ELEVEN

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Thor Odinson POV:

— Estamos en Asgard... -habló T/N con cierto miedo en la voz.

— ¿Qué carajos? -exclamó Tony.


Todos miraban El Palacio Real de Valaskjalf, asombrados.
Es gracioso ver cómo los mortales se sorprenden tan fácil.


— Thor, estoy esperando que nos des una explicación. - Tony trataba de sonar amenazante.

— ¿Qué demonios hacemos en Asgard? -preguntó Bruce.



Por instinto miré a mi hermano, apenas mis amigos entendieron que estábamos en mi reino, me imitaron. A excepción de T/N que estaba maravillada viendo el agua y el castillo.
Loki levantó los brazos como si lo rodeáramos con armas puntiagudas.




— T/N, cielo... no te alejes. -Tony notó el puente y tomó delicadamente del brazo a T/N.



TN Castillo POV:



El lugar me parecía extrañamente familiar, me sentía como esas veces que llevas mucho tiempo de viaje y por fin, después de tantos vuelos y hospedajes distintos, por fin llegas a casa.

Hacía muchísimo tiempo no sentía que de verdad encajara en algún lado, a decir verdad, tal vez es la primera vez que me pasa. Asgard era tan avanzado... parecía una de esas ciudades avanzadas de Star Wars. Coruscant es la primera que cruza mi mente.


— T/N, cariño... ven, no te alejes -Tony me llamó, no había notado que estaba muy cerca de la orilla de ese puente en el que aterrizamos.

— De verdad no sé cómo llegamos aquí, pero hablaremos con Padre. Él sabrá qué hacer. Los regresaremos a su mundo lo antes posible. El Bifrost sigue roto por la última batalla que tuvimos -sonrió incómodo viendo a Loki-. Tampoco creo que el Teseracto sea una buena idea dado lo que sucedió.



Todos caminamos hacia el castillo.

Aproveché que venían distraídos y a la defensiva para esconderme detrás de Loki y poder apoyarlo, sabía que esto sería difícil para él.

Al sentir a alguien de repente, se tensó pero notó que se trataba de mí y relajó sus hombros.

Unos segundos antes de entrar, Thor le quitó el bozal, y pudo conjurar un hechizo para hacerme invisible y así entrar juntos. Sabía que me necesitaba.

Entré con mi brazo entrelazado al de él y admito que me sentí aún más pequeña e insignificante en un salón con paredes tan grandes y un techo tan alto que apenas se podía ver su final.

Cargaba unas pesadas cadenas y los guardias estaban alrededor de él.


— Loki... -susurró Frigga.

— Hola, madre. ¿Orgullosa de mí? -contestó Loki.

— Basta, no empeores las cosas.

— Define "empeorar" -entrecerró los ojos con fastidio, actuaba más grosero que de costumbre, no lo reconocía.

— Basta -Odín se entrometió alzando la voz.

— Hablaré con el prisionero, a solas. -dijo Odín, con autoridad.

— Pero, padre... tenemos -interrumpió Thor.

— Fui claro. -gritó más alto.


Los altibajos en la voz de Odín me hacían sobresaltar, Loki lo notaba y procuraba protegerme manteniéndome detrás de él intentando hacerme sentir segura.


Es ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora