Capítulo 4.

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Abrí los ojos al escuchar el despertador, estiré el brazo para hacerlo callar pero no pude.

En mi brazo se encontraban 6 cicatrices, las cicatrices de ayer. Me duelen demasiado, pero no me arrepiento.

Me levanté de la cama hacia el armario saqué una polera blanca y un suéter rosa pálido, un jeans azul marino y unos botines.

Me miré en el espejo.

-Y yo que creí que no podía ser peor.- Me dije a mi misma.

Bajé las escaleras y me encontré con mi madre viendo la televisión.

-Julie, te llevaré a la escuela ¿sí?.-Me dijo levantándose del sofá.

-Claro.-Le respondí con una débil sonrisa.

Salimos de casa y subimos al auto.

(...)

Todo el camino estuve pensando en las cicatrices y en esa pequeña navaja.

¿Volveré a cortarme?

¿Esas cicatrices desaparecerán?

¿Estaré haciendo lo correcto?

-Ya llegamos Julie.-Dijo mi madre sacándome de mi trance.

-Ah...sí, adiós mamá.-Me despedí y bajé del auto.

Al entrar el miedo se apoderó de mí, Megan con 2 chicas más se estaban acercando a mi cada vez más. Ellas me miraban con odio y yo las miraba con miedo.

Pero luego, cuando Megan estaba más cerca de mí cambió su mirada de odio a asco.

Empecé a mirar a mi alrededor y vi como todos se reían de mí. Obviamente se fijaron de mi temor hacia Megan.

Más de 15 chicos y chicas mirándome y burlandose de mí.

-¿¡Que mierda quieren de mí!?.-Grité ya harta de todas sus burlas.

Todos empezaron a reírse a carcajadas.

-¡Ya basta, Porfavor!.-Grité cayendo de rodillas al suelo con mis manos tirando de mi cabello.

-¡Ya cállate!, acepta de una vez que no perteneces a este lugar.-Dijo Mega pegandome una bofetada.

Me levanté con la mano en mi mejilla y salí corriendo de aquel lugar.

Minutos después llegué a un mini parque. Me senté bajo un árbol y empecé a derramar lágrimas.

Una tras otra, salían rápidamente de mis ojos. Cuando subí mi mirada vi una cajetilla de cigarrillos y un encendedor.

Me estiré un poco y los tomé.

¿Podría intentarlo?

Si lo hago no pasará nada ¿o sí?.

Ugh, no importa; Megan tiene razón no pertenezco aquí. Así que...

¿Que tan importante es mi vida para no hacerla mierda?

Encendí el cigarrillo y lo llevé a mi boca.

Esto no es nada malo.

No entiendo como hay que ser mayores de 18 para esto. Tengo 17, técnicamente ya tengo 18 así que no es ilegal. Seguí con el cigarrillo hasta que se volvió muy pequeño.

Observé la cajetilla y me fijé en que quedaban tan sólo 3 cigarrillos más. Me los guardé en el bolsillo junto al encendedor. Y comencé a caminar, un viento muy frío se topó con mi rostro por lo cual me abracé a mi misma.

Las lágrimas empezaron a salir mientras recordaba las burlas de siempre.

Cuando llegué a casa mi estómago dolía mucho, seguía pidiendo comida y yo no se la daba. Para alivar el dolor no tuve otra opción así que decidí comer algo.

Pero una vez le di una mordida a la manzana la ansiedad de comer me invadió y comí como cerda.

Después de todo ese caos me fui a mi habitación y me miré en el espejo.

-Cada vez te pones peor.-Me dije a mi misma.

Fui al baño y me acerqué al WC y miré fijamente el agua. Miré mi dedo índice y lo acerqué a mi boca. Después de unos minutos toda la comida estaba dentro del escusado.

Me dio asco, me tengo asco.

Tomé nuevamente la navaja y la llevé junto a mí hacia mi cuarto.

Al llegar cerré la puerta y me apoyé en ella. Saqué los cigarrillos de mi bolsillo y encendí uno.

Lo llevé a mi boca y las lágrimas volvían a salir, cada vez más rápido.

Estaba harta de todo esto.

Tomé la navaja y la enterré en mi brazo otra vez.

Sonreí irónicamente al ver el líquido rojo saliendo

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Nuevo Capitulo.

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I'm Fine {Calum Hood}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora