Pequeño secreto [Kagehina-Omegaverse]

capitulo 10

Dos pelinegros se miraban fijamente con la cara seria y el ceño fruncido, tenían la misma expresión, la misma facciones, tal para cual, como decían de tal palo tal astilla. Shoyo despreocupado y cansado dejo que ambos siguieran discutiendo a su manera mientras el leía una revista tranquilamente.

—Papa, el alfa idiota no para de verme.—Quitó la mirada de Tobio y la dirigió hacía Shoyo. Quien carcajeo por la expresión de indignación del alfa.

—¿Que dijimos sobre las malas palabras Hidaka?—Regañó pellizcandole el cachete.

—Tio Kenma dijo que todos los alfas eran unos idiotas.—Si, definitivamente era algo que Kenma diría, suspiro y la verdad que le daba la razón.

—¿Que tiene de malo que el niño diga um par de malas palabras?—

—¡Eso!—El niño por primera vez le dirigió la palabra al alfa sin discutir o mirarle de mala manera.

—Tu sientate bien.—Le revolvió los cabellos y hizo que el pequeño se sentase en la silla en vez de estar parado sobre ella.—Despues las repite en el jardin de niños y me llaman la atención ami, ademas de que viene llorando por que le regañan.—Kageyama asintió e intento molestar a su hijo.—¿Quieres preparar la cena tu?—

—Vale.—El omega sonrió sintiendo que una de sus fantasias se iban a cumplir, que este cocine para ambos, como una familia. Observó al pelinegro como se retiraba rumbo a la cocina y volvió a mirar a su hijo, a aquel pequeño que le quitó toda la atención del alfa, ¿Quien no le prestaría atención a esa lindura?

—No quiero comer comida que no sea de papa Shoyo.—Dijo hidaka ayudando a su padre a acomodar la mesa, Hinata solo carcajeó y negó colocando los cubiertos en la mesa y sentando al pequeño en su lugar correspondiente, para luego ir donde estaba Kageyama y comenzar a servir la comida.

Hidaka hizo un berrinche y se cruzó de brazos mirando mal a la comida y a quien la había preparado.

—No quiero.—

—siempre comes la comida de Natsu y Akaashi, come la Tobio tambien que se molestó en hacernos de cenar, come, o sino no tendras postre.—El niño refunfuno y tomo el tenedor de mala gana guiando la comida a su boda. Intentó hacerse el forzado y como si no le gustara, pero terminó encantado.

—¡Sabe como el de la abuela! ¡Gracias por la comida!—

—Comé tranquilo.—Limpió las mejillas del menor con un pañuelo y suspiro concentrandose en su plato y agradeciendo al igual.

—¡Terminé!—Dijo y actó seguido se levantó llevando el plato al fregadero y luego corrió quedando parado al lado de Tobio quien le miró confundido esperando alguna reacción de este. Hidaka agarró con mala cara la manga del contrario y le tiró.—Mimir...—Kageyama miró buscando ayuda a Hinata por que no entendía la situación.

—Significa que quieres que lo lleves a dormir, yo siempre le digo "a mimir"—Sonrió sabiendo que el pequeño Hinata ya comenzaba a confiarse un poco mas con el alfa.—Asegurate de darle su beso de buenas noches, yo labare los platos.—

—¿Papa shoyo no me dara mi beso tambien?—El omega besó su frente y porfin se pudo ir arrastrando al alfa hacía su cuarto. Shoyo solo carcajeo y se sentía alegre de poder tener más tiempo en familia, claro llevaban un mes y medio, y Shoyo sentía que Kageyama se olvidaba del lazo recientemente hecho en su cuello, quería algo de atención, algo de amor.

Cerró el grifo cuando terminó de lavar los platos y sintió como una mano se deslizaba en su cintura.—Ya dormí a Hidaka.—

—El solo suele pedirle a las personas que confía que lo lleve a dormir, recuerdo cuando lo cuido Atsumu no quizo irse a dormir hasta que llegue yo. Sientete especial pero no tanto—Le sonrió secandose las manos y sintió la otra mano del pelinegro por el otro extremo de su cintura.—Despues de todo eres su padre tambien, mientras mas tiempo pases con el mas te quiere.—

—¿Y tu? No creas que me he olvidado de ti.—Decía seriamente acercando el cuerpo del OMega mas a el y besando su cuello.

—¿De que hablas?—Se puso nervioso y se volteó apoyando sus manos en la mesada.

—De nosotros.—Hinata tragó saliva nervioso, si era lo que quería, ¿pero hablarlo asi como si nada?, le había tomado totalmente desprevenido.