Roxana
Por primera vez en los años que tengo trabajando aquí, jamás me había encontrado en la situación en la que estoy ahora, no tengo cabeza para supervisar al personal, estoy distraída y algo inquieta. Nadie me había hecho perder la cabeza de este modo y mucho menos una mujer.
Se hizo la hora del almuerzo y me disponía a salir, cuando de pronto sonó mi extensión.
- ¡Aló!...¡Buenas tardes!
--- Puedes venir a mi consultorio?.
- ¡Hola!. Yo.. yo iba saliendo a comer.
--- Puedes pasar antes de almorzar, necesito hablar contigo sobre unos resultados de laboratorio de uno de tus analistas.
- ¿Exámenes de laboratorio? Y deseas hablarlo conmigo? De que analista es?
--- Roxana, deja de preguntar tanto y ven a mi consultorio.
Colgué la llamada y salí al área de servicio médico de la empresa a encontrarme con Patricia.
Frente a la enorme puerta de vidrios oscuros, respirando profundo toque un para de veces, esperando que la enfermera me abriera la puerta, pero para mí sorpresa quien estaba al otro lado era Patricia.
--- ¡Hola!.. Pasa.
Caminamos hasta su consultorio y al entrar le dije...
- De que analista se trata?
--- De ninguno.
Sentí como mi cuerpo se paralizó. Mi garganta se secó por completo.
--- Lamento haberte mentido, pero de que otra forma hubieses venido?.
Tomo una botella de vino tinto que tenia en su escritorio y dos copas.
--- Éste vino es uno de mis favoritos, dijo dándome la copa.
- Estamos en horario laboral. No deberíamos estar tomando licor.
--- En realidad no estamos en horario laboral. Estamos en nuestra hora de almuerzo.
--- Relajate que sólo es una copa.
Lleve la copa a mis labios para humedecerlos y calmar mi garganta seca producto del momento. Un gran sorbo hizo su recorrido dentro de mi.
Patricia no dejaba de verme con esos ojos intensos, podía sentir como quemaban mi piel.
Sonrío y se alejó de mí, sentándose en su escritorio.
- ¿Qué te produce risa?.
--- Usted me gusta señorita Shibari.
Lleve la copa a mis labios y sin respirar termine con todo el vino que en ella quedaba.
--- ¿Nerviosa?.
- No tengo porque estarlo.
- Gracias por el vino. Me tengo que ir. Le dije caminando a la puerta.
--- Ey!!! Espera.. ¿Por qué te vas tan rápido?. Dijo acercándose a mí.
Camino lentamente hasta quedar a milimetros de mi, llevo su mano derecha muy cerca de mi cuello y sin llegar a tocar mi piel, movio un mechón de mi cabello alejandolo lentamente de mi rostro. Mi corazón latía tan fuerte que podia sentirse el bombeo estruendoso de la sangre correr dentro de él. Mi respiración se hizo fuerte y pesada, acerco sus labios a mi oído y susurrando me dijo...
--- Quiero demostrarte que te gustan las mujeres.
--- Que te gusto tanto como tú a mi.¡Joder! Sentí latir mi sexo y mis pulsaciones se aceleraron de 10 a 1000. Mi panty comenzó a empaparse de ese líquido transparente que anunciaba estar preparada para el momento. El consultorio se baño de hormonas protagonistas del deseo y la atracción sexual..
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COMO UN CUENTO DE HADAS
RomanceLos cuentos de hadas siempre encuentran la forma de afectar tu mente. Me pregunto como alguien logra que cuenten su propio cuento de hadas, y si yo quisiera eso..... Es seguro confiar en alguien que aparece justo cuando lo necesitas? ó habrá agua...