❥︎| Donde Sadie y Millie están desesperadas por ser las mejores madres para sus tres hijos.
❝ Cariño, somos dos mujeres y todavía no entiendo como tenemos tres hijos. ❞
❝ Si.. yo tampoco. ¡Michael deja de jugar con el fuego! ❞
꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦
- Sadie Sink...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Por favor, Millie. Hablemos, ¿quieres?
— No quiero.
— Pareces una niña.
— ¿lo dices en serio? ¿soy yo la que tiene que mandar a sus hijos para pedir pizza porque tengo pánico? No. Así que la única infantil eres tú.
— Primero que todo, auch. —limpió una lágrima falsa.— Segundo, sabes que tengo miedo y termino preguntando si tienen pizza ¡en una pizzería!
— Vale, piensa lo que quieras, pero ya es tarde y quiero dormir.
Hace unas horas Sadie y Millie tenían una cena de trabajo, y como el jefe de la castaña es un total regañón, tuvieron que ir obligadas como la mejor pareja de esposas. Aunque, sinceramente ya lo eran.
Pero volviendo al caso: un chico apuesto no dejaba de mirar a Sadie. Al principio Millie no le tomó importancia pero luego de un tiempo el chico comenzó a coquetear con su esposa, quien obviamente, no sabía lo que pasaba.
La castaña no aceptaba que estaba celosa, era muy orgullosa para decirlo. La última vez que confirmó que estaba celosa, Sadie se la pasó dos semanas molestándola, incluso les comento a sus hijos quienes solo se reían de su mamá y sus tontos celos.
— ¿Que te pasa, cariño? Por favor dime, sabes no soy buena adivinando. —se acercó a Millie.— ¿Hice algo mal? ¿Dije algo malo en la cena? ¡Demonios! ¡¿Es nuestro aniversario? Si es así ya lo sabía.
— Ya. No es nada. —se alejó de Sadie, y comenzó a acomodar su cama con la intención de ir a dormir.
— ¡Yaaa! —tomó a la castaña del brazo acercándola a ella. — ¡Dime! ¿Por favorcito?
La adulta se quedó callada y simplemente se acostó en su cómoda y suave cama, tapando por completo su cuerpo.
De sadie se escapó un grito ahogado, a la par que se sentaba a lado de su esposa.
— ¡¿Quieres el divorcio?!
— ¡¿QUE?!
La puerta se abrió de una patada, dejando ver a sus tres hijos detrás de esta. Millie destapó por completo su cuerpo con el ceño fruncido, ¿que hacían sus hijos espiándolas?
— ¡Oh no! ¡No puede ser! ¡Mis mamás se van a separar! —sollozó Jason, tapando su rostro entre sus manos.
— ¡Ustedes se separan y dejó el colegio! —dijo Casey fingiendo llorar.— Entonces.. ¿si se separan?
— ¡No por favor! —El pequeño saltó sobre sus dos madres, juntando sus dos manitas rogando que no se divorcien.— Se los pido por lo que más quieran que no se separen.
— ¿Ah? ¡Eso no va a pasar! —contestó rápidamente Millie.— ¿Que? No lo haremos, ambas nos amamos mucho.
