Sábado, 8 am
No acostumbro a despertar antes de las 12 del día los fin de semana, pero estoy ansiosa por hoy. Me doy una ducha rápida y me pongo lo primero que encuentro, bajo a preparar café, pero esta vez si me tomo el tiempo de prepararlo como se debe y no calentarlo en el microondas, esta vez hago un poco más para mi mamá. Mientras espero que el café esté listo subo las escaleras y envuelvo el regalo que compre ayer para Sarah, ya listo vuelvo a la cocina, vierto el café a una taza y escucho a alguien intentar abrir la puerta, ya me estaba preocupando hasta que oigo la risa de mi madre, sus paso se acercan a la cocina así que espero sentada con mi tasa de café mirando a la dirección de ella.
Natalia: ¡OH! – pone su mano en el pecho – hija, pensaba que estabas arriba durmiendo.
Amelia: que coincidencia- digo fingiendo asombro – yo pensaba que estabas durmiendo, pero ya veo que no.
Natalia: ha si es que se me olvido decirte que había una fiesta en la empresa, y cuando terminó era tardísimo así que me quedé en la casa de una amiga que vive cerca de ahí – dice con un tono nervioso.
Amelia: ajá, ¿y la pasaste bien?
Se que mi madre miente, la conozco, se cuando miente. Pero es su vida y no quiero meterme en sus asuntos, además es bueno que salga con gente hace mucho que no lo hace, y también este momento no es el mejor para decirle algo porque necesito su permiso para salir hoy.
Natalia: Si, estuvo divertido
Amelia: que bien, ¿quieres café?
Natalia: ¿hiciste café?– dice asombrada
Amelia: si, tampoco no te asombres tanto, estoy aprendiendo de a poco. ¿Entonces quieres? – digo levantando la cafetera
Natalia: si, si quiero-dice estirando su taza y con su otra mano libre tocando su frente
Amelia: ¿quieres una pastilla para el dolor de cabeza?
Natalia: si, por favor hija
Mientras voy al baño a buscar una pastilla pienso en cómo decirle que hoy iba a salir, siempre los sábados es nuestro día de madre e hija, vemos películas y esas cosas. Le entrego su pastilla y la quedo mirando fijamente.
Natalia: que quieres Amelia?
Amelia: nada, nada.. – digo rápido- emmm bueno, en realidad si quiero algo. Me invitaron a un cumpleaños muy especial, es de una… Amiga, y pues.. Quería saber si me puedes dar permiso, y se que hoy es nuestr…
Natalia: si, puedes ir – dice sin dejarme terminar
Amelia: ¡¿en verdad?! – digo saltando de felicidad – gracias mami te amo.
Natalia: yo igual hija, ahora vístete y ponte algo bonito, no quiero que piensen que no tienes ropa.
Subo corriendo las escaleras y abro mi armario, no sabía que ponerme, hasta que vi un vestido negro satinado, me estaba sacando la polera, y recibo una llamada de cate
ʟʟᴀᴍᴀᴅᴀ ᴀᴄᴇᴘᴛᴀᴅᴀ
Amelia: ¿aló?
Cate: hola mi niña, vístete porque estoy a la vuelta de tu casa.
Amelia: ¿¿QUE?? PERO..
ʟʟᴀᴍᴀᴅᴀ ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ
Guarde el vestido en un bolso, mi cosmetiquero y unos aretes redondos de plata. Me cambió el jogger que traía puesto por unos jeans, casi se me olvida el regalo de Sarah, lo guardo en mi bolso y bajo la escalera con prisa, me despido de mi madre y escucho una bocina, es cate. Salgo de casa y me subo al auto, cate sin mas empieza a conducir.
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Lost on you
Teen FictionAmelia una joven de 17 años se enamora de su profesora de matemáticas, ¿el amor será mutuo? ¿Podrán estar juntas?.