Gals' Love [BaekYeol/ChanBaek]

The other me [BaekHee version]

Como cualquier persona en el mundo, BaekHee odiaba tener que hacer trámites escolares. Eran una mierda, siempre se necesitaban realizar demasiados movimientos, sacar cantidad de papeles, generar pagos, y lo peor venía cuando tocaba enfrentarse a los administrativos de la universidad. Si a BaekHee le dieran un modo de poder zafarse de esa, en este momento la tomaría. Pero, como debía obtener su constancia de estudios debido a que para continuar con su solicitud para hacerse profesora de taekwondo la necesitaba, no le quedaba de otra más que estar ahí, en su universidad y pelearse...

Porque, como a cualquier persona, no le estaban dando el mejor de los tratos.

"¿Por qué no van a aceptarme mi pago? ¡Ya lo hice! Ahí está, señorita, ¿es que no puede verlo?" Esa era ella en aquellos momentos. Traía puesto su cubrebocas con el que medio se estaba asfixiando, pero no podía quitárselo, porque #pandemia, e intentaba hablar lo más claro y fuerte posible para que incluso bajo la tela del algodón blanco que estaba hecho se le escuchara–por si acaso la mujer con la que hablaba, ante su edad, se estuviera quedando medio sorda y por eso no estuviera comprendiendo de lo que le hablaba–, mientras sacudía su pago del que hablaba frente al mostrador que la dividía en ese espacio de administración que tenía su universidad y al que había ido en camión ya que ChanMi había necesitado llevarse ese día su carro al trabajo y a ella no le quedaba más que irse en transporte público–otra razón para estar medio enojada, a nadie le gustaba pasarse su día entre transportes públicos, claro que iba a verse medio fastidiada porque la estuvieran reteniendo con ese trámite.

La mujer al frente tenía una cara bastante larga. Se notaba que había hecho el esfuerzo por arreglarse un poco, con su moño de cabello rubio cenizo medio mal pintado bastante alzado, sus ojos maquillados con sombras de un azul claro, y un rojo en sus labios bastante chillón que chocaba un poco con su traje de colores más sombríos. Era evidentemente mayor, las bolsas bajo sus ojos y los cachetes que ya colgaban un poco más sus ligeras arrugas en frente y ojos lo declaraban; BaekHee no la estaría juzgando por eso, a ella tampoco le importaría venir vestida de una manera inesperada si se encontrara encerrada entre esas cuatro paredes con solo un escritorio con una computadora y un teléfono viejo que atender, sin embargo, la forma en la que la estaba tratando sí generaba una ligera molestia que hacía que todo lo que viera en ella le pareciera, de cierto modo, desagradable.

Nada sororo de su parte que estuviera juzgando a una pobre mujer que no tenía la culpa de haberse vuelto medio amargada por su trabajo que debía ser fastidioso al tener que tratar con tantas personas necias y molestas–como ella–, pero no podía evitarlo. Estaba crispándole de los nervios que, luego de haber cumplido con todos los procedimientos que su maldita universidad le pedía para tener una constancia–¡y aparte pagar por ella! Los estudiantes no deberían pagar por una maldita constancia de estudios, ¡eso debía ser un derecho que la universidad debería otorgarte cuando sea que la pidiera, de manera gratuita, ¿qué diablos?–, le estuvieran diciendo que algo en lo que había hecho estaba mal y por eso no podían proseguir con su trámite como quería.

A ella le urgía obtener esa constancia, era uno de los últimos papeles que le estaban pidiendo en la aplicación para conseguir su certificación de maestra de taekwondo, si no lo tenía para el siguiente lunes–o sea, en una semana más– perdía su oportunidad, ¡y adiós al sueño de seguir siendo Sabonim!, iba a tener que esperarse al siguiente año para intentar conseguirla de nuevo, lo que la dejaría por un año sin trabajo. Al vivir ella con su novia y básicamente haberse independizado de su familia, no podía darse el lujo de quedarse sin trabajo por un año. Menos cuando en un año ya iba a estar por titularse, y la beca de la escuela no proporcionaba todas las cosas que en una casa se necesitaban.

¡¿Entendían por qué su molestia y desesperación ahora?!  

"Sí, estoy viendo que tienes tu pago, hija, pero no sacaste la copia de la manera en la que se requería," la mujer le dijo luego de que hubiera dejado de mover de un lado a otro sus brazos en un acto desesperado. Quedó de ese modo su papel de pago por constancia sobre el mostrador que las dividía, y al permitirle eso a la mujer tomarlo para mostrarle de lo que hablaba, BaekHee solo pudo fruncir el ceño por seguir escuchando. "Aquí, pusiste tu recibo de esta manera vertical cuando debiste ponerlo acá abajo, de manera horizontal, ¿me estás entendiendo?"