Amaris.
—¿Como...?— balbucéa pasmado, el chico de ojos negros — Me viste... — dice pero se retracta sacudiendo la cabeza y desviándo la mirada —No... Es imposible. Lo habría notado...
Su cara en este momento es digna de retrato. Esa seguridad con la que hablaba, se movía y nos miraba, como si tubiera el mundo en control remoto.
Como si estubiese completamente seguro de que tenía todo donde quería.Bueno... Todo eso acaba de desaparecer.
Su rostro es el claro ejemplo de lo que llamamos "cara de poker"
Suspiro — No, no te ví...— Samael vuelve a centrat su atención en mi, a la espera de que continúe hablando — Es un poco mas complicado que eso...
¿Como le explico que se me herizan los bellos del cuerpo cuando está mirándome, sin parecer una loca?
Fácil... No le dices nada y ya.
—Mhmm..— musita comenzando a alejarse —Es tarde, las acompañaremos de regreso.— voltéa una vez mas a verme—En otro momento hablaremos...
<<Por supuesto que hablaremos...>>
Me acerco a Aysel, quien durante mi comversación, se mantubo a un lado hablando con Kelland — Ays... — la tomo de la mano— Ya nos vamos.
—¿Ya..?— pregunta con una mueca.
—Si...Los chicos nos acompañan.
— De acuerdo.— vuelve a prenderse de mi brazo y comenzamos a caminar detrás de ellos.
Durante el camino de regreso nadie dijo nada mas. Caminamos en silencio, cada uno sumergido en la profundidad de sus pensamientos. Noté que nos hechaban miradas de vez en cuando, como percatándose de que seguíamos detrás.
—Blanca nieves...— me llama Ays, en susurros.
— ¿Si? — la miro.
Nuestras manos están entrelazadas y nos mantenemos a una distancia prudente, de los sujetos que nos acompañan, para que no puedan oírnos.
—¿Samael es la persona que te observaba...verdad?
La observo unos segundos en silencio — ¿Como...lo sabes...? — pregunto sorprendida.
Ni siquiera creí que recordara...que alguna vez le hablé de eso...
Sonríe sin ganas — Lo sospechaba... Tú acabas de confirmar mis sospechas...
— Iba a decírtelo..— aclaro rápidamente
—Lo sé... — me corta — Amaris...yo... — balbucéa— Lo siento.
Freno en mi lugar, obligándola a que se detenga. Y la enfrento. — Ays...¿Por qué te disculpas? — pregunto confundida.
Yo tendría que disculparme, yo la engañé para traerla aquí, le mentí y oculté cosas... Si alguien tendría que pedír perdón, esa no sería ella.
— Lamento no haberte creído cuando me lo contaste por primera vez... Yo..— sacude la cabeza mirándose los pies — Yo debí escucharte...
—Oye, oye...— la corto obligándola a mirarme.— Lo extraño hubiese sido que me creyeras, sabíamos que yo no estaba muy bien en ese momento...— recuerdo — Solo querías ayudarme, no te culpes...
—De todas formas... Necesito que digas que me perdonas — pide.
Sonrío — No tengo nada que perdonarte...— repito — Pero, si eso te hace sentir mejor...— asiente con la cabeza — Te perdono.
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Miradas Oscuras (En proceso)
RandomAmaris y Aysel se ven obligadas a ocultarse de los monstruos de su pasado. Cuando los creían enterrados, estos vuelven a aparecer obligándolas a tomar medidas de seguridad. Pero ya no estarán solas en esto. En el transcurso conocerán a personas, que...