Lost on you

Capitulo 10

Al día siguiente fui al colegio más feliz que nunca, ansiaba verla, la noche anterior me imagine tantas cosas preciosas.

Hasta que pasa lo que te temidas y te odias por no haberlo pensado, como siempre no todo puede ir bien. No me dirigió la mirada en ningún momento, cuando él timbre sonó me pidió quedarme un momento, sabía que algo no muy bueno se venía, lo podía notar en su cara, con los nervios a mil, esperaba a que todos salieran.
 

Sarah: quería hablar sobre lo que pasó el fin de semana- dice tocando su frente con su mano
 

Sarah está nerviosa y eso me pone mucho más nerviosa a mi, algo en mi temía que continuará hablando. De mi boca no salía ninguna palabra.
 

Sarah: ya no podemos seguir con esto – habla rompiendo los pocos minutos de silencio- Amelia- Yo soy casada, esto no puede ser.
 

En seguida sentí una sensación muy fea, un vacío en el pecho, tenía ganas de llorar, salir corriendo. Vi como de sus ojos salió una lagrima, para ella no fue fácil decirme esto, tenía que decir algo, pero no sé me ocurría nada, sentía que si hablaba me derrumbaría.
 

Amelia: Okey, esta bien- digo conteniendo las lágrimas.

Sarah: lo siento mucho Amelia, en verdad que lo siento- dice acercándose a mi pero yo doy un paso atrás

Empezaba a sentir que me faltaba el aire, no podía controlar mi respiración.

Sarah: ¿todo esta bien?

No Sarah, nada esta bien, me siento utilizada, como un paquete de galletas que después de comer todo su contenido es desechado.

Amelia: si, todo bien no se preocupe – digo y una lagrima traicionera se escapa.

Sarah se acerca nuevamente a mi tratando de abrazarme, moría por abrazarla, lo mas probable es que sea lo último que tendré de ella, pero sabía que si la abrazaba no iba a poder contener más las lágrimas, asi que tan sólo le di la mano y dije un adiós que casi ni se escucho, y me fui caminado hasta la puerta, aun aguantando las lágrimas, una vez ya fuera de la sala las lágrimas empezaron a salir sin permiso, corrí hasta encontrar a mi amigo, le pedí que no preguntara nada tan solo me abrazara, y eso hizo, me abrazo hasta que me tranquilice un poco.

Leandro: ¿ya estas un mejor? – pregunta mientras que con su mano retira las lágrimas de mis mejillas

Amelia: si, eso creo-digo un poco más calmada

Leandro: bueno – saca los mechones de pelo que tenía en la cara y me da un beso en la frente
 

Cerré los ojos y recordé todos esos hermosos momentos que Sarah los sellaba con un beso en la frente.
 

Amelia: si te pido algo ¿lo harías?

Leandro: haría cualquier cosa por ti

Amelia: ¿te parece si nos escapamos como los viejos tiempos??

Leandro: pues vámonos-dice agarrando mi mano y guiándome a nuestro lugar secreto para escaparnos.
 

Leandro me ayudó a subir la pared, cuando iba a saltar me doy cuenta que es más alto de lo que recordaba, le di la menor importancia y salte, no resultó como quería, al saltar me caí, estaba sacando el pasto de mi ropa hasta que siento un golpe en la cabeza, leandro había lansado mi mochila.
 

Amelia: auch- digo sobando mi cabeza

Leandro: ¿estas bien? – pregunta saltando la pared

Amelia: si, si