Capitulo 12

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Hoy es el día del baile y último día de clases, estoy feliz de no tener que ver nunca más a mis compañeros, pero siento un vacío en mi pecho porque puede que sea el último día que vea a Sarah. Con ella ahora conversamos y nos llevamos bien, pero para ella yo soy tan solo una niña, en cambio ella para mí lo es todo.


A principio de año pensaba que a esta fecha estaría feliz de ya no ver a nadie, esperaba que pasara el año rápido, pero... ¿quién iba a decir que me iba a enamorar?

Leandro me pidió ser su acompañante de baile ya que ninguno de los dos tenía con quien ir. En el auto me dan ganas de llorar, mientras nos dirigíamos al lugar de evento.

Leandro: cálmate Amelia, todo va a salir bien - dice tomando mis manos temblorosas

La palabra "cálmate" no calma a nadie, pero no dije nada.

A la entrada estaba repleto de gente, mientras Leandro le decía nuestro nombre al guardia y el hombre checaba en la lista, yo buscaba con la mirada a Sarah. Cuando entramos la identifique a los segundos como si Sarah tuviera un farol que solo la alumbre a ella, estaba con un vaso en la mano, vestía un vestido rojo que le quedaba hermoso, a su lado estaba Cate picando quien sabe qué y vestía un vestido color negro. Sarah se da cuenta que llegue, yo seguía viéndola no quería dejar de verla y al parecer ella tampoco, con la mirada le trataba de decir lo que de mi boca no salía, Cate mira a Sarah, luego a mí y me hace una seña con la mano para que me acercara.

Cate: hola mi niña - me mira de arriba abajo- te ves hermosa

Amelia: gracias, tu igual

Cate: vuelvo en un momento, voy a ver si necesitan ayuda - dice dejándonos solas

Sarah: Te ves preciosa Amelia

Amelia: a ti te queda muy bien ese color.

Me sonríe y se va porque venía Leandro, algo raro, porque nunca lo hace. A eso de las Díez de la noche Leandro me sacó a bailar, mientras bailaba veía a Sarah que estaba sentada sola, Cate estaba conversando con una alumna. Una idea se me pasó por la mente.

Amelia: Leandro ¿te molesta si te dejo por un momento?

Leandro: no, para nada. Anda

Con el corazón a ya no poder, me acerco a Sarah, ella me mira, estiró mi mano, mira mi mano y luego sonríe.

Sarah: no debería

Amelia: ¿por qué? - digo con mi mano aun estirada

Sarah: no es el lugar, además es raro que una alumna baile con su profesora

Amelia: a nadie le importa, cada uno está en lo suyo, ven, vamos.

Tomo su mano y ella se levanta sonriente pero nerviosa, el destino estaba a mi favor porque se puso una canción lenta, Sarah estaba tiesa no se movía, tomó su mano y la posó en mi cintura, se acerca más a mí y apoya su cabeza en mi hombro, sincronizamos perfectamente en los pasos,  como si los estaríamos practicando hace años. Sarah mueve su cabeza dejando chocar su respiración con mi cuello, yo lleno mis pulmones con su exquisito aroma a jazmín. Luego de dos o más canciones nos separamos, Sarah ve a su alrededor por si alguien nos veía, me mira y sonríe, me suelta la mano y vuelve a la mesa donde estaba anteriormente, yo vuelvo con Leandro.

Leandro: ¿vamos para afuera?

Amelia: Okey - digo mirando por última vez a Sarah

Nos sentamos en una banca alejada del sonido de la música.

Lost on you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora