Sebastián 12

17 4 0
                                    

17 de septiembre 2030

-Estás hermoso-Me alaga mi hermana, con sus manos acomodando mi pajarilla.

Mi traje es azul marino como el de todos mis "padrinos".

-Hirmisi-La imita Eduard, y mi hermana ríe junto a él, Ruedo mis ojos

A veces es tan inmaduro.

Y dentro de la armada es un hijo de puta.

-Gracias Al-Mascullo, ignorado al agente.

-Elisa ya llego-Llega Felipe y abraza a mi hermana.

Le paso a su hija para que la cargue y me acomodo en el lugar que hace un rato la organizadora me dijo.

Endy, Mandy, la verdad se me olvido su nombre.

A mi lado se posa Eduard y palmea mi hombro derecho.

-Aquí tienes el pedido-Me hace entrega del anillo en su caja de terciopelo.

-Gracias-Digo.

-Este es el momento donde nos colocamos sentimentales.

Schei

-Verpiss dich-Él ríe y camina hasta en su lugar.

La música empieza a sonar y todos los presentes se colocan de pie.

Mi mirada está centrada en ese pasillo por donde entra mi futura esposa.

Luce muy bien.

Caliente es la palabra.

Su vestido deja al descubierto sus piernas.

Sus pechos se ven bien, a pesar de la cicatriz.

¿Cicatriz?

Evito fruncir el ceño y me limito a mirarla.

Nunca la había visto...

No le tomo importancia y solo la observo.

Sonríe abiertamente a los invitados para luego centrarse en mí.

Me guiña un ojo y hago uso de todo mi autocontrol para no follarla.

La niñita es irritable.

Desde hace algunas semanas me envía fotos calientes.

Me saca de mi zona, de tímida no tiene nada y su iniciativa me calienta.

Elisa llega hasta a mí y su hermano me da una mirada asesina como todas las demás, antes de darme la mano de la niñita.

-Cuídala, no quieres conocerme-Dice Robert, pero no le prestó atención.

Debo ser yo quien se cuide de ella. Esta mocosa me va a sacar canas.

Tomo la mano de Elisa y su fragancia inunda mis fosas nasales.

No sé cómo voy a aguantar.

Me esfuerzo y nos acomodamos para quedar enfrente del juez, soltando nuestras manos.

-Estamos reunidos para oficiar la unión de Elisa Mills y Sebastián Harrison-Empieza a decir el juez.

Que el tiempo se apiade de mí.

-Elisa Mills, acepta como esposo al señor Sebastián Harrison

-Acepto-Ella me sonríe con maldad y yo lo puedo regalarle una mirada fría para que se controle.

Ella me reta con la mirada.

-Sebastián-Miro al juez y él me repite la pregunta.

Mocosa del demonio.

De regreso al inicio. (Saga Italiana #3).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora