Miradas Oscuras (Prólogo)

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Puedo escuchar sus pasos firmes detrás de mi, llevo rato corriendo, mi corazón late frenéticamente en el pecho amenazando con escaparse.

Árboles, oscuridad y mas árboles.

Es lo único que mis ojos lograban ver durante aquel desesperado intento de alejarme.

—¿Cuando vas a parar? Sabes que si quisiera atraparte ya lo abría hecho....— dice lo suficientemente fuerte como para que pudiese oírlo — Solo dejame explicarte lo que viste. Escucha lo que tengo para decir....

En ningún momento dejo de correr en dirección opuesta a él, quiero dar la vuelta y volver, pero el pánico no me lo permite. Las imágenes de lo sucedido minutos atrás se repiten en mi cabeza como una maldita película de terror, una y otra vez, impidiéndome pensar con claridad.

Vas a arrepentirte mucho si no lo escuchas

Lo sé.

¿Por qué no dejas de correr?

No puedo hacerlo.

—Jamás te lastimaría....lo sabes.... — suelta en un griñido de entre los árboles — Por favor Am....vuelve a mi.... — susurra— te lo suplico....

Algo dentro de mi duele al escucharlo llamarme de esa manera, mi cabeza es una lucha entre el amor y el miedo.

El cuerpo y los pies me duelen, mis pulmones aclaman urgentemente por algo de oxígeno, ya no puedo segruir corriendo. Caigo de rodillas en la tierra recargándome de espaldas a una roca.

"Todo está bien"

Repítelo.

"Nadie puede lastimarme"

Una vez mas.

"Todo está bien"

Quiere ayudarte. Deja de escapar de él.

Me asusta.

Lo sé, pero tienes que interntarlo.

Lo veo acercarse lentamente, midiendo cada uno de sus pasos, hasta posarsarse frente a mi. Duda unos segundos antes de ponerse de cuclillas quedando frente a frente. Mis ojos viajan hacia su camisa blanca ahora completamente manchada de sangre.

Siento cada músculo de mi cuerpo tensarse.

Su brazo se estira en mi dirección, sujetándome delicadamente el mentón, me obliga a alzar la mirada.

Nuestros ojos oscuros chocan, probocando que un escalofrío me recorra la espalda.

Eso fué lo primero que me atrapó de él.

Negros.

Como mos míos.

— Todo lo que hago es por ti — habla volviendo a llamar la atención — Por que no puedo permitir que nada malo te  pase — susurra acercando su rostro al mío provocando que nuestros labios se rosen al hablar — Por que yo no puedo vivir sin ti, Amaris.

Miradas Oscuras (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora