Delirando por ti

Capítulo 15: Cita programada

Holly

¿Entonces existe una buena explicación de por qué Ayden está en MI auto?-escribí en el texto para George que iba sentado junto a Carl en la parte delantera del vehículo

Sí, la hay-levanté una ceja con impaciencia y miré por el espejo retrovisor a George que me devolvío la mirada y pusó los ojos en blanco- como tu compañero y su majestad Holly no se molestan en ser amistosos el uno con el otro, y ni siquiera intentan ir a citas por su cuenta los estoy llevando a una.

Intenté tan duro no reir pero fracase estrepitosamente, por el rabillo de ojo vi a Ayden mirarme con curiosidad. Lo ignoré.

Buena suerte, George. ¿donde se supone que nos estas llevando?-la verdad me ponía un poco nerviosa saber que George planeó una cita, no es que no confiara en él pero... digamos que el tenía mas de 40 años, por favor. Lo único que esperaba era que no fuera algo muy anticuado.

George rio en el asiento de adelante-Te ves tensa-Hice una mueca-tengo una revista, no te preocupes-y no se por qué razon me preocupe más, estupidas revistas con ideas de citas. Resistí el impulso de gemir

Espero por tu bien que esto sea bueno-la mirada que me dio George por el retrovisor solo significaba "oh, esto será mas que bueno", me mordí el labio y George rio mas fuerte

-supongo que estan hablando de mi-dijo Ayden señando a George y a mi telefono celular con hastío. Que egocentrico el muchacho.

-sip, estaba comentando mi molestia respecto a que calientas el asiento del automovil y malgastas el aire respirando-el levanto una ceja y me dio una sonrisa torcida. ignoró totalmente la segunda parte.

-ah ¿Asi que te calienta que este aquí?- yo no me iba a reir ante eso, creo que mis palabras fueron muy desafortunadas

-yo no dije eso-sonrei de la misma forma que él y me fijé en que George estaba subiendo el volumen de la música en los parlantes delanteros. Menudo celestino.

-¿no?-se acercó lo mas que pudo con el cinturon de seguridad puesto. ¿qué problema tenía con el espacio personal? me mantuve en mi lugar

-No- se desabrochó el cinturón de seguridad y se acercó aun más si era posible. Sostuve su mirada vibrante y el auto de pronto frenó. Di un chillido y apreté a Ayden contra mí por el susto, pero el se dio un cabezazo con el asiento delantero antes de poder evitarlo-¿estas bien?

-Eh, calma-se froto la cabeza-estoy bien. En serio estoy bien-agregó cuando vio bien mi cara. Mi corazón estaba latiendo descontrolado. Los dedos de Ayden acariciaron mi mejilla con suavidad y sus ojos tranquilos hicieron que controlara mi respiración agitada. Él me estaba calmando. Al rato se rio- Sabes, es muy comodo estar sentado sobre ti y que me abraces tan fuerte, pero dudo que quieras permanecer así, asi que...-miró significativamente el inexistente espacio entre nuestros cuerpos. La preocupación se esfumó como si nunca hubiera existido. Lo solté

-¡Carl! Ten mas cuidado-le dije molesta. La música ya no sonaba y ni cuenta me había dado.

-Lo lamento, Holly. Un perro se atravesó- su voz fue lo suficientemente amable para hacerme sentir culpable por hablarle como lo hice. Ayden no quito la vista de mi en todo el tiempo que estuvimos en el auto.

Ayden 

Tenía que admitir que me estaba divirtiendo como nunca en la cita planeada por George, yo solo me dejé llevar ocultando mi ignorancia respecto a los planes de hoy, Jerry no me había dicho nada, y al parecer Holly sabía tanto como yo a juzgar por el ceño fruncido que lucía apenas llegamos, se notaba a leguas que no le gustaba ni pizca no saber lo que ibamos a hacer. Pero ahora aquí en el campo de paintball su rostro mutó a una expresión tan alegre como calculadora, peligrosa y competitiva. Mi sonrisa se ensanchó cuando derribó a uno de los chicos del equipo contrario con un disparo certero en el pecho que tiño al pobre chico de rojo ¡vaya que escena tan macabra! hice lo que pude para no destornillarme de la risa ahí mismo.