GRACIAS...
Cuando la mañana fría y la luz que no calentaba se filtró entre los arboles hasta los ojos de Gulf, pudo sentir la incomodidad suficiente para despertar, sin embargo los cerró de vuelta con fuerza, presiono los puños con mucha más, no tenía el valor necesario para conocer la verdad, incluso cuando pudo dormir su mente se sentía tan irreal, él siempre escuchó hablar del primer día de una pareja hecha por los dioses, nunca idealizo el tener una y mucho menos estar tan abrumado por ese sentimiento, pero desde que había conocido a Mew lo supo, desde aquel día en el bosque, desde aquella primera vez que se vieron a los ojos, ahora ese sentimiento se había multiplicado al doble o triple, ese sentimiento de tener el corazón en la boca, rogaba internamente porque no solo fuera un sueño, rogaba por no haber muerto y solo estar imaginando que había podido ser valiente una vez en su vida para aceptar su corazón, porque nunca tuvo la oportunidad de mirar a alguien a los ojos y romperse frente a él, mostrarle toda su debilidad, su anhelo, mostrarse como un humano.
Respiró ando y abrió los ojos, volteó lentamente hacia el lobo que juraba se había dormido a un costado de él suplicando en el proceso, su corazón se detuvo. La respiración se le corto.
Cuando se encontró solo y confundido, fue peor que cualquier dolor, peor que cuando aquel pálido lo había apuñalado, miró su marca y esta seguía tan firme en su muñeca que le dio escalofrió, se miró a si mismo, al bosque, al cielo, todo estaba ahí, todo era real, lo único falso fue creer que alguna vez podía ser feliz.
Tal vez la marca no apareció en Mew, tal vez se fue dejandolo por miedo... Tal vez estaba con el corazón roto una vez más.
Se quedó sentado durante una hora sin moverse un ápice siquiera, quería espéralo por si volvía pronto, quería confiar al menos una vez en su vida, porque si alguien merecía esa poca de confianza ese era Mew, al menos la duda, pero después de 2 horas entendió que no sería así.
Se puso de pie con la poca fuerza que quedaba en él, por alguna razón no sentía a su lobo dentro, cuando quiso llamarlo para poder escapar de esa realidad y correr lo más lejos posible este no apareció, no lloraba la perdida de Mew, no gruñía de coraje por ser despreciado, parecía que también terminó por abandonarlo.
Y aunque en esta ocasión dolía mil veces más Gulf respiró hondo conteniendo sus lágrimas, porque nadie las merecía, incluso si su garganta se quebraba del dolor no dejaría salir ninguna, tenía que afrontar su realidad aunque se le rompiera el alma en el proceso, por eso regresó a la cabaña de emergencia, tomaría algo de ropa e iría al campamento, necesitaba dar su informe y además cerciorarse de que Min se encontraba bien, que Kao y Mild fueron fuertes, aceptar los errores que cometió en su primera luna sangrienta como general al mando y de ser necesario aceptar sus castigos, pero aunque su voz no lo dijo ni sus pensamientos quisieron remarcarlo, necesitaba saber si Mew estaba ahí.
Demoró alrededor de cuatro horas en llegar a la reserva con su paso lento y su mirada en el suelo, de vez en cuando tocaba sus labios con las yemas de sus dedos y aun sentía los del general, cuando dio el primer paso cerca del pueblo miró a todos sus soldaos vueltos locos, corriendo con sus rostros llenos de desesperación, lo primero que cruzó por su mente fue "Mild y Kao" tal vez les había pasado algo y por esa razón no sentía a su lobo, el cuerpo se le heló por completo, no se perdonaría nunca si por sus descuidos y por bajar la guardia algo le sucedía a la única persona a la que nadie podía tocar, ni lastimar, a la única persona que siempre ha estado ahí para levantarlo, a su mejor amigo, salió corriendo hacia la cabaña de Mild pero justo cuando giro en una calle alguien lo golpeo y lo mando directo al suelo.
De tener el ánimo normal ya habría matado al pequeño, pero en cambio fijó su mirada en la otra persona que se ponía de pie con rapidez y se le lanzaba encima en un abrazo nada discreto.
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Destino, Soledad o un Sol - MewGulf
FantasiEl destino puede o no estar guiado por los Dioses, pero las decisiones las toma el general del clan de la luna. Su vida fue hecha para ser una historia triste, pero él la escribe con los días, el sol en su muñeca le dicta soledad, pero él mira un ci...