capítulo 20 Perdiendo el control

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Roxana

Corri tan pronto como pude, saque del armario  lo primero que encontre jeans y camisa, zapatos no tenía, así que me tocó ponerme los tacones que había llevado. El sonido de la ambulancia llegó tan pronto como mi hermana Sofía.

--- ¿Qué pasó?

--- Papá!!! Grito tan fuerte que me hizo temblar de miedo.

Los paramédicos montaron a papá en la camilla y mi mamá corrió detrás de ellos, subieron a la ambulancia y yo me monté junto a Sofi en su carro y salimos  a toda marcha. 

En el camino nos invadió un silencio desconsolador. No sabía que decir y tal vez Sofi no quiera saber cuál fue el motivo de tan trágico momento, porque de alguna manera se lo imaginaba.

Llegamos a la clínica y sacaron a papá. Mi mamá lloraba desconsolada, el sonido de las ruedas de la camillas al andar a toda marcha y las voces de los médicos anunciando que se les iba el paciente me dejaron paralizada, mis rodillas no pudieron mantenerme de pie y sedieron cual derrumbe del edificio más alto producto de un terremoto.

Al abrir los ojos estaba Sofía junto a una enfermera tratando de reanimarme.

- Sofi, como esta papá? 

- Lo mate.. fue mi culpa Sofía... yo lo mate...decía sin parar de llorar.

--- No digas eso Roxana.. 

--- Papá está bien. Ya está en recuperación.

--- Le dio un infarto pero ya está fuera de peligro.

- Fue mi culpa.. Le dije sin parar de llorar.

De pronto apareció Susana...  después de todo lo que pasó había olvidado que la deje tirada en la casa de mis padres.

--- Amor!!!!...¿Cómo estás?

--- Hola! Sofía..  Susana saludo con un beso en la mejilla a Sofi y se acercó a mi tomando de mi mano me dijo...

--- Amor.. ¿Estás bien?.. ¿Qué te pasó?

A pesar de ser la persona que más pudiera necesitar en momentos de dolor y tristeza, paradójicamente  era la que menos quería ver. Yo no  podía responderle, sentía rabia, sentía que por culpa de ella mi papá ahora estaba en la clínica y en vez de entender que no fue culpa de ella ni mía, sino de una sociedad machista que no es capaz de entender que amar no es un pecado, en vez de aferrarme a ella decidí alejarme.

- Susana, creo que no es el momento. No deberías estar aquí.

--- Amor pero como no estar a tu lado. Sé que no es fácil por lo que estás pasando y por eso quiero que sepas que estoy aquí para ti.

- No!! No debes estar aquí. Vete!!

--- Roxana, entiendo que te sientas culpable por lo que pasó o que me  hagas culpable de todo, pero no es así, sabes que no hicimos nada malo, que nos amamos y que aunque la sociedad sigue sin darse cuenta que esto no es una enfermedad no puede culparnos por amar. 

- Vete por favor!. 

- Papá  está en una cama en un hospital por culpa de hacer lo que no debí  hacer nunca.

--- Pero que dices Roxana. !!!!??? Acaso insinuas que soy un error en tu vida.

- Si! Tal vez si lo eres. No debí  nunca llevarte a mi casa, no debí tenerte tan cerca, no debí dejar que me volvieras loca al punto de meterte en mi cama aún sabiendo que mis padres estaban en la otra habitación. 

COMO UN CUENTO DE HADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora