Lo tomé por sorpresa al besarlo, pero respondió en beso de inmediato. Nos separamos por falta de aire, y ambos sonreímos.
-Felicidades a ti también.- dije antes de robarle otro corto beso. Jake se despertó, y comenzó a llorar. Intenté levantarme, y Jorge puso una mano en mi pecho, en señal de que el iría. Lo puso en mis brazos con cuidado, y comencé a mecerlo, llevaba varios minutos meciéndolo, y no dejaba de llorar.
-Creo.. que tiene hambre.- dijo Jorge rascándose la nuca.
-Puede ser.- admití.-
-Yo.. esperaré afuera, y preguntaré si te dan de alta hoy.- dijo saliendo de la habitación cerrando la puerta detrás de el.
Amamanté a Jake, y se quedó dormido en mis brazos de nuevo. Lo vi dormir varios minutos, hasta que la puerta se abrió.
-Buenas noticias.- dijo Jorge cerrando la puerta detrás de el.- En 3 horas, podrás volver a casa.- dijo sonriendo.
-Genial.- dije en un susurro sonriendo. Jorge miró a Jake, y comprendió porque susurraba.
Las siguientes 2 horas, James dormía, y Jorge jugaba algo en su teléfono, mientras yo veía a Jake dormir, la última hora, el doctor entró a la habitación, y avisó que me podrían dar de alta ahora, aceptamos, y se llevaron a Jake, para brindarle ropa necesaria, para que el cambio de temperatura no le afectara.
-¿Seguro que puedes con el?- le pregunté a Jorge viendo como llevaba a Jake en sus brazos, caminando lentamente, para ver dónde pisaba.
-Sí, yo puedo.
-¿Por qué no me dejaste llevármelo?
-Porque, yo lo quiero llevar.- dijo haciendo una mueca, yo solo reí, y seguí caminando hacia el auto. Abrí la puerta del copiloto, y Jorge dejó a Jake en mis brazos. Jorge subió del otro lado, y arrancó el auto.
Conducía tan lento, y precavido, cada señal de los letreros, y los límites de velocidad los obedecía al extremo.
-No exageres.- dije riendo, cuando íbamos por la calle desierta que conecta la ciudad con el fraccionamiento, iba a 70 km por hora.
-Déjame.- dijo riendo.
Llegamos a la casa, y Jorge me abrió la puerta, ya que esta vez yo cargaba a Jake.
-Bienvenido.- le dijo a Jake, recordé cuando me dijo lo mismo a mi, cuando recién había llegado. -Vamos arriba.- dijo subiendo las escaleras, yo lo seguí, no subía muy rápido, ni Jorge tampoco.
Caminé hacia nuestra habitación, y pude ver una pequeña cuna, con muchos juguetes para bebés junto a ella.
-Sorpresa.- susurró Jorge en mi oído.
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Todo Cambia En Un Minuto (jortini) Terminada
Romanceesta novela NO es mía es adaptada créditos a la autora.