 y 1.125 en todas las competencias!¡Vamos empatados!—Kageyama carcajeo y continuaron con ese paseo hasta llegar al final donde la mayoría se sentaba en el pasto o las bancas a ver las estrellas.—Si que comenzó a hacer frio.—Tuvo que ser más inteligente en agarrar un abrigo y no en querer verse totalmente bien.

Kageyama se quito el abrigo y se lo colocó algo brusco y rapido sorprendiendo al Omega quien le miró confundido y con una sonrisa, pero vio como el alfa tambien comenzaba a temblar y Shoyo comenzó a carcajear.—¿eres tonto? Si tienes frio tambien para que me das tu abrigo. Ten.—

—Quedatelo, pero vamos a mi casa ¿si?—Volvió a reir, y comenzaron a caminar hacía el departamento devuelta. Habia durado poco ese paseo por la feria, como todo, siempre se les pasaba volando el tiempo y disfrutaban más hacer lo de siempre, lo que acostumbraban todos los días. Almenos no fuero en vano, compitieron, y Shoyo logró ganar un par de juguetes para Hidaka.

Se detuvó en seco agarrando fuertemente el brazó del alfa, y Kageyama le miró confundido.—¿Que pasa?¿Estas bien?—O almenos pregunto antes de olfatear ligeramente el aire y casi volverse loco, El Omega había entrado en celo. Vió como otros alfas se habían detenido observando a donde ellos dos estaban parados y gruño tomandole en brazos para comenzar a correr intentando controlar sus instintos.

—Kageyama...—Se aferraba a las ropas del alfa, sintiendo como su celo empeoraba, y el aroma de Tobio no ayudaba para nada. ¿Cuando había olvidado su celo? Siempre se controlaba y miraba las fechas, ¿Se había adelantado? No importaba el ya solo era dolor por lo que no podía controlar.—Te necesito...—

—Ya casi Shoyo, ya casi.—Subió las escaleras del edificio y abrió casi de un portazo la puerta de su departamento corriendo hacía su habitación, dejando al Omega ahí y poniendose ensima de el.—¿Estas seguro que quieres que yo calme tu celo?—Le preguntó con las pocas resistencias que tenía antes de descontrolarse.

—Si... Por favor Kageyama... Te necesito.—Y eso fue lo que derramó la gota del vaso del alfa besando por fin esos dulces labios. Tal vez esa noche no había salido como esperaba, en absoluto.