Casa Nueva

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No contesté nada, seguía asustada, no sabía dónde estaba, sus intenciones, nada.

-Será mejor que nos vayamos.- la sonrisa que antes había aparecido en su rostro, desapareció.

Comenzó a caminar, lo seguí lentamente, no quería queme obligara a caminar, con golpes. Llegamos a la salida, el caminó hacia un auto, supongo era suyo.

Fingí seguirlo, y de pronto corrí hacia el lado contrario de donde el estaba, intentando escapar. Se dio cuenta, y comenzó a correr detrás de mi. Yo seguía usando los tacones, por lo que no podía correr rápido, y el terreno rocoso no me favorecía mucho.

-¡Vuelve aquí!- gritó mientras casi tropezaba, aún siguiéndome.

Para mi mala suerte, había una piedra, que no vi, y caí al suelo. "Jorge" llegó a mi lado, e intentó regular su respiración.

-No.. intentes.. huir... no.. tiene sentido..- dijo regulando su respiración, desvió su mirada a mi pierna, que sangraba ligeramente por un raspón que se había hecho debido a que tropecé. -¿Estas bien?- yo solo asentí. -Anda, levántate.- dijo tendiéndome una mano. Tomé su mano e intenté ponerme de pie, pero me dolía al intentarlo.

-No puedo.- dije en tono apenas audible. Jorge solo suspiró, y se acachó hasta dónde yo estaba, para cargarme.

Me cargó hasta su auto, abrió la puerta del copiloto y me dejó en el asiento, puso seguro a la puerta, y rodeó el auto para subir del otro lado.

Comenzamos a avanzar, al parecer estábamos algo lejos, ya que llevábamos 30 minutos aproximadamente yendo por carretera. Ninguno de los dos había articulado palabra alguna, yo solo volteé hacia la ventanilla del auto, y comencé a llorar, lo más discreto posible. ¿Y si no volvía a ver a mi madre? ¿A mis amigos? ¿A mi hermano? Esas ideas me pusieron aún más triste. Jorge no dijo nada por que yo lloraba, solo me miraba por el rabillo del ojo, y regresaba la mirada al camino.

Llegamos a una residencial algo apartada de la ciudad, llena de casas enormes, con grandes jardines, piscinas, y autos lujosos. Pasamos frente a una casa enorme, hermosa, y fue ahí dónde Jorge estacionó el auto. Jorge bajo del auto, y lo rodeó, para abrir la puerta del copiloto.

-¿Puedes bajar sola?- me preguntó, haciéndose a un lado para que lo intentara. Me sequé un par de lágrimas que caían por mi rostro, e intenté bajar, lo logré, pero me dolía.

-Sí.. si puedo.- dije apoyándome en la puerta del auto, para bajar.

Caminamos hacia la entrada, cuando casi tropiezo en uno de los escalones, "Tropezar, no me ha traído nada bueno últimamente" pensé para mi misma.

Jorge se acercó para ayudarme a subir los escalones, pasando su brazo por debajo de mis hombros.

-Bienvenida.- dijo abriendo la puerta de entrada, dejándome pasar primero, y cerrando la puerta detrás de el.

Todo Cambia En Un Minuto (jortini) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora