Elisa 05

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-Aquí están todos los documentos, por fechas desde que te fuiste-Menciona Robert que es mi administrador, abogado, hermano, enemigo, y a veces mi mejor amigo.

No puedo evitar rodar mis ojos.

-Sabes que esta mierda no es necesaria-Digo sonriendo-Tengo todo controlado y me has robado casi medio millón de pesos. -Menciono seria, para luego reír a carcajadas.

Robert me tira los papeles encima y se acerca desacomodando mi peinado.

-Que chistosa, zorra. -Se acomoda su traje y vuelve a donde antes tenía su culo enfundado en un pantalón.

Tenemos buenos genes que puedo decir.

-Debería ser comediante no crees-Hago una pregunta retórica, haciendo girar la silla que está en mi oficina.

Esta es mediana con un escritorio de cristal, que tiene allí una laptop, al frente dos sillas, un sofá hermoso está casi vacía, a excepción de la pantalla enorme para poder ver mucho mejor mis videos, solo he estado algunas veces aquí.

Mantengo más en el hospital que, en mi lugar de trabajo, lo mejor es que tengo muy buenos diseñadores, yo me encargo de algunos que son un poco más complejos

Él ríe y asiente

-Puedes ser lo que quieras ser-Cita a Barbie.

-Deja tu trauma atrás. -Hago un ademán de mano burlándome de él.

-Sabes que es tener 23 y que tu hermanita de 13 te ponga a ver Barbie. -Ruedo los ojos.

-Llamaré a tu psicólogo, dramático. -Digo tomando mi teléfono en broma.

-Sara quiere volver a intentarlo. -Dice de la nada, cambiando de tema radicalmente.

- ¿Te volvió a pedir el divorcio? -Digo haciéndome la sorprendida.

Aunque la verdad no creo que suceda, esa mujer lo ama demasiado. Tiene una relación muy bonita

-Tener un bebé-Menciona mirándome fijo- además nunca me ha pedido el divorcio-Dice ofendido.

-Ganas no le faltan, ¿tú quieres volver a intentar reproducirte? -Me acerco y me siento al lado de él tomando su mano en señal de apoyo.

-No, sé. ¿Y si no sale? -Me pregunta mirándome a los ojos que están un poco húmedos

Cuando perdieron a su bebé fue un momento muy difícil, pero pudieron como pareja afrontarlo

-Bueno, en ese caso, lo volverán a intentar hasta que salga un pequeño bebé, te diría que adoptar, pero esos trámites son muy complejos. Sara es joven y por lo que sé, no tiene ningún problema de salud, y la pérdida de su bebé lo está llevando bien, ya han pasado más de 9 meses, siento que pueden estar listos. -Sentencio dándole ánimos

-Tienes razón. -Aprieta mi mano y me da un abrazo

-Pero claro que la tengo. -Digo riéndome quitando al mismo tiempo una lágrima de su mejilla.

Nos fundimos nuevamente en un abrazo y con ello compruebo que la vida solo es un momento y si no lo aprovecho esta me va a terminar llevando a mí

[...]

Haciéndole caso a mis arrebatos de locuras me acerco a la verja principal y aprieto el timbre.

-Buenas tardes, que se le ofrece. -Dice saliendo la misma mujer que nos abrió el día que llagamos para la fiesta de Gabriel.

-Hola, se encuentra Sebastián Romano, me gustaría hablar con él...-Sonrió.

Ella asiente.

- ¿Eres amiga de mi niña Alessia? Fuiste tú la que organizaste la fiesta de Gabi -Pregunta mientras caminamos hacia la entrada de la casa.

-Así es-Me sonrojo.

Ella asiente y me conduce por un pasillo, hasta llegar a una puerta grande de color blanco.

-Esta es la biblioteca, Sebastián siempre está aquí, no sé si pueda atenderte, pero lo más seguro es que sí. -Masculla al mismo tiempo que se devuelve por el mismo camino que recorrimos.

Tomando fuerzas de a donde no hay toco la puerta

-Pase-Dice del otro lado y de solo escuchar su voz, me tiemblan las piernas, y es una sensación deliciosa

Me adentro y observo todo a mi alrededor, hay libros desordenados, las ventanas permiten que se filtre la luz, y por medio de ellas ver el majestuoso jardín.

- ¿Qué quieres niña? -Pregunta desde su escritorio, observo como tiene un libro en su mano y lentes de lectura.

Hermoso, no puedo evitar repasarlo y sonreírle

-Al parecer no te agrado-Menciono sin inmutarme

-Touche-Dice solamente

Le regalo una sonrisa enorme, porque me encanta.

Me enciende.

-Sabes-Digo caminando por toda la estancia-Un pajarito me comento que andas buscando una esposa-Comento como si nada haciéndome la tonta.

-No-Es su única respuesta adelantándose a mi propuesta.

- ¿Cuándo te pregunte? Es un hecho, tú necesitas urgente una esposa, y yo un lugar como el campo para relajarme, piénsalo-Guiño uno de mis ojos color miel y eso salgo a paso seguro con una gran sonrisa.

Lo que te espera.

Camino hasta la salida, pero antes me giro ante el sonido de una voz.

- ¿Ya te vas? -Dice la misma mujer que me abrió hace unos minutos, con una charola con galletas y lo que parece té.

-Al parecer-Digo con algo de vergüenza.

-Oh, que lastima. -Menciona mirándome.

-Pero creo que tengo tiempo. -Ella me mira enternecida y asiente.

Me guía hasta el jardín donde hace dos días celebramos el cumpleaños de Gabriel.

Nos sentamos y el clima es perfecto, tal y como me gusta.

Caluroso.

Tomo la taza de té frío y la llevo a mis labios.

- ¿Entonces te vas a casar con mi niño? -Dice fuerte y segura.

Escucho mi propuesta.

Me atoro con la bebida y espero a recuperarme.

-Tu niño, al parecer no está muy seguro, pero si, nos vamos a casar. -Digo sonriente.

-No pareces la clase de mujer que le gustaría irse a vivir a la zona rural, específicamente a un viñedo. -Dice, y detecto en su voz curiosidad, esta mujer es un amor y no hay malicia en su pregunta.

Yo le sonrió y asiento.

-Soy una mujer de aventuras, me gusta el campo y el vino-Digo, luego de masticar las galletas de mantequilla.

Deliciosas.

Aunque el vino no puedo beberlo.

- ¿No te importa que sea un matrimonio por conveniencia?

-No, comprendo la situación y realmente saldré ganando yo.

-Bien, mi nombre es Estefanía. -Dice tendiéndome la mano

-Un gusto, Elisa. 

De regreso al inicio. (Saga Italiana #3).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora