THREE

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Tony Stark POV:


— Tony parece que está despertando, ven a la sala. -me llamó Bruce.

— Voy en camino. -Me senté a lado de la camilla de la chica para ver si despertaba pero nada pasaba.

— ¿Qué sucede, Bruce? -pregunté preocupado.

— Tranquilo, Tony. Sólo fue una falsa alarma, su ritmo cardiaco aumentó un poco y pensé que despertaría; por ahora lo mejor es dejarla descansar y que despierte cuando su cuerpo lo necesite. Deberíamos ir a comer algo, toda la batalla nos tiene muy cansados a todos.

— Tienes razón... vamos. Tengo antojo de Shwarma.


(Ponle play a la música a partir de aquí 🎼)


Minutos después...


T/N Castillo POV:


Desperté y tenía un suero conectado junto con muchos cables. Soy algo temerosa con las agujas así que me la quité con mucho cuidado; solté un corto quejido de dolor. Retiré la pinza en mi dedo y la pantalla donde se proyectaban mis signos vitales quedo negra: ya no tenía lectura.

Decidí pararme de la cama pues no había nadie. Quise buscarlos y después de caminar unos minutos, me topé con una puerta que, sin quererlo ésta se abrió automáticamente. Supuse que por algún sensor o algo similar.

Apenas puse un pie dentro, pude verlo. Era Loki: sentado en el piso de una especie de jaula de cristal, sus ojos estaban cerrados pero estaba muy segura de que no dormía. Me dispuse a hablarle...


— ¡Hola! -dije con amabilidad, se limitó a verme-. ¿Qué haces ahí dentro? -no obtenía respuestas y me desesperaba-. ¿Porque destruiste New York?

— ¿Qué acaso nadie te dijo, torpe humana? Soy un monstruo. -contestó con el ceño fruncido.

— Pues... yo no pienso que seas un monstruo. En mi opinión, sólo creo que nadie te entiende. -le dije mientras recorría la habitación con mi mirada, él abrió los ojos como si le hubiera sorprendido-. ¿Por qué me salvaste? -silencio-. ¿Qué acaso no hablas?

— ¿Qué acaso nunca te callas? -contestó él con desaire.

— Lo siento, no era mi intención importunar.


Me parecía algo lúgubre su apariencia pero, a la vez era algo que me intrigaba. A pesar de su indiscutible arrogancia, noto mucha melancolía y quiero ayudar. ¿Por qué tengo que ser tan empática siempre? Es más que obvio que Loki no me quería allí, no obstante... me senté en el suelo. Por más que traté crear conversación alguna, no funcionaba. Creí que tarareando una de mis canciones favoritas podría servir de ayuda.


— ¡¿QUÉ HACES?! -se alteró más de lo que algún día creí llegar a verlo-. — ¡¿QUÉ CLASE DE MAGIA NEGRA USAS EN MÍ, MALDITA BRUJA?! -gritó aún más enojado que antes y cerraba los ojos con fuerza.

— ¿D-de qué h-hablas? -Contesté con la voz entre cortada. Los gritos y yo no nos llevamos bien.

— ¡ERES UNA MALDITA BRUJA! -alzaba aún más las voz-. ¡BASTA, DETÉN TU HIPNOSIS SOBRE Mí, NO PODRÁS MANIPULARME JAMÁS! -mantenía los ojos cerrados, era como si trataran de meterse en su cabeza para extraerle información y él pusiera toda resistencia.

— No sé d-de qué est-tás hab-blando. -dije con la voz temblorosa sin darme cuenta. Mis mejillas estaban húmedas.

— Hermano, ¡BASTA! ¿Qué le haces a la pobre? ¿Por qué llora?


Es ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora