Elisa 17

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Con mis pensamientos revoloteando acelero y llego al pueblo, tiene varios negocios y el parque central esta abarrotado de personas.

Aparco mi auto en un lugar estratégico por si me pierdo y me cercioro de tener todo lo necesario por si quiero comprar algo.

-Hola, me podrías dar un helado de chocolate por favor-Pido a la señora quien me sonríe y me da su pedido.

Con mi helado en mano camino tomándome mi tiempo de observar esta maravilla y me encuentro con un pequeño local que vende ropa interior y me acerco para ver un poco más de cerca todo.

Pretty For You

Bonito nombre

-Hola-Me saluda una chica como de mi edad.

Le sonrió y le correspondo el saludo

-Esto es muy bonito y delicado-Digo tocando las prendas que se ven de muy buena calidad como la ropa interior que te cuestan super costoso, pero estas tienen un precio económico.

Que impresión

-Si, yo misma las confecciono-Me dice.

Volteo a verla con incredulidad.

-Tu sola, no tienes ayuda.

-No, hace algunos meses me mude, y bueno ser una chica de ciudad en un pueblo donde te miran mal por vender lencería es divertido-Se encoje de hombros restándole importancia

Rio a carcajadas por su comentario.

-Que bien que no te dejes llevar por esos comentarios, la vida es tan corta-De mi sale un suspiro involuntario

¿Qué me pasa?

Tomo un conjunto verde militar, azul oscuro, lila y negro, que me llaman la atención por su delicadeza, y aparte de ellos uno que es demasiado atrevido.

Creo que le va a gustar a él. Pero me gustan mas a mi y eso es lo único importante.

-Me llevare todos estos-deposito todas las prendas en el mostrador.

- ¿no te los vas a probar?

-No hay necesidad, me conozco y sé que me quedaran.

Le doy dinero en efectivo y ella me sonríe mientras pone todas las prendas en un lindo empaque de cartón.

-Ya voy a cerrar, y la verdad no quiero llegar a mi casa solitaria, allí hay un bar gustas ir. -Dice la amable chica

-Claro-Respondo viendo la hora en mi reloj.

5:00PM

-Que grosera, me llamo Mara.

-Elisa-Estrechamos nuestras manos

Segundos después de cerrar su negocio nos encaminamos cada una a nuestro coche ella me guía en su auto hacia el bar que me menciono.

Nos adentramos y tiene una vibra genial, la música retumba por todo el lugar, optamos por situarnos en una mesa para dos y pedimos la primera ronda de cervezas.

No debería, pero qué más da.

Cuantas cervezas llevo, no sé, creo que perdí la cuenta.

-Tu teléfono está sonando-Dice mara sonriendo un poco borracha y con el cabello algo desordenado por bailar.

Me ha contado su vida, tenía su marca posicionada en la ciudad, pero su novio que era el contador desapareció dejándola endeudada hasta la medula, hizo los pagos con mucho esfuerzo y decidió venir a vivir a la antigua casa que le dejo su abuela.

En definitiva, una historia fuerte, ¿Cómo tu pareja te hace algo como eso?

Qué asco

-Holaaaa-Digo contestando efusivamente.

-Elisa, ¿Dónde estás? -Me pregunta del otro lado mi esposo algo preocupado.

¿Preocupado?

-Me extrañas esposo-digo mientras me voy hacia otro lugar para escucharlo mejor.

-Son las 2 de la mañana-Dice simple

-Oh, se me paso el tiempo-rio-conocí a Mara una muy buena amiga estamos en el bar, bueno en el único que hay en este pueblo.-Vuelvo a reír.

-Me escuchaste-Pregunto quitando el teléfono de mi oreja.

Me colgó.

Que grosero.

Vuelvo a la mesa y tomo el resto de mi cerveza.

-Me colgó, puedes creerlo.-digo indignada a mi nueva amiga.

-Tu esposo, al que obligaste a casarte contigo.-Cuestiona divertida.

También le conté algo de mi.

-Oye yo no lo obligue.-Me hago la ofendida.

-Mentirosa-Las dos reímos y brindamos nuevamente.

Cuanto tiempo ha pasado

No se

Siento un carraspeo y volteo a ver a mi esposo, salto a sus brazos y le doy un beso profundo.

-Hola-le doy otro beso.

El me da la misma mirada, la cual no se describir.

-Estas enojado conmigo. -Hago un puchero.

Él no me responde, pero si le dedica unas palabras a Mara la cual solo veo como niega con la cabeza, Sebastián toma mi bolsa y caja con la lencería.

Me conduce a la salida mientras yo miro a mara y me despido con un agotamiento de manos.

-Volveré a tu abotique-Grito por encima de la música.

Con Sebastián veo como alguien se va con su auto y nosotros nos dirigimos al que técnicamente yo robe.

- ¿Qué es eso? -Pregunta viendo la parte trasera de la camioneta donde está el sillón

-Oh-Me sonrojo-es para ti.

El me mira y por primera vez puedo ver algo distinto en él, pero no quita su mirada seria.

-Es muy cómodo, lo vi y pedí que lo modificaran para ti, ¿te gusta?

-Si, gracias Elisa-Dice y me da un piquito en los labios.

Yo sonrió y lo abrazo.

Me ayuda a subirme al asiento de copiloto y me coloca el cinturón de seguridad.

-No estoy borracha.

-Lo se.

- ¿Estas enojado?

-No-Y le creo cuando lo dice.

Me acomodo mejor en mi puesto y dormito un rato antes de sentir como mi puerta es abierta y la brisa de la noche choca con todo mi cuerpo.

-Vamos-me toma de un brazo-¿Puedes caminar?

Abro mis ojos y le dedico una mirada, sonrió de medio lado al verlo.

Su rostro provisto de su barba rubia con su cabello largo recogido en una coleta que hacer verlo masculino.

Llevo mi mano hasta su mejilla y lo acaricio.

El contacto para mi es fundamental, es mi primer lenguaje del amor. 

Espero el de él también, si no, tendremos graves problemas. 

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2022 ⏰

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