-¿Dónde están tus padres?- le preguntó Jorge al niño poniéndose de cuclillas para estar a su estatura.
-No se.- dijo negando con la cabeza, mientras lloraba.
-¿En que hotel te hospedas?- le preguntó con voz dulce al niño, el solo señaló hacia el mismo hotel donde nosotros estábamos. -Nosotros también.- le dijo sonriendo.- Vamos a buscar a tus padres, ¿si?- el niño asintió, y limpió una lágrima en su ojo, antes de darle la mano a Jorge. Caminamos hacia el hotel, con el pequeño niño que no había dejado de llorar.
Entramos al hotel, y Jorge cargó en brazos al niño.
Entramos a la recepción, y no había nadie más que la chica que nos recibió y nos dio el desayuno, así que preferimos no preguntarle a ella. Caminamos hacia las piscinas, y vimos a un señor mayor abrazando a una mujer de unos 37 años, que se cubría el rostro.-¿Y si no lo encuentro papá?- decía preocupada, alejándose de el.- ¿Qué voy a hacer?- el niño que lloraba en el hombro de Jorge alzó la vista, y miró a la mujer que lloraba.
-¡Mami!- dijo bajándose de los brazos de Jorge. La mujer lo miró, y corrió a abrazarlo. La mujer lo besó en la mejilla, y le decía que estaba preocupada por el. Lo cargó en brazos, y caminó hacia nosotros.
-Muchas gracias.- dijo sonriendo. -Enserio, no tengo como agradecerlo.- dijo sonriendo, después de soltar un suspiro.
-No hay de que.- dijo Jorge sonriendo levemente. La mujer sonrió, y regresó con su padre, y Jorge y yo nos encaminamos hacia nuestra habitación.
Entramos, y Jake seguía dormido. Al poco tiempo se despertó, y lo primero que hizo, fue correr al balcón para ver el mar, y los toboganes de la piscina. Fuimos a desayunar, de nuevo al buffet, Jake tenía que esperar otra hora para poder ir a nadar, mientras le puse protector solar, aunque de nuevo estaba algo furioso por eso.
Y así pasó una semana, la misma rutina, pero, era divertida. Jake pasaba la mayor parte con nosotros, y se quedaba un tiempo con los chicos del Staff, para que Jorge y yo pudiéramos estar juntos un tiempo. Pasó la semana, y tuvimos que volver a casa.
-Mami, hay que volver.- dijo Jake tirando de mi brazo, cuando yo preparaba la comida, ya en casa.
-No podemos Jake, siéntate, ya va a llegar papá.- dijo sirviendo la lasaña en los platos. Se sentó haciendo muecas, de mala gana. A los pocos minutos, la puerta de entrada se abrió, era Jorge, pero no gritó "llegué" igual que siempre, si no que hablaba por teléfono.
-Ya te dije que sí.- dijo fastidiado.- Iré en dos días, ya déjame en paz.- dijo antes de colgar el teléfono.
-Hola.- dijo al vernos a Jake y a mi, besó a Jake en la frente, y sacudió su cabello, después besó mi mejilla.
-¿Qué hay de comer?- preguntó sentándose junto a Jake.
-Lasaña.- dije sirviendo un poco de té helado en su vaso.
Comimos en silencio, y pude ver que Jorge estaba demasiado tenso. Jake subió a su habitación a jugar, y Jorge se lanzó en el sofá.
-¿Qué pasa?- pregunté sentándome junto a el.- Estás tenso. Jorge suspiró y apoyo sus codos sobre sus rodillas, y enredó sus manos en su cabello.
-Tenemos que ir de viaje.- hice una mueca, no entendía que tenía de malo, el lo notó.- A ,Argentina Tini.
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Todo Cambia En Un Minuto (jortini) Terminada
Romanceesta novela NO es mía es adaptada créditos a la autora.